[ d é c i m o c a p í t u l o ]

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—¿Emilia?— preguntó Matteo con el ceño fruncido, con Simón tras de él

—Benicio— mencionó Ámbar entre dientes, con Delfina a su lado

Ambos voltearon y Emilia se levantó rápidamente con algo de ayuda de Benicio, los dos tomaron compostura uno al lado del otro como si no hubiera pasado nada, pero la pequeña sonrisa en los labios de Benicio lo delataba un poco.

—¿Qué creen que hacían? Saben que está prohibido ése tipo de... afecto en Olympic High— habló Ámbar rompiendo el incómodo silencio

—¿Qué? ¿Tú creías que nosotros..?— Emilia bufó y rió con gracia —¿Tú creías que nosotros nos íbamos a besar?— siguió riendo mientras Ámbar rodaba los ojos —Que mente tan perversa la que tienes, Ámbar, sólo hablábamos

—¿Hablaban así de cerca?— todos los presentes miraron a Matteo sorprendidos

—Ey Matteito, no tienes porqué sacar tus armas, casi se cae y la ayudé a levantarse, nada más— excusó Benicio tratando de calmar los músculos de su cara y Emilia miró a Matteo asintiendo rápidamente

—Bueno, ya que nos encontramos aquí, ¿por qué no nos sentamos todos juntos en el almuerzo?— acotó Ámbar

—Yo puedo— respondió rápidamente Simón sonriéndole a Ámbar

—¿Y tú, Benicio?— lo miró penetrante, Benicio conocía ésa mirada, estaba tratando de atravesarlo

—No gracias, quedé con Nina y Michel, como siempre

—A mí sí me gustaría comer con ustedes— habló Emilia con una gran sonrisa y Matteo sonrió, pero Simón la miró frunciendo el ceño

—Bueno, entonces, vamos— dijo Matteo, y todos empezaron a caminar hacia la salida menos Ámbar quien tomó rápidamente a Benicio del brazo

—Adelántense, hablaré un rato con Benicio— Delfina asintió y salieron —Dime la verdad, Benicio, ¿qué hacías realmente con ella?

—Ya lo dije, casi se cae y la ayudé— respondió cruzando los brazos, Ámbar entrecerró los ojos

—Aww, que considerado, Beni, últimamente andas muy interesado en salvar a la pequeña e indefensa Emi— cambió drásticamente su sonrisa falsa a un semblante serio —No nací ayer, sé que estabas apunto de besarla

—¿Y por qué te molesta tanto?— se acercó a ella —¿Acaso estás celosa?

—No seas idiota— lo empujó —No estoy celosa, mi padre es el director y no debo dejar que ése tipo de normas se rompan si tengo la oportunidad de impedirlo

—¿Segura que es sólo eso?— sonrió divertido

—Segurísima— se dirigió a la puerta, no sin antes agitar su cabello hacia atrás de su hombro

[ e n   l a   c a f e t e r í a ]

—Que raro que Emilia y Simón no hayan llegado— habló Nico extrañado

—Tal vez están hablando en algún pasillo— opinó Jim para dar un mordisco a el alga marina enrollada en su dedo índice

—Seguro hablan de lo que todos están hablando; el repentino cambio de Ámbar hacia Simón al ayudarlo en Vuelo— respondió Pedro

—Eso fue muy raro, lo poco que conozco a Ámbar puedo decir que no ayudaría a alguien— dijo Luna

—¿Qué saben? Capaz y sintió compasión por Simón— Ramiro se encogió de hombros

ʟɪᴛᴛʟᴇ ʜᴏʀɴs《ʙᴇᴍɪʟɪᴀ》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora