Historia desconocida de México

El batallón de san patricio

Todo empezó con el caballero John o'Reilly, joven irlandés nacido en el poblado de klifden que emigro a la recién independizada Texas donde se unió al ejército, durante su tiempo allí fue testigo de cómo los extranjeros eran tratados con desprecio y desconfianza por ejercer la religión católica, mientras que la gran mayoría de texanos y estadounidenses eran protestantes, esto fue aprovechado por el ejército mexicano, que ofrecía grandes extensiones de tierra a todos los estadounidenses católicos que se unieran a su armada.

Gracias a las habilidades militares de o'Reilly logro ascender de grado hasta llegar a teniente pero todo cambio cuando Estados Unidos anexo a Texas a su territorio, México había amenazado a estados unidos que en caso de aceptar a Texas en su territorio este le declararía la guerra así que anticipándose a este hecho Estados Unidos empezó a planear la invasión a su vecino del sur enlistando batallones, construyendo armas y bloqueando desde ese momento varios puertos mexicanos.

o'Reilly quien fue llamado para iniciar la guerra decidió entonces no luchar por un país que no representaba sus ideales, y en un hecho sin precedentes en el ejército estadounidense deserto de la armada y se unió a las fuerzas mexicanas acompañado de otros setenta hombres europeos, en el lado mexicano algunos extranjeros más se le unieron y fue en la primera batalla de la guerra que participaron por primera vez como parte de la artillería mexicana, lucharon en la batalla de palo alto cerca de matamoros, pero la pólvora de mala calidad que utilizaron así como las armas de más de cien años de antigüedad y el avasallador poder estadounidense provocaron que los hombres que no murieron en el enfrentamiento se retiraran hacia el sur a la ciudad de Monterey.

Aun así gracias a su valor se creó clandestinamente el batallón de san patricio conformado enteramente por extranjeros y en Monterey las filas del batallón se engrosaron hasta llegar a trecientos hombres, fue en la batalla de Monterey donde su valía se hizo evidente pues contando con mejor armamento lograron repeler al ejército estadounidense de tomar la ciudad en dos ocasiones, el general estadounidense Zachary Taylor viendo que era casi imposible tomar la ciudad decidió abandonar el ataque pero por una increíble coincidencia del destino, el comandante mexicano Pedro Ampudia se rindió justo en ese momento y haciendo un trato con los estadounidenses logro un armisticio por lo que el ejército mexicano abandona la ciudad hacia el sur evacuando personal, armamento y provisiones. Aun así muchos patriotas no quisieron abandonar la ciudad cuando el armisticio termino obligando a Taylor a bombardear violentamente todo Monterey el invasor ataco topándose ahora con poca pero feroz resistencia, finalmente la ciudad cayo después de una dura batalla los estadounidenses destrozaron y zaquearon todo en su interior ocasionando un desastre.

El ejército mexicano que abandono Monterey se reorganizo en San Luis Potosí, donde se encuentra con el presidente Santa Anna quien con casi veinte mil hombres marcha hacia el encuentro con Zachary Taylor, el combate lo tendrían cerca de saltillo en la región de a angostura donde se desato la que es considerada como una de las batallas más duras de la historia mexicana, el ejército nacional junto con el batallón de san patricio lucharon como barbaros encolerizados en contra de los invasores causando fuertes bajas entre los estadounidenses y capturando parte de su armamento en un momento de la batalla un reducido y desorganizado ejército estadounidense se enfrenta a su inminente aniquilación incluso en un momento un soldado exclama a Taylor "general estamos perdidos" a lo que este contesto "lo sé", y es aquí donde se da uno de los más inexplicables sucesos de la guerra que muchos solo pueden atribuir a una traición pues los más de diez y seis mil hombres de Santa Anna apunto de tener una merecida victoria se retiran sin ninguna razón sin finalizar la batalla en un error táctico que dio la derrota a los mexicanos y que al día de hoy no se logra explicar con claridad.

Por su alta competencia el batallón se san patricio se ganó el título oficial de batallón de infantería del ejército mexicano por orden del propio presidente Santa Anna. La batalla siguiente fue la de cerro gordo en Veracruz pues tropas estadounidenses habían desembarcado en la ciudad y el ejército se preparó para su defensa, las tropas estadounidenses avanzaron con determinación pero una numerosa resistencia mexicana comenzó a diezmar sus ánimos antes de que se dieran cuenta los invasores estaban sufriendo una horrenda masacre, pero un pequeño grupo de refuerzos estadounidenses que llego por sorpresa frente al ejército mexicano causo pánico entre los soldados nacionales quienes confundidos huyeron del lugar siendo otra derrota para el país, entre los generales mexicanos la noticia se corre con rapidez "cerro gordo ha caído " México estaba expuesto al ataque invasor.

La última acción del batallón de san patricio fue la batalla de Churubusco, avergonzados pero la derrota de cerro gordo y reducido a las faldas de la capital el batallón de san patricio decidió dejarlo todo en ese último encuentro, junto con ellos el batallón "bravo" y el batallón "independencia" se atrincheraron en su último reducto: el convento de santa María de Churubusco, la batalla fue emotiva y valerosa y se cuenta que estando al borde de caer la capital los soldados pelearon como nunca, las balas de cañón se terminaron seguidas de las municiones pero los batallones comenzaron a disparar piedras como proyectiles, por desgracia una bomba estadounidense cayo en el deposito mexicano de pólvora acabando con las esperanzas nacionales, pero no con el coraje del batallón de san patricio pues cuando la bandera de rendición pue izada el general Patrick Dalton la derribo para seguir luchando pero era muy tarde todo quedo en silencio, cuando los estadounidenses entraron al convento le exigieron al general mexicano Pedro Anaya que entregara toda su pólvora y municiones a lo que este respondió " si la tuviéramos no estarían aquí".

Los castigos para los patricios capturados fueron terribles pues casualmente habían participado en las batallas más duras para los estadounidenses, a los traidores aquellos que se unieron a México después de declarada la guerra donde se encontraba Patrick Dalton se les coloco una soga en el cuello y se les obligo a mirar hacia el castillo de Chapultepec mientras que bandera mexicana era remplazada por la estadounidense justificando que su causa aquella por la que lucharon tan duro había sido perdida, John o'Reilly a quien se le había obligado a mirar entonces grito "!fuego¡" a lo que sus compañeros respondieron "!viva México¡ ¡viva Irlanda¡ ¡viva...la libertad¡ " justo después de haber terminado esas palabras la tabla donde estaban equilibrados se desplomo, aquellos que se unieron a México antes de declarada la guerra fueron marcados con una letra "D" de "desertores" en especial John o'Reilly o como fue rebautizado con cariño Juan Riley fue marcado en un glúteo de igual forma fue marcado por debajo de su ojo derecho, Juan Riley fue obligado a realizar trabajos forzados de donde desapareció misteriosamente un año después, más adelante un historiador encontró unos registros en una iglesia de Veracruz un registro a nombre de Juan Riley quien murió en 1850 a causa de su alcolismo ese mismo año el ejército mexicano tomo la decisión de disolver al valeroso batallón de san patricio.

En su honor se dispuso una placa en la ciudad de México donde se escribieron los nombres de setenta y dos de los patricios, varias calles de la republica llevan el nombre de "mártires irlandeses", además en la cámara de diputados donde está escrito con letras de oro muchos nombres de héroes mexicanos, también se puede encontrar escrito batallón de san patricio el gobierno mexicano dono al pueblo natal de Juan Riley (klifden) una estatua en su honor poblado donde cada doce de septiembre se iza la bandera mexicana con honores en el aniversario de la ejecución del batallón.

Saúl Serratos.

Gracias por leer.