El Titanic es la embarcación mas famosa de todos los tiempos, su trágico hundimiento en su viaje inaugural ha dado paso a poéticas historias de valor, honor y caballerosidad. Una de las mas interesantes fue protagonizada por el único mexicano a bordo, el señor Manuel Uruchurtu Ramírez, un prolífico político durante el Porfiriato que a la caída de Diaz en 1911 debió abandonar el país y radicarse en Europa.
En 1912 consiguió un pase para el trasatlántico Paris, para viajar desde Francia hacia México, y así visitar a su familia en Sonora. Sin embargo, el destino intervino, pues uno de sus amigos y excolega mexicano en Francia le ofreció un trueque, su pasaje a México a cambio de uno de primera clase en el asombroso Titanic hacia Estados Unidos. Uruchurtu acepto el excelente trato que se le ofrecía preparándose para el viaje mas lujoso de su vida.
En el mes de abril, Gran Bretaña sufrió una gran huelga de trabajadores de carbón, afectando directamente al Titanic, que se movía gracias a vapor de las gigantescas calderas alimentadas por carbón. Los ingenieros de la lujosa embarcación quisieron evitar contratiempos y llenaron la embarcación con el carbón suficiente para alimentar las calderas de ida y vuelta, sin embargo, en algún momento el carbón empezó a incendiarse y encontrando un ambiente propicio en su enclaustro naval se esparció rápidamente.
Mientras que la inauguración del barco se llevaba a cabo, los trabajadores intentaban frenéticamente apagar el incendio, siendo el barco mas lujoso y exclusivo de la época cumplir con su viaje inaugural era símbolo de prestigio, por o que el barco salió a altamar aun con carbón almacenado incendiándose. Las altas temperaturas comenzaron a dañar el casco del Titanic y para cuando Uruchurtu abordó en un puerto francés aún no habían apagado el fuego y este ya había dañado la capa exterior. Algunas de las fotografías reales de la embarcación permiten ver la mancha dejada por la exposición al calor la cual disminuyó la resistencia del armazón, y eventualmente el día 12 de abril provocaría que el casco se rompiera al chocar con un iceberg y el trasatlántico se empezara a inundar.
A pesar de la estricta regla de "mujeres y niños primero", Uruchurtu, quien contaba con un boleto de primera clase se le dio prioridad en uno de los botes salva vidas, antes de bajar al mar una mujer se
Acerco suplicando el subir al barco, afirmando que tenia que llegar a New York porque su esposo e hijos la esperaban. Uruchurtu entonces le cedió su asiento a la joven regresando al Titanic, el señor Uruchurtu perecería esa noche en las gélidas aguas del Atlántico Norte.
La joven a quien salvo era Elizabeth Ramell, quien se dice que llego a México para visitar a la familia de Uruchurtu y narrar su increíble acto de nobleza, admitiendo que había mentido la noche del siniestro, pues no tenía ni esposo ni hijos. Uruchurtu se convirtió en una leyenda en México y especialmente en su natal Sonora donde aún hoy se le recuerda en eventos especiales, el cuerpo de este caballeroso héroe nunca pudo ser encontrado.
Curiosamente otro mexicano, Gustavo Benavides se encontraba en otro barco que fue a presar ayuda a Titanic el Frankfort, pero llegaron demasiado tarde, siendo el único connacional en presenciar el desastre.
Si estas interesado en revivir la experiencia del Titanic, quizás pronto sea posible, ya que un magnate australiano planea tener una replica de la magnifica embarcación para el año 2020, que además de ser fiel a la original asegura que contará con suficientes botes salva vidas.
Agradezco de nueva cuenta al canal de Yuotube Main Watchers www.youtube.com/channel/UCpMSfnlbvJiZzlVb9wYlvfw por proporcionar la información necesaria para la realización de este escrito.
Gracias por leer.
Saúl Serratos.
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Historia desconocida de México
RandomEstas historias de México casi nadie las conoce así que quería compartirlas con ustedes para que hagan conciencia de que México es un país con mucha historia y muy bella y no es solo el país mediocre que piensan los demás (te estoy mirando Estados U...