-Señor Broomfield- Gary levantó la vista de sus pergaminos -Los jóvenes han llegado
-Claro, ya salgo- se levantó de su escritorio y salió de la oficina, al final del pasillo del instituto pudo ver a los cuatro chicos hablando entretenidamente con varias maletas a su alrededor -Hola- saludó con una sonrisa
-Hola- saludaron todos haciendo un ademán y una tímida sonrisa
-Mucho gusto, soy Gary Broomfield, director de Olympic High- estrechó la mano de los cuatro rápidamente y ellos lo vieron raro -Es un honor tenerlos aquí, síganme
-Ramiro, ¿me ayudas con mi..?- pero antes que Luna pudiera terminar una pequeña mano la tomó, su maleta y la de todos
-¿Qué son ésas cositas?- le preguntó Emilia a Simón en un susurro
-Creo que son enanos- le respondió y siguieron a Gary
-Sus maletas se quedarán en la habitación de enanos hasta mañana cuando se le asignen sus habitaciones- miró su reloj -Aún queda tiempo para que duerman un poco y se arreglen- empezaron a subir las largas escaleras que llegaban a la torre de enanos
-Disculpe, pero ¿arreglarnos para qué?- preguntó Simón confundido
-Oh cierto, habrá una fiesta más tarde en mi mansión, mis hijos la organizaron exclusivamente para los que se integran éste año, así que están invitados
-Una fiesta- le susurró Ramiro a Luna emocionado
-Sí, una fiesta- susurró igual pero con fastidio
Gary tomó la llave y abrió la gran puerta, entraron a un pasillo igualmente lleno de puertas, abrió la primera a la derecha y Emilia abrió los ojos aún más impresionada, era enorme y eso que sólo era para enanos. Habían seis camas matrimoniales y un espacio para cada uno.
-Bien, a las seis de la tarde llegará una carroza que los llevará a la mansión, siéntanse como en casa, nos vemos en la noche- salió por la puerta y al instante Ramiro corrió a la cama para abrir su maleta
-¿Quiere que nos sintamos como en casa? ¿Dónde están los desgarradores gritos?- Emilia rodó los ojos cruzando los brazos
-¿Qué haces, Ramiro?- preguntó Luna viendo como sacaba ropa de su maleta de camisas desesperado
-Hay una fiesta en tres horas y no sé que ponerme aún- siguió buscando
-Yo sí sé que ponerme; mi pijama- se lanzó a la cama -Porque no iré
-Por primera vez estoy de acuerdo con la enana- coincidió Emilia sentándose en la cama y Luna a lo lejos la miró mal
-¡Son unas amargadas! Vamos a la fiesta, así mañana ya tenemos amigos- las animó Simón
-¿Amigos? ¿De verdad crees que ésos tiernos angelitos y engreídos semidioses quieran ser nuestros amigos?- Emilia lo miró con los ojos entrecerrados
-Eso lo dices porque eres muy negativa, mira a Gary, nos trató bien
-¡Abre los ojos, Simón! ¡Apenas y nos miró!- se levantó y caminó hacia él -¿Quieres ir a la dichosa fiesta y que todos empiecen a murmurar cosas sobre ti? Házlo, nadie te detiene, pero conmigo no cuentes
[ m á s t a r d e ]
-No puedo creer que me convencieras- dijo molesta la rubia que traía un vestido negro sin mangas que le quedaba un poco más arriba de las rodillas, con un cinturón azul eléctrico -que combinaba con su cabello- con un pequeño lazo al frente y unos botines de tacón negro

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ʟɪᴛᴛʟᴇ ʜᴏʀɴs《ʙᴇᴍɪʟɪᴀ》
AcakDurante siglos siempre había sido lo mismo, los ángeles y los demonios debían estar separados pero las cosas cambian cuando la academia de Olympic High para criaturas místicas y allí todo cambia. Emilia Blackwood, una joven demonio que no está para...