El final del siglo XIX fue una época de progreso para México donde el país fue visto ante los demás países desarrollados, incluyó modernización económica, construcción de infraestructura y desarrollo industrial, que lo hicieron atractivo para muchas naciones que invirtieron mucho dinero para establecer en México cosas nunca antes vistas por estas tierras.
Líneas férreas de costa a costa, hasta los Estados Unidos, energía eléctrica, explotación petrolera, ostentosas obras publicas y embellecimiento de ciudades, ayudaron a que hubiera más movimiento de capitales. Un número más elevado de personas podían darse ciertos lujos, más allá de los gastos esenciales que se acostumbraban promoviendo compañías internacionales, culturales y de entretenimiento. Ofreciendo espectáculos que por el momento solamente estaban disponibles en Europa y Estados Unidos.
Uno de los nuevos shows fue el circo Orrín que fue traído de Estados Unidos en 1881 que era accesible para todos los estratos sociales, inicialmente se posicionó en una carpa, pero sus presentaciones eran de tal magnitud que rápidamente se ganó la preferencia del público y para 1891 el circo ya tenía su propio edificio permanente en la ciudad de México, una de las primeras estructuras metálicas de la ciudad con espacio para 2500 personas.
La originalidad de un circo con estructura fija era una novedad para la época, lo que aumento de por si su ya rebosante popularidad, además era demasiado innovador para la época, tenía luz eléctrica, además de una perfecta iluminación ubicada correctamente para las presentaciones, en su torre lateral tocaba una gran banda de música, atrayendo clientes y amenizando el circo. Que se llenaba por todas las clases sociales y donde en repetidas ocasiones se encontraba el propio presidente Porfirio Díaz Mori.
Sus espectáculos iban desde los clásicos circenses hasta originales actos que utilizaban lo ultimo en tecnología. Trapecistas, gimnastas, elefantes que tocaban el piano, presentaciones que incluían una luna artificial con iluminación propia e ingeniosos sistemas hidráulicos para transformar el escenario en un lago gigante y la estrella del show Richard Bell, el favorito de la sociedad mexicana y de Porfirio Díaz cuyas hábiles actuaciones llevaron al estrellato al circo Orrín.
Richard Bell era un actor de origen ingles que debutó como payaso en Europa, aunque no con mucho éxito, fue hasta su llegada a México que se convirtió en toda una celebridad que se supo ganar el corazón de todos los mexicanos siendo en palabras de sus contemporáneos "más popular que el pulque", incluso se convirtió en amigo personal de Porfirio Díaz y lo llegó a inventar varias veces a su casa donde se reunían para comer.
La gran calidad del circo Orrín lo convirtió en el más popular del mundo el circo se presentaba en su edificio los primeros meses del año y después iniciaba una temporada itinerante, recorriendo todo el país en un tren especial, que les permitía presentar su show desde Baja California hasta Yucatán en una carpa convencional, siempre teniendo un enorme éxito.
El dueño del circo Walter Orrín decidió cerrarlo en 1906 para dedicarse a algo mucho más redituable, la compra venta de bienes raíces en la ciudad de México. Su amor al circo se puede ver reflejado hasta hoy en día en la capital, compró una gran extensión de tierra para levantar una nueva colonia nombrada en honor al primer circo de la historia el romano llamando a los terrenos "colonia roma" una de las más exclusivas y elegantes de la ciudad.
El nombre de las calles que resultan ser varias ciudades mexicanas es donde el circo itinerario Orrín realizó presentaciones y recibió mas aplausos. En 1907 el circo fue comprado por Richard Bell que buscó continuar con su exitoso show y aunque tuvo muy buena aceptación la tensión política iba en aumento y la sociedad mexicana dejó de gastar en espectáculos y comenzó a prepararse para un gran acontecimiento.
La incertidumbre y presión eran tal que se le recomendó a Richard Bell que saliera del país un tiempo en lo que la situación se estabilizaba.
En enero de 1911 a poco de iniciar la revolución salió hacia New York, donde desafortunadamente enfermó de gravedad, unas semanas después recibió la noticia de que su casa había sido saqueada y tomada por los revolucionarios y no solo eso, sino que su tren de igual forma había sido tomado que lo utilizaban para trasladarse de ciudad en cuidad.
Bell moriría a pocos días de recibir la noticia el 12 de Marzo de 1911, su cuerpo nunca fue trasladado a México, por lo que fue enterrado en un panteón neoyorquino, la revolucionaria estructura del circo de Richard fue desmantelada y trasladada a Tampico donde se convirtió en el cine teatro Isabel y a día de hoy es una cubierta para ganado.
agradezco de nueva cuenta al canal de Yuotube Main Watchers www.youtube.com/channel/UCpMSfnlbvJiZzlVb9wYlvfw por proporcionar la información necesaria para la realización de este escrito.
Saúl Serratos.
Gracias por leer.
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Historia desconocida de México
RandomEstas historias de México casi nadie las conoce así que quería compartirlas con ustedes para que hagan conciencia de que México es un país con mucha historia y muy bella y no es solo el país mediocre que piensan los demás (te estoy mirando Estados U...