El merodeador.

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Era noche cerrada en la ciudad, solo la mortecina luz de las farolas se atrevía a interrumpir aquella oscuridad. Entre las sombras solo un Oscuro se movía, con cada paso que daba se acercaba más a aquella solitaria casa. Sus pasos no hacían ruido, es más nada en su oscuro ser hacía ruido. La lluvia caia a raudales, pero a él no parecía importarle pues vestía el color de las sombras. A cada paso estaba más próximo de su objetivo, la misión era sencilla: Llevar a la chica a Dalcria, allí Nebur la transformaría, se volvería más poderosa aún de lo que ya era. Ella era una Luz, una de las más poderosas hasta la fecha, pero no podía continuar siendo así, en el bando equivocado suponía un peligro para Nebur, el señor de la Medianoche.
Esa chica suponía la diferencia entre la victoria y la derrota, y ya había tenido lugar suficiente lucha para tomar una decisión tan drástica.
Su padre se lo había dejado lo suficientemente claro, traer a la chica viva. Si no cumplía su misión, las consecuencias serán terribles. Pues ser el hijo del futuro señor de toda Keah, no siempre era algo bueno. Tenía que estar a la altura de su padre, un ser tan frío y destructivo como él, pues algún día ocuparía su lugar en el trono. Pero cada vez le costaba más seguir sus órdenes, sufría cuando tenía que matar a inocentes, a niños y a sus madres, destruir poblados pequeños. Estaba cansado de matar, pero no tenía otra opción. Era un Oscuro, descendiente de Crinthus, dios de las Sombras y si de algo estaba seguro, es que había nacido para gobernar Dalcria. Con o sin remordimientos. Pues cuando deseaba algo, nadie ni nada podían detenerlo. Pero en este confuso mundo las cosas pueden cambiar y todo da vueltas, y para el Oscuro, todo será diferente a como lo conocía. Pues todos escondemos un corazón en el lo más profundo de nuestro ser.
Pero los sentimientos que intentamos ocultar, se enredan en el alma, pasando factura en nuestras vidas, avanzando tristemente en agujeros de miedo, ocultos por el orgullo. Atrapados en mentes únicas.

Luces nocturnasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora