Hola a todos!!
Aquí les traigo otro capítulo.
Bueno, son varios avisos:
El primero es que este capítulo es corto porque planeo ciertas acciones según la canción, y las dos primeras pues en sí no dicen mucho de la historia, además que en parte está inspirado en el libro. Por ende, lo más probable es que este fic tenga 17 capítulos más o menos y quizá un epílogo.
Segundo: les traigo una pequeña dinámica, pero lo diré al final XD.
La canción de este capítulo es Obertura, les dejo el link arriba.
En el siguiente capítulo veremos muchas más cosas acerca del fantasma y saldrán más personajes... no quiero decir más, hay mucho spoiler XD, sólo una cosa más: ya tengo el dibujo del fantasma, una persona lo hizo, pero acordamos presentarlo un poco más tarde.
Espero les guste el capítulo, si es así, comenten y voten por favor =).
Ya saben, Yuri On Ice no me pertenece.
Capítulo II: Imposición.
Esa noche, Yuuri danzaba sobre el hielo, no realizaba saltos, pues estaba cansado, pero sentía que debía seguir un poco antes de dormir.
Cuando regresó a los vestidores y se quitó los zapatos, encontró en la banca frente a su locker, un pequeño chocolate con forma de conejo envuelto en papel dorado, y en su cuello tenía un delgado listón rojo atado en un moño. Abajo había un papelito doblado, y cuando el pelinegro lo tomó y lo abrió, era una pequeña nota con una hermosa caligrafía que decía: "Buen trabajo".
Yuuri sonrió, su maestro no daba halagos porque sí, y sólo cuando realmente hacía bien las cosas, lo felicitaba. Se puso sus zapatos normales, guardó los patines, cerró el locker y tomó al conejito entre sus manos para comerlo en su cuarto. Amaba el chocolate, y sentía que era un lindo detalle por parte de su maestro.
Al día siguiente, se preparó para el ensayo del día de la competencia. Sería su debut, y quería hacer sentir orgulloso a su maestro, porque aunque no lo viera, sabía que él sí lo veía.
Primero desayunó algo ligero pero que le diera energías, un poco de avena, fruta, té y algunas galletas por el azúcar. Luego, mientras hacía la digestión, se duchó y se preparó para el ensayo. Primero se fue al aula de ballet a estirar y calentar, además de practicar algunos pasos.
Pasada una hora, se puso sus pantalones negros y una sudadera azul. Se colocó los patines y esperaba su turno para entrar a la pista cuando Yakov entró y habló en voz alta.
-Mi hijo llegó hoy. Es una suerte, la competencia es en tres días y debe entrenar. Te lo encargo, Celestino. –El mencionado asintió y el dueño miró hacia la puerta por donde entró. –Pasa. -Un joven pelinegro, alto y con ojos azules entró a la pista con una sonrisa arrogante y un porte altanero. –Él es Jean Jaques. Pronto te haré llegar la lista de los turnos de los patinadores, Celestino. –Y Yakov se fue sin decir más. Su hijo dio un recorrido visual por el lugar.
-Como mi padre dijo, mi nombre es Jean Jaques, pero pueden decirme JJ. –Todos saludaron sólo con un movimiento de mano, no lo conocían, no iban a darle abrazos y besos, cosa que quizá esperaba JJ.
-Bien, Jean, tu turno será después de Pitchit. Por favor, fórmate. –Tal vez la palabra "formarse" no estaba en el vocabulario de JJ debido a la mueca que hizo, pero como Celestino lo ignoró, no le quedó de otra.
Yuuri miraba con curiosidad al nuevo integrante cuando un golpe seco se escuchó en el lugar y rebotó en eco. Todos se miraron unos a otros, negando haber sido los causantes. Celestino se puso algo pálido.
-Quizá fue el fantasma. –Dijo para sí mismo. –No creo que le agrade mucho el nuevo patinador, pero no puedo hacer nada... -Hizo una pausa y luego habló fuerte. –Creo que por hoy deberíamos descansar, ustedes han trabajado mucho, y el estrés no es buen aliado. Nos vemos mañana para el ensayo general. –No quería ser blanco del fantasma, y por eso prefería un millón de veces un regaño de Yakov que una de las venganzas del fantasma por las cuales era tan temido.
-Celestino, ¿Puedo quedarme? –El entrenador asintió a Yurri, aparte de la amabilidad del muchacho, no podía negarle entrenar porque eso molestaba al maestro del chico.
-Claro, sólo cierras todo. –JJ se acercó al hombre de cabello largo.
-¿Y ése quién es? No recuerdo haberlo visto en competencias.
-Nunca ha competido. Su nombre es Yuuri Katsuki. Ésta será su primer competencia. –Jean rió un poco bajo, el chico se veía algo torpe e inseguro, a tal grado que incluso era tierno. Ambos caminaron hacia donde los patinadores se estiraban antes de las competencias.
-¿Y cómo llegó aquí? Que yo sepa, éste lugar es para competidores, no para niños. –Un pedazo de hielo cayó entre Celestino y JJ, ambos miraron hacia arriba pero no había nada. El hombre mayor hizo una mueca.
-Te recomendaría cuidar tus palabras, al menos cuando yo esté cerca. –Celestino supo de quién provino esa advertencia, pero sabía que el chico ególatra no le creería, y no pondría en riesgo su seguridad personal por ese idiota. –Y respondiendo a tu pregunta, Yuuri vino aquí cuando era muy joven. Su padre era jugador de hockey, y su madre fue patinadora, pero falleció cuando Yuuri tenía cinco años. Después de eso, su padre cayó en depresión y también murió. Yuuri quedó al cuidado de su hermana Mari, quien era bailarina de ballet, y él también estaba involucrado en esa disciplina. Minako; la anterior dueña; lo vio en los ensayos y le habló del patinaje. Él se interesó y llegó aquí, pero constantemente viajaba por su hermana que hacía sus presentaciones y no se quería separar de ella. Pasaron muchas necesidades un tiempo, pero luego Mari ganó popularidad y pudieron tener una vida mejor... hasta que ella falleció también por una enfermedad respiratoria. Desde entonces, Yuuri vive aquí. Su familia fue sepultada en un cementerio cercano al que él acude a veces. Yo soy su tutor, al igual que de Pitchit.
-¿Y es bueno patinando?
-Sí... bueno, antes era excepcional... pero ahora lo siento un poco más triste, desde que falleció Mari no ha bailado como antes. Ambos miraron hacia la puerta que dirigía a la pista de hielo.
Mientras, Yuuri ejecutaba su rutina, pensaba en el ángel del que le había hablado su hermana durante su enfermedad. Ella, en cama y en muy mal estado, le contaba historias acerca de que todas personas tienen un ángel que los guía en su vida para que destaquen en algo. Ese ángel los cuidaría por siempre, sería un guía y un maestro. Él le preguntaba si ella pudo ver a su ángel del ballet y su hermana le contestó que no, que sólo pocos pueden escucharlos y más aún, son menos los que siguen sus consejos. Mari le prometió que cuando ella falleciera, le mandaría un ángel para que lo cuidase ya que ella no podría seguir haciéndolo.
Con esa última promesa, falleció, dejando un documento donde le otorgaba su custodia a Celestino, era el único en el que confiaba para que su hermanito pudiese seguir con su prometedora carrera en el patinaje.
Pero Yuuri se mantenía paciente esperando al ángel que su hermana le había prometido. Mientras, aún con su luto, trataba de esforzarse en sus clases para no decepcionar a aquél ser que ya no lo haría sentir solo.
Y efectivamente, Yuuri conoció a su ángel.
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Bien, dinámica XD:
Espero que para el siguiente capítulo (depende de algunas cosas del fic) habrá dedicatoria para aquellos que adivinen quién será el fantasma de hielo.
Digo que no es del todo probable que sea en el siguiente capítulo porque depende del contenido, pero de que habrá dedicatoria, la habrá.
Así que, ¿Quién creen que será el fantasma de hielo? Dejen su comentario aquí =D, y si le atinan, tendrán su dedicatoria. --->>>
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El fantasma de hielo. | Yuri On ice. | Completo. | Yuyuu.
FanfictionInspirada en el Fantasma de la Ópera. Un fantasma ronda en una pista de hielo, pero nadie sabe quién es. Hermoso, grácil y talentoso en su patinar, pero debe ocultarse tras las sombras debido a su aspecto. Yuuri es un joven patinador que quiere gana...