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Sus ojos se movían a una velocidad impresionante y a su lado, yacía el holograma de Laura recostada sobre su cama esperando cualquier señal.
Se encontraban en su habitación, con la copia que había obtenido del Proyecto 116 y examinando hasta el más mínimo detalle que pudieran utilizar en cualquier momento de su investigación.

—Agh.—Soltó de repente la chica en desesperación.
Últimamente esta chica se desesperaba de cualquier cosa.

—No molestes ahora, Laura. Estoy ocupado.

—Lo sé.—Alain pudo sentir que rodaba sus ojos aún sin siquiera verla. La conocía muy bien.—Es solo que ya llevamos una hora y media. Así como me preocupa la investigación, sigo preocupándome sobre mi madre.

Alain detuvo su búsqueda para acercarse a la chica que ya se encontraba sentada en la orilla de la cama con los codos sobre las piernas y cubriendo su rostro con ambas manos.
Alain no podía tocarla pues solo provocaría que la señal se interrumpiera, así que llamó su atención.

—Escúchame.—La chica dudó unos segundos antes de mirarlo finalmente.—Encontraremos a tu madre, te lo prometo. Si tiene que ver con el Sistema, entonces habremos matado dos pájaros de un tiro. Pero si no es así, yo mismo me encargaré de encontrarla.—Alain quiso tomar su mentón para obligarla a verlo a los ojos, para que así supiera que hablaba de la manera más sincera en toda su vida.— Haré lo que este en mis manos para sacar este lugar adelante, y tú mamá estará ahí para verlo.

La sombra de una sonrisa se hizo visible aún con los píxeles en los labios de la chica. Se limitó a asentir y a recostarse sobre la cama nuevamente.—Gracias, Al. Te quiero mucho.

Alain no quiso que esas palabras significaran más de lo que en realidad lo hacían, por lo que prefirió continuar con la investigación.

Comenzaba a darse por vencido. Había leído unas 30 veces seguidas todo el documento que podría recitarlo sin equivocarse en nada. Tomó un mechón de su cabello rubio ceniza para jalárselo y pensar con claridad.

—Video.—La voz la Laura lo sobresaltó. No había hablado después de un buen rato. Incluso pensó que ya se había ido.

—¿Eh?— pregunto aún mirando la pantalla frente a él.

—Intenta con el video.—El chico seguía sin entender y se giró con una expresión interrogante. Laura rodó los ojos y se levantó quedando al lado de él, mirando la pantalla.—No has intentado con el video adjuntado. Solo lo vimos una vez, probablemente podríamos encontrar algo de valor en él. Al fin y al cabo, debe contener algo relativamente importante, si es que David lo mantenía bien asegurado, ¿No crees?

Estaba sorprendido. El rápido razonamiento de Laura lo había dejado perplejo.
La chica sonrió triunfante y con los ojos apuntó hacia la pantalla. Alain tardó en reaccionar y se giró nuevamente.
Con ligereza en sus dedos movió y removió el documento en busca del video adjunto en él. Una vez que lo encontró lo reprodujo.

Se veía exactamente igual a como la última vez: primero la breve introducción de la voz robótica explicando el propósito del proyecto 116 y demás. El chico, la chica y el guardián mayor aparecieron y momentos después desaparece aquel guardián llamado Alan.
Seguía sin encontrarle sentido al video. Nada parecía estar fuera de lo común: los guardianes vestían sus típicos trajes negros brillantes y sus gigantescos cascos de protección; corrían, gritaban... todo se veía exactamente igual.
Derrotado, estaba dispuesto a apagar el dispositivo.

—Espera.—Laura se dio venta rápidamente de lo que estaba por hacer y lo detuvo.—Regresa al video.

—Ya lo he visto Laura.—Respondió agotado.

Outside Next Door ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora