Paulo Dybala
Llegamos a mi depto e Isabella fue inmediatamente al baño, mientras yo me dirigí hacia la heladera para tomar un poco de jugo. Me serví en un vaso y me tiré en el sillón. Agarré mi celular y vi que tenía diez mensajes de Ginevra. Automáticamente lo bloqueé y guardé.
-Qué hora es? Estoy muerta-dijo Isa mientras se sacaba los zapatos.
-Van a hacer las cuatro y media de la mañana-contesté.
-Ya? Me tengo que levantar en tres hor...-fue interrumpida por su celular. Leyó algo y suspiró aliviada.
-Qué pasó?-la miré.
-Me acaban de pedir perdón por la hora pero se canceló la sesión que tenía en unas horas-se sentó. -Gracias Dios-cerró los ojos y tiró la cabeza para atrás.
Aproveché y la miré de pies a cabeza.
-Qué miras tanto?-preguntó.
-Cómo sabes que te estaba mirando?
-Soy bruja-abrió los ojos y me miró.
-Que graciosa-sonreí.
-Me contas quién es la maleducada que hoy no me saludó?-se paró y se sentó al lado mío.
-Hace falta?-masajeé mi frente.
-Sí, te escucho-se acomodó.
-Es una amiga qu..-me interrumpió.
-Paulo-me miró como diciendo ¿Amiga?¿En serio?
-Está bien, no es una amiga, pero tampoco es algo más. Tuve algo con ella, no te voy a mentir-rasqué mi nuca. -Nunca fue algo serio igual..
-Ya sabía-sonrió.
-Qué?-pregunté sin entender.
Se acercó a mi oído y habló más fuerte.
-Que ya sabía, sordo
-Cómo?-me alejé.
-Tus sobrinos me contaron-se sacó la campera.
-Y si ya sabías para que querías que te cuente?-pregunté aún más confundido.
-Para ver si no me mentías-me miró.
-Sos una viva bárbara vos-me paré a lavar el vaso.
-Che, te jode si me sirvo algo para tomar?-preguntó acercándose a mi.
-Servite lo que quieras-contesté.
Aproveché que estaba apoyada en la mesada y me puse atrás de ella.
-Ya se que estas ahí-dijo en tono de broma.
-Es la idea-dije serio.
Se dio vuelta e impulsó su cuerpo hacia adelante apoyando las manos en la mesada. Nuestros cuerpos llegaban a tocarse.
-No me provoques-advertí.
-O si no qué?-levantó una de sus cejas.
Pasé un brazo por su cintura y la apreté más contra mi. Sorpresivamente ella tomó la iniciativa. Era un beso lento en el que se notaba que había muchas ganas acumuladas.
-Que hermosa sos-dije entre besos.
Estaba embobado.
Mordí su labio inferior y ella gimió.
Escuchamos un ''Ah bueno'' y nos separamos rápidamente. Era Lautaro.
-Qué haces acá?-pregunté indignado.
-Perdón por cortarte el chorro tío-me palmeó la espalda.
-Qué haces acá?-repetí.
-Vine a buscar mi pijama y el de Dolo. Vamos a dormir en lo de la abuela-se fue hacia una de las habitaciones.
-Y los otros dónde están?-me senté en un taburete.
-En lo de la abuela también, ahora vienen-apareció nuevamente. -Che, como se nota que estaban metidos en la situación que ni cuenta se dieron de la puerta-bromeó Lautaro.
-Cortala pendejo-dije.
-Saldrían altos cachorros de ustedes, vayan pensándolo-nos guiñó un ojo.
-Basta-se rió Isa.
-Quiero ser el padrino de uno-dijo y finalmente se fue.
Cagamos. En 5 minutos ya todos se enteraron.
-Cagamos, no?-preguntó ella como leyéndome la mente.
-Por qué? Porque les va a contar a todos? Sí, cagamos-me paré a prender la play.
-Vas a jugar a la play a esta hora?-preguntó.
-Así es. Por qué? Queres que sigamos con lo que estábamos haciendo?-la jodí.
No pasó ni un segundo que ya la tenía sobre mi boca otra vez. Me estaba volviendo loco.
-Ahora anda con la play, te dejo tranquilo-agarró su celular y se acostó en el sillón.
-Me estas jodiendo?-pregunté.
-En cualquier momento pueden venir los chicos..-dijo. Tenía razón.
No es que no quiera que sepan lo que pasó, sino que se los quiero contar más tranquilo, cuando estemos solos. Aunque lamentablemente para mi e Isa, Lautaro nos vio y seguramente ya abrió la boca.
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Instagram (Paulo Dybala)
FanfictionA veces el amor dura, pero en cambio otras veces duele.