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—Las cosas van a funcionar de diferente manera, Alain.—La voz de David era tan seca y neutra, que Alain no sabía con exactitud si era una amenaza o una simple llamada de advertencia.—Los viajes virtuales quedan temporalmente cerrados para ti. Y por favor, olvida lo que escuchaste momentos atrás.

Pero Alain no podía hacerlo, la curiosidad le ganaba por lo que era difícil evitar indagar al respecto. Y la posible respuesta a sus preguntas parecían tener respuesta con él.

—Pero señor, ¿Por qué no podré seguir viajando por la red virtual?

—Sabes muy bien que el reglamento sólo permite cierta cantidad de viajes por un tiempo determinado y tú has sobresaltado el límite. Solo te pido que obedezcas esta vez las reglas.

Se encontraban en una de las habitaciones del Palacio. Momentos después de que fue encontrado por David, lo escoltó ahí para tener una charla acerca de su comportamiento y cómo este podía influir en los propios planes de David.

—No puede prohibirme eso, me encanta viajar al Antiguo Mundo. Yo-

—¡Basta! La conversación se ha dado por terminada, y no tengo por qué darte explicaciones. Soy tu gobernador y puedo hacer con el Sistema lo que yo quiera.—Dicho esto último, Alain fue enviado de nuevo a su casa.

Una vez que llegó, pudo sentir la soledad de una casa sin habitantes. Desde que su padre fue dado por desaparecido y su mamá fue internada en un hospital para atención mental, Alain ha estado solo por mucho tiempo.  El Danville la mayoría de edad era a los 15, por lo que él ya podía vivir por su cuenta. Pero se sentía solo, y es por eso que sus únicos escapes de soledad y depresión eran los viajes virtuales al Antiguo Mundo.

Y se los han prohibido.

Pero aún así no podía sacar de su mente muchas cosas.

•••

Desde las siguientes semanas, las cosas en Danville se habían puesto extrañas.
Habían disminuido la repartición de suministros por la población entera, fueran ricos o pobres; las comunicaciones vía virtual tenía dificultades, por lo que le era difícil y casi imposible comunicarse con Laura; los avatares se comportaban agresivos con sus propios dueños y adoptaron actitudes de mal gusto hacia ellos; el mantenimiento del mismo había disminuido y parecía que Danville estaba por colapsar. Los habitantes no tardaron en protestar, pero David se negaba a ofrecer explicaciones.

Otra cosa más extraña aún: Alain no hizo un solo viaje virtual.

Seguía sin comprender cómo era eso posible en un lugar que se supondría resguardaba la seguridad del pueblo. Se preguntaba entonces ¿Qué era más importante para el Sistema DL que no fuera el bienestar de su población? Algo definitivamente estaba ocurriendo ahí y él tendría que averiguarlo.

Instantáneamente, el Zipzter sonaba y atendió a la llamada entrante de Laura.
La delicada cara de la joven se aparecía sobre la mano de Alain.

—¿Te has enterado ya?—La cara de la chica irradiaba temor, y unas bolsas aparecían debajo de los ojos que tanto le gustaban a Alain.

—¿La falta de suministros? ¿Los problemas en general de Danville?

—Al, ¡Hay gente muriendo! Y nadie sabe por qué. El Sistema se niega a darnos explicaciones y la desesperación sale a flote.

—Pero ¿Qué es lo que sucede realmente?

—No lo sé, Alain. Solo sé que no es nada bueno.—El muchacho trataba con todas sus fuerzas en pensar en algo que pudiera ser útil en una situación como esa, pero nada podía salir de su cabeza.

Outside Next Door ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora