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Mi nombre es Naruto Uzumaki y esta es mi historia. Les contaré cómo pasé de ser alguien inmensamente feliz a caer en una cruda realidad, al descubrir que vivía un mundo de falsedad..

Vivo en la capital de Japón, tengo veinticinco años y estoy perdidamente enamorado de

Sakura Haruno, una hermosa chica que conocí por casualidad en mi pequeño negocio de lavandería y tintorería hace un año por medio de una cita a ciegas

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Sakura Haruno, una hermosa chica que conocí por casualidad en mi pequeño negocio de lavandería y tintorería hace un año por medio de una cita a ciegas.

En cuánto la vi quedé prendado de ella al instante. Desde que mis padres fallecieron me dediqué a sacar adelante el negocio familiar, dejando mi vida amorosa de lado, siempre he sido alguien muy despistado he imperativo, pero ella es mi calma..

A los tres meses de conocernos, Sakura empezó a frecuentar mi negocio una o dos veces por semana, nos hicimos buenos amigos, ya que platicamos mucho tiempo.

En una de esas largas platicas fue que me atreví a pedirle fuera mi novia y ella acepto, Sakura estudia modelaje y no dudo que un día logré ser famosa, pero yo tengo la ilusión de casarme, formar un hogar, para mí ella es el amor de mi vida, mi mujer ideal..

Y de ahí que le insisto tanto en dar el siguiente paso, pero Sakura no cree en el matrimonio debido que es hija de padres divorciados, cree que el casarse es una manera de esclavizarse, así que día con día trato de demostrarle que eso no es así, que no todos los matrimonios tienen ese trágico desenlace.

—Más Naruto..

—¡Ah! Me encantas

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—¡Ah! Me encantas..

Obviamente no me puedo quejar, tenemos nuestros momentos felices y el sexo entre nosotros es exquisito, en ese sentido estábamos completamente compenetrados y justo hoy nos encontramos celebrando un año de ser pareja.

Lo que no sabía es que esta es la última vez que estaría íntimamente con ella. Ya que estoy por descubrir que Sakura no es lo que aparenta ser, además iba abrir mis ojos y me enterare de toda la verdad al descubrir su falso amor.

[...]

La puerta de la habitación es cerrada y al llegar hasta un sillón de adorno en el lugar..

—¡Agh! Hinata ¡Me vuelves loco!

Un Amor EnredadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora