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Les recomiendo muchísimo, que lean el capítulo escuchando la canción, ya que bueno, al menos a , esa canción terminó por hacerme llorar.





Pov Alec.

Estaba cruzando la avenida, ya iba a la mitad. Pero todo pasó tan rápido. No supe cómo fue.

- Magnus. - susurré.

Sabía que algo iba mal, no supe cómo, pero lo sabía y lo sentí. Magnus.

Corrí de regreso a casa, tanto como mis piernas me lo permitían. Entre como un loco y lo ví. Sobre el sofá, estaba acostado. Pero algo no iba bien, su piel comenzó a verse pálida y cuando gire su cuerpo un jadeo salió de mi. De su nariz salia sangre, demasiada para ser normal.

Mis ojos picaban, pues las lágrimas estaban al borde de salir. Lo lleve tan rápido como pude al auto y conduje hasta llegar al hospital Esperanza.

Lo cargué y lo lleve a la recepción, tuve que gritar por ayuda para que lo atendieran rápido. No quería perderlo, no ahora que lo teníamos todo.

- Por lo visto es su esposo. - dijo una doctora. - me llamo Lydia.

- Alec - saludé - y si, soy su esposo.

- Bien, mira Alec por lo que nos has dicho sobre su hemorragia, bueno... tal vez ya no pueda sobrevivir. - Por favor no.

Mis lágrimas ya salían sin permiso, mi pecho dolía y el maldito nudo en mi garganta no ayudaba mucho.

- No. - mi voz se oía rota. Y la verdad mi corazón era el que se estaba rompiendo.

- Haremos lo posible, lo prometo. Por ahora su esposo está respirando con ayuda de una mascarilla de oxígeno. Lo que sabemos es que está como en un coma. Estoy segura de que nos escucha, solo que él está como en un sueño profundo, pero si le habla. Tal vez... despierte.

- Quiero verlo. - susurré. Me costaba tanto respirar. Ya no podía hacerlo, él era y es mi oxigeno. Necesito de él para respirar.

- Claro, sígame. - mis pasos eran pesados.

Y ahí estaba, mi hermoso chico de piel caramelo con tantos aparatos conectados. Me asustaba tanto verlo de esa forma. Me dolía.

- Los dejo solos. - Lydia se fue tras cerrar la puerta.

Suspiré y me senté en el sofá a su lado. Tomé su mano, su mano que ahora era fría. Eso fue el detonante.
Lloraba como nunca lo hice, mis sollozos eran duros y expresaban todo el dolor que sentía. Lágrima tras lágrima.

- Magnus, Magnus amor. Por favor despierta. Te necesito, amor por favor. - algo en mí me dice que él me escucha.

- Te lo ruego, despierta. Aún tenemos una vida por delante.

Don't let me fall. (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora