[ d é c i m o s é p t i m o c a p í t u l o ]

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Todos los jóvenes de primero estaban en la biblioteca, el día siguiente sería su primer examen del año, pociones y con uno de los peores profesores del Olympic High. Muchos estudiaban solos, otros en parejas, otros en grupos y después estaban los que no estudiaban por estar viendo a las chicas con las que probablemente podrían ir al baile

—Después de cinco minutos aquí, he llegado a una corta lista de posibles chicas— Matteo rodó los ojos y miró con fastidio a su amigo

—¿Me vas a dejar estudiar, Gastón?

—Sólo si me preguntas cuáles son las chicas— sonrió "angelicalmente"

—Bien, ¿Cuáles son las chicas?— preguntó dejando su libro a un lado

—Que bueno que preguntas, amigo— Matteo rió por lo bajo —Están Ariana, Nina, Macarena, Flor, Delfi, Emilia y Luna

—Elimina a Emilia y a Delfi, del resto todo bien— volvió a abrir su libro

—Vaya amigo, no sabía que eras un 'todas mías'— Gastón rió mientras Matteo lo fulminaba con la mirada

—No lo soy, sólo que yo voy a invitar a Emilia, y que invites a Delfi es como si invitaras a Ámbar— hizo una mueca

—Como digas, entonces invitaré a Luna— Gastón encogió los hombros viendo como Luna se ponía de puntillas buscando un libro en la parte de arriba del estante de la biblioteca haciendo que su falda se levantara un poco —Sí, definitivamente será ella

—Eres un pervertido— Matteo rió para volver a su lectura, aunque ya sabía todo lo necesario sobre Pociones

Gastón se levantó y fue en dirección a Luna con una sonrisa coqueta y las manos en sus bolsillos

—Sobre el baile...

—No pasará— afirmó Luna secamente y se fue a una mesa sola, mientras Matteo se reía silenciosamente del fallido intento de su amigo

En la mesa frente a ellos estaban Emilia, Simón y Jim, aunque los únicos que se concentraban en estudiar eran los demonios porque la pelirroja estaba apunto de romper su lápiz mientras veía con furia a Ramiro y Yam riendo y jugueteando a tres mesas de ellos

—¿Qué te ocurre?— preguntó Emilia mirándola extrañada, ahí fue cuando Jim se dió cuenta que ya había roto el mencionado lápiz

—Nada— desvió una milésima de segundo hacia Yam y Ramiro, pero eso bastó para que Emilia siguiera su mirada y se diera cuenta del motivo del enojo de la sirena

—Estás celosa

—Claro que no— miró a ambos costados con sus ojos nerviosa

—No te lo pregunté, te lo dije— corrigió haciendo que Jim bajara la mirada

—Recién llega y ya no habla con más nadie a excepción de ella, no lo entiendo

—Es un tonto si no ve lo que tiene enfrente— le guiñó el ojo —Ahora volvamos a estudiar, ¿sí?— Jim asintió cabizbaja para volver la vista a su libro

—¿Hace cuánto descubriste que el canto era tu pasión?— preguntó Ramiro sonriéndole a la rubia y ésta sólo encogió los hombros

—Creo que desde que era pequeña, cerca de mi casa había un estanque de ninfas, iba a oírlas cantar, era mágico— sus ojos se iluminaron al recordar —Pero le conté a mi mamá pero me tomó por loca, no me dejó salir más, hasta que recibí una beca para venir a Olympic High, no se tomó la noticia del todo bien, me tuve que escapar y desde entonces no la veo más

—Lo lamento— admitió con sinceridad —Nunca debí preguntarte

—Está bien, igual nunca estaba en casa, no llegué a tomarle cariño— mintió, obviamente que le tenía aunque sea una milésima de cariño, al fin y al cabo era su mamá

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2018 ⏰

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ʟɪᴛᴛʟᴇ ʜᴏʀɴs《ʙᴇᴍɪʟɪᴀ》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora