Instagram (Paulo Dybala)

Capítulo 62.

Isabella

Meses después.

Hace una semana que me vengo sintiendo bastante mal, no sé que podrá ser. En Argentina me acostumbré a hacerme chequeos todos los meses, acá me descuidé bastante y no seguí con la rutina, mala mía. Mañana finalmente voy a ver a un médico.

Me levanté a hacerme un té y fui de nuevo a la cama, como venía haciendo desde hace tres días. Agarré mi celular y empecé a ver las redes sociales. Me habló Lorenzo y le contesté. Me contó que estaba muy contento con su relación, sí, estaba de novio.

Un día antes de irse, me dijo que había conocido una chica y tenía expectativas altas con ella, lo entendí. Nunca tuve la intención de tener algo serio con él pero agradecí que haya sido claro conmigo desde el principio. Quedamos como buenos amigos.

Si de Paulo hablamos, no sé qué le pasa. De un día para otro empezó a ignorarme, antes por lo menos me saludaba, ahora ni eso. No me molesté mucho en tratar de hablar con él, ya fue.

[...]

Me di una buena ducha con agua caliente, la cual necesitaba un montón, y salí del baño para ir a mi habitación.

Una vez que me cambié y me peiné, fui hasta la cocina a buscar un poco de agua porque la garganta me quemaba. Gripe ya te siento.

Agarré mi celular y antes de tirarme en el sillón, prendí la tele para que me haga un poco de compañía ya que Olivia no estaba y Delfina dormía.

Decidí seguir el mismo camino que mi prima y dormiría una mini siesta.

[...]

Paulo Dybala

Estacioné el auto y me bajé a buscar a Delfina. Cuando llegué a la puerta del edificio, apareció Isabella. Quise volver por donde vine pero era tarde porque ya me había visto. Abrió la puerta.

-Si venís a buscar a Delfina, está durmiendo

Debe ser joda. Ella misma me dijo que venga, no se pudo haber olvidado, aunque evidentemente si lo hizo.

-Pasa si queres, le digo que viniste vos y se levanta en un santiamén-chasqueó los dedos.

-Estas segura?-asintió.

Es raro estar acá con ella. La estuve ignorando mucho en este último tiempo, así como en su momento ella hizo lo mismo, con la diferencia de que a mi no me gustaba para nada este jueguito.

Después del beso que nos habíamos dado esa vez, hablé con Delfina, más que nada por su insistencia, porque yo ni quería tocar el tema. Me quise convencer de que todo lo que dijo era verdad; que Isabella ya estaba en otra, que ella no se merecía que le este atrás todo el tiempo, entre otras cosas. Sé que me lo dijo para ayudarme pero también sé que la relación con su prima no es la mejor y siempre va a tratar de dejarla mal parada.

Isa le dejó algo al portero y me hizo una seña para que la acompañé hasta el ascensor. Entramos los dos y empezamos a subir. Íbamos en silencio y era bastante incómodo, al menos para mi. Cuando estábamos por el cuarto piso, se escuchó un golpe y el ascensor de un momento a otro, se paró.

-Me tenes que estar jodiendo-Isa empezó a apretar cualquier botón, desesperada.

-Para, voy a ver si puedo hacer algo-la corrí e intenté hacer que ande pero no había caso, se había trabado.

-Un mes estuvieron arreglando el ascensor y mira lo que pasó-se arrastró por la pared y se sentó.

-No tenes el celular para avisarle a alguien?-negó.

-Tampoco me acuerdo el número de nadie

-Yo tengo el número de Delfina, la puedo llamar

-Vos estas mal de la cabeza-apoyó la cabeza en la pared. -Avisale a Mariano así le avisa a Olivia y..

-Ya entendí-la interrumpí. 

[...]

Lo llamé un par de veces y nada. Le mandé un mensaje hace 15 minutos y tampoco contestó, parecía apropósito. Me resigné y me senté al lado de mi ex.

-Vamos a estar acá un tiempo me parece-me giré a mirarla.

-La verdad, un castigo

-Tan mal la pasas conmigo?

-Ah, ahora se te dio por hacerte el simpático-me devolvió la mirada. -Cómo pretendes que te trate si me estas ignorando como un campeón hace rato ya

-Perdón..

Rodó los ojos. -Sabes cuántas veces te escuché pedirme perdón?

-Perdón, en serio-entrelacé mi mano con la de ella. -Es que, sinceramente, pensé que si te ignoraba, te iba a poder superar

Mordió su labio. -Bueno, me lo podías haber dicho, no?

-Sí y te pido perdón por milésima vez-le acaricié la mano. -Es que después de hablar con Delfina sobre lo que pasó aquel día..

Abrió bien los ojos y me miró. Creo que fue mala idea abrir de más la boca.

-Hiciste qué?-se soltó y se puso de pie. -Por qué siempre tenes que darle explicaciones sobre cosas nuestras?

-Me quiso ayudar, supongo-me puse de pie también.

Negó. -Te quiere coger, Paulo

Si supieras, mi amor.