Después de un largo día de trabajo, el detective se encontraba revisando varios expedientes parecidos a los de Belinda, aun no encontraba algún patrón que los uniera y eso le hacía estresarse.
—Bien detective Sand, espero que no se meta en ningún problema.
Su colega se encontraba recostado en el marco de la puerta, no pudo evitar dar su opinión al ver toda la pila de expedientes que tenía en el escritorio.
—Oh Dog para nada. Estoy tratando de resolver un caso extraño.
—¿El caso de la prima de Gina? —cuestionó—. No es muy convincente.
—Eso parece, pero hay algo que no me convence del todo, así que no parare hasta resolverlo.
—Si es lo que quieres.
Adam Sand vio cómo su compañero se alejaba de su oficina sin haber concluido la conversación.
Tal vez, pensaba, no era lo más conveniente en relación con los casos que tenía. Dog sabía perfectamente lo que había pasado con su esposa, estaba ahí cuando Adam la encontró llena de sangre; él le había ayudado en todo el proceso sin decir nada.
Brooke —pensó de inmediato. Al instante se imaginó la piel blanca y tersa de su esposa, la sonrisa que tanto le encantaba y que después de unos meses se esfumó con un tormento repentino. El tormento que la envolvió por completo arrebatándole la vida.
—Adam ¿estás bien? —quiso saber su compañera al entrar—. Te veo algo distraído.
—Sí, solo estoy tratando de relajarme un poco ¿tienes algo más?
Gina chasqueó la lengua disgustada.
—Nada, creó que estamos perdidos o mejor dicho estamos buscando algo que no existe. Y tu ¿ya has encontrado algo que los vincule?
Adam negó con la cabeza antes de proseguir.
—Al parecer todos se comportaban de forma extraña antes de morir. Así que todos indican que tenían una tendencia suicida.
—Un callejón sin salida —comentó la rubia.
Adam asintió, aunque realmente le disgustara la idea de no tener la razón. Siempre conseguía las pruebas muy rápido, pero esta ocasión era lo contrario; parecía estar demente al buscar pruebas en casos cerrados.
—Deberías descansar —dijo Gina al sentarse frente a él—. No hay nada que hacer, si algo los llevó a obrar de esa manera. —Negó con la cabeza—. Ya no podemos hacer nada para cambiarlo. Todo está hecho, solo debemos seguir el curso de la vida.
—¿Crees que eso se merece Belinda? —cuestionó a su compañera.
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Verdades Ocultas
Mistério / SuspenseLa culpa es una experiencia disfórica que acompaña a Alan, un joven estudiante que fue culpado por una pareja por la muerte de su hija. Sin embargo, eso lo lleva a enlazar muchos actos extraños hechos por jóvenes en toda la ciudad, muertes extrañas...