[ o c t a v o c a p í t u l o ]

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—¿Viste como ésa chiquita humilló a Ámbar en demonología?— preguntó Jazmín con incredulidad —Que desubicada

—No la humilló, sólo dió una mejor respuesta, no es para tanto— Delfina se encogió de hombros

—Ay Delfi, piensas igual que yo, sólo que como Matteo la defiende tanto, también la defiendes tú— la pelinegra la miró rápidamente asustada

—¿De qué hablas?

—¡Eres demasiado obvia! Todos ya nos dimos cuenta que te gusta Matteo desde 7° año

—Pffff...— alargó la f mientras jugaba con la punta de un mechón de cabello —Eso no es verdad

—¿No lo es?— la miró con una ceja arqueada

—¡Bien, sí! ¡Me gusta!— Jazmín sonrió ampliamente

—No le veo el problema, pienso que harían bonita pareja

—Tú sí, pero Ámbar no, oíste lo que dijo ésta mañana “no quiero que una de mis amigas esté con mi hermano”— al terminar de citar abrió los ojos más de lo normal —¿Se habrá dado cuenta? Ay, se dió cuenta y ya me jodí

—¡Delfi! Las hadas no pueden decir ésas cosas

—Sí, perdón, es que... me alteré— respiró hondo

—¿De qué hablan, chicas?— preguntó Ámbar llegando

—Nada— respondieron al unísono y compartieron una mirada de complicidad

[ ú l t i m o  p e r í o d o ]

—Chicos, acá los dejo, debo ir a natación— Jim hizo un ademán y se fue

—Maldita suertuda, no va a vuelo— murmuró Simón con el ceño fruncido

—Porque es sirena, ¿quieres ser una sirena, Simón?— preguntó Luna tocándole el hombro para después soltar una carcajada

—Emilia me entendió, ¿verdad, Emi?— la miró pero ella se encontraba completamente perdida en sus pensamientos

—Hey Emilia— Ramiro movió su mano frente a su cara

—¿Ah? ¿Qué?— movió la cabeza en dirección a Ramiro pero su voz sonaba un poco apagada

—¿En qué piensas tanto?— preguntó Ramiro

—En las clases— respondió restándole importancia

—No sabía que clases era el nuevo sinónimo de Benicio— dijo Luna mirando sus uñas mientras aguantaba la risa, no la veía pero sabía que Emilia la estaba matando con la mirada

—Ése semidiós me cae pésimo, es demasiado creído para mi gusto— opinó Simón

—En eso concuerdo contigo— Emilia asintió —Antes muerta a estar interesada ése hijito de papi

Y sin más, las chicas y los chicos se separaron al entrar a los vestidores. Se cambiaron al uniforme de vuelo, que era una camisa blanca básica y un short blanco con líneas a los costados rosadas y azules, pero para los hombres, el short se reemplazaba por unas bermudas. Después los ángeles, demonios y hadas, que era quienes les tocaba la asignación de vuelo, fueron al campo donde los esperaba una mujer castaña con una simpática sonrisa.

—Buenos días, estudiantes, yo soy Monica Nottingham, profesora de vuelo— se presentó —Hoy iniciaremos con lo básico, el despliegue de las alas, muchos ya saben cómo— se dirigió a las hadas —así que si alguna quiere...— la pelinegra alzó la mano rápidamente

ʟɪᴛᴛʟᴇ ʜᴏʀɴs《ʙᴇᴍɪʟɪᴀ》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora