El fantasma de hielo. | Yuri On ice. | Completo. | Yuyuu.

Capítulo IV: Debut

Hola a todos!!!

Sé que dije que actualizaría La aventura de los mellizos, de hecho tengo una parte, pero no tengo el número de hojas que quiero y por eso no he publicado.

Este fic me es más sencillo en algunas partes porque sólo abarco las partes correspondientes a la canción y no es mucho texto XD.

Les agradezco sus votos y comentarios =D, y este capítulo va dedicado a KikoCipher y a agelita1120. Faltan dedicatorias, pero serán en el siguiente capítulo que ya sale el fantasma XD.

La canción de este capítulo es Piensa en mí y Yuri On Ice les dejo los links.

Espero les guste el capítulo, si es así, voten y comenten por favor =).

Ya saben, Yuri On Ice y El fantasma de la Ópera NO me pertenecen.

Capítulo IV: Debut

Yuri se estaba arreglando el cabello en su cuarto mientras sus manos temblaban. ¿Y si lo hacía mal? ¿Y si se reían de él? Peor aún... ¿Y si decepcionaba a su ángel de hielo? Jamás podría perdonárselo.

Sus manos comenzaron a temblar, cuando se escuchó como si una puerta cerrara, volteó y vio en su cama un pequeño brazalete de plata. Seguro era del ángel. Lo tomó entre sus manos junto con un pequeño papel doblado, y cuando lo abrió, sólo confirmó su teoría. Conocía a la perfección esa caligrafía. Una simple palabra: ¡Suerte!. Y al lado, había el sencillo y tierno dibujo de un cerdito.

Le dio un pequeño beso a la tarjeta y se colocó la pulsera. Su ángel creía en él, y seguro lo ayudaría en su rutina del hielo. Se puso sus tenis y salió con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

La competencia empezó con una pequeña rutina por parte de unas chicas principiantes en el patinaje que realizaban algo sencillo. Fue eterno para todos, pero por fin empezó el turno de los competidores.

El primero en salir, era Yuuri, por ser el más novato, porque era su debut y casi nadie lo conocía. El japonés trató de ignorar esto y entró a la pista, saludando como si fuese un profesional.

Se colocó en posición mientras esperaba la música.

El son empezó mientras el comentarista hablaba sobre la melodía llamada "Yuri On Ice", una canción que el chico presentó para realizar en su programa corto, y negó haberla compuesto, simplemente dijo que fue un regalo de alguien que quería permanecer anónimo.

En el jurado, Viktor no quitaba su vista de encima, recordando ese cabello que se mecía al son de su dueño. Esos ojos entre café y rojizo. ¿Podría ser...?

Yuri hizo saltos sencillos, pero en ninguno se cayó, sólo el final fue un poco complicado, y terminó en una pose donde miraba al público agradeciendo de antemano, su atención.

Todos aplaudieron, entonces Viktor abrió los ojos sorprendidos, y por un momento se olvidó de que era juez.

-¿Podría ser...? –Susurró. -¡Lo es! –Dijo en voz alta. -¡Yuri! ¡Bravo! –Aplaudió mientras se levantaba del asiento, dejando a un lado que era juez, que debía ser imparcial. "Mi amigo de la niñez... aquél pequeño al que le enseñé a patinar. Por fin nos volvemos a ver. Tal vez tú no me recuerdes, pero yo a ti sí". Pensó el albino mientras sus ojos azules adquirían un brillo especial.

Yuri logró reconocer esa voz que había escuchado el día anterior y miró hacia el jurado, saludando a Viktor con una sonrisa, pensó que quizá Viktor sólo había emocionado y aún no lo recordaba. Luego dio una reverencia hacia el público y salió de la pista. No esperaba regalos, porque era un Don Nadie en las competencias, pero se sorprendió cuando al darse la media vuelta, vio a varias niñas recogiendo flores en la pista.

Se sentó en el Kiss And Cry con Celestino, quien le daba unas pequeñas palmadas en la espalda.

-¡Felicidades, Yuri! ¡En tu debut brillaste como nunca! –Mientras, el pelinegro miraba al piso con ojos brillantes.

-Fue el ángel, Celestino. Antes de comenzar la competencia, estaba realmente nervioso, pero él me hizo sentir que estaba conmigo que confiaba en que lo haría bien. –Miró al hombre. –Gracias a él, pude dar lo mejor de mí.

Celestino le devolvió una sonrisa un tanto insegura, pero Yuuri no lo notó. Al entrenador le preocupaba el cariño tan grande que tenía Yuuri hacia su "ángel". Temía que el chico saliera lastimado, esperaba que nunca viera el lado real del fantasma de hielo.

El momento de conocer el puntaje llegó. Ambos se sorprendieron mucho, Yuuri tuvo un 90.02, para ser su debut era realmente algo sorprendente. Celestino aplaudió mientras el menor sólo hacía una leve reverencia para agradecer, esperó un tiempo prudente, se levantó y se fue tras bambalinas, cuando se aseguró de estar solo, besó la pulsera de su mano.

La competencia continuó, y todos pasaron a realizar su rutina.

Lo que sorprendió a todos, fue el ranking final... y es que el primer lugar era de Yuuri, seguido por J.J. y luego Pitchit.

Esto no le hizo ninguna gracia al rey, pero aún faltaba el programa libre que sería en algunos días, pues por causas de fuerza mayor en Rusia, se tuvo que posponer la competencia libre.

Hubo una pequeña entrevista hacia los tres que iban a la cabeza después de la competencia. Entrevista que J.J se robó, pues Pitchit se aseguraba de posar para la cámara, y Yuuri estaba muy nervioso y prefería sentirse invisible, en cierto modo agradecía cuando los reporteros le preguntaban algo y J.J. respondía, pues no sabía qué decir.

-Es sólo el programa corto, en el libre se decidirá quién será el ganador, y por supuesto, seré yo. ¡Recuerden It's J.J. style! –Fue una de sus declaraciones e hizo un ademán con sus dedos.

Al terminar todo, Yuuri regresó muerto de cansancio a su habitación y pudo notar que todas las flores que le habían regalado, allí estaban. Pero la que más destacaba era la que estaba en el centro de la habitación. Ésa era más roja que las demás, era más grande y estaba floreciendo. En el tallo tenía un listón negro atado en un moño y a los pies del jarrón donde se encontraba, había un pequeño conejito de chocolate con el moño rojo en su cuello. Esta vez no había nota alguna que lo acompañara y Yuuri había lo que significaba. Tomó la rosa entre sus manos y la olió.

Su momento se rompió cuando la puerta fue tocada. Intrigado, se acercó y abrió, dejando ver a Viktor con un ramo de rosas y una sonrisa algo boba.

-Estuviste perfecto esta noche, Yuuri. Sé que soy juez y mi posición no me lo permite, pero quise traerte estas flores. –El pelinegro las tomó algo ruborizado. –Tal vez no me recuerdes pero...

-Sí te recuerdo. –Los ojos del mayor brillaron con emoción. Yuuri le sonrió. –Gracias por las flores.

Ambos se quedaron callados un momento. -¡Eh! Te invito a cenar, para felicitarte por tu gran debut! –Yuuri cambió su expresión a una alarmada.

-Y-yo... no puedo... lo siento.

-¿Pasa algo? –El pelinegro le dio la espalda.

-N-no, pero no es prudente salir... eres juez y eso podría verse mal... quizá en otro momento... -Yuuri se notaba ansioso y tartamudaba.

-Creo que tienes razón... pero...

-¡Gracias por tu felicitación! ¡Daré lo mejor en el programa libre! ¡Buenas noches! –Y el japonés prácticamente le cerró la puerta en la cara a Viktor, supo que fue grosero, pero no quería hacer enojar al ángel.

Cerró la puerta con seguro y se cambió su traje de patinaje a algo más cómodo: unas mallas de ballet blancas, un short de licra corto negro y una camisa holgada sencilla que llegaba a la mitad de su cintura. Se puso sus zapatos de baile y se sentó en su cama con el ramo de rosas de Viktor entre sus manos.

Un golpe en seco se escuchó y Yuuri se puso alerta mientras notaba el eco del lugar.

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Los que respondieron en el capítulo anterior ya los tomé en cuenta, pero los que no han comentado, ¿Quién es el fantasma para ustedes? Si comentan aquí y le atinan, les haré dedicatoria en el siguiente capítulo junto con los del capítulo anterior que ya le atinaron, además que les mostraré el dibujo del fantasma que hizo una amiga.