[ t e r c e r c a p í t u l o]

197 36 1
                                    

Ámbar buscó desesperada a Gary por toda la mansión pero no lo encontraba, hasta que fue a la cocina y allí lo encontró hablando con otros dos padres, los pudo reconocer; Rey Bledel, padre de Nina, y Miguel Purehart, un profesor que ya había ido a cenar a la casa varias veces.

—¡Papi!— se acercó a paso apresurado

—Cariño, ahorita estoy ocupado— iba a seguir hablando pero su hija lo volvió a interrumpir

—Hay demonios pisando nuestro salón— Gary se tensó —¿Algo que quieras decirme al respecto?

—Ahora vuelvo— ambos padres asintieron mientras Gary se llevaba a Ámbar a un ricón más alejado de la cocina —Yo los invité

—¿Por qué hiciste eso?— preguntó molesta cruzando los brazos a la altura de su pecho

—Se supone que deben sentirse integrados

—¿Ahora les tienes lástima a los pequeños demonios?— el mayor suspiró pesadamente tratando de no gritar en ése instante

—Ámbar, no es el momento para uno de tus berrinches, sal ahora mismo como buena anfitriona con la sonrisa más falsa pero realista que puedas hacer y haz como que si fueran invitados más ¿entendiste?— Ámbar sonrió falsamente y salió de la cocina molesta

[ e n  e l  s a l ó n ]

—Jamás había visto tantos dulces en mi vida— comentó Simón impresionado, inclinado hacia la mesa de dulces

—Jamás habías visto un dulce en tu vida— corrigió Emilia

—Tienes razón, muero por saber como saben— tomó uno y se lo metió a la boca rápidamente, mientras lo masticaba —Es muy duro y sabe raro

—Eso es porque no es un dulce, es un botón— dijo Luna y Ramiro rió mientras Simón lo escupía rápidamente

Y mientras Simón y Luna empezaban una discución de porqué no le dijo nada, Emilia decidió separarse del grupo y dar una vuelta por el salón, no le importaba que todos murmuraran sobre ella, sólo le fastidiaba porque odiaba ser el centro de atención. Iba caminando tranquilamente cuando alguien se atravesó en su camino haciendo que instantáneamente parara de caminar.

—Hola— le sonrió

—Hola— respondió Emilia frunciendo el ceño

—Soy Benicio Norway, hijo de Zeus, mucho gusto— le guiñó el ojo extendiendo la mano, mano que Emilia ignoró

—Semidiós, eh— soltó una pequeña carcajada —Siempre supe que eran engreídos pero no creí que tanto— fingió una sonrisa y le pasó a un lado

—Auch, eso fue rudo— Emilia volteó a verlo de nuevo —Y por tu maltrato verbal creo que sería justo saber tu nombre

—Blackwood, Emilia Blackwood— le regaló una sonrisa y siguió su camino, mientras una sonrisa amplia se formaba en la cara de Benicio

Ahora tenía un nuevo objetivo.

Simón seguía comiendo los dulces mientras Ramiro se lucía en la pista de baile y Luna estaba aburrida viendo a todos con irritación.

—Wow, nunca había tenido demonios frente a mí— comentó la pelirroja apenas llegó frente a ellos y la pelinegra la codeó

—Disculpen a mi amiga, soy Flor Keystone, ella es Delfina Astley, ella Ada Leving y ella Jazmín Cromwell— presentó señalandolas a cada una —Somos hadas, excepto Jazmín que es un ángel

ʟɪᴛᴛʟᴇ ʜᴏʀɴs《ʙᴇᴍɪʟɪᴀ》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora