- ¿A que te refieres con que es culpa mía?- Pregunté con toda la ira posible- ¿Como voy a ser yo la responsable de esto? Si hasta hace dos días no sabía nada de este mundo y mucho menos de ti.
- Lo creas o no la ignorancia es aún más peligrosa que el conocimiento. Tú eres lo que buscan y lo que a provocado toda esta maldita guerra.
- No te entiendo. Yo solo quiero volver a mi casa, estoy cansada de ti y de tu secretismo, de los Luces, de los Sombras, de los bichos que quieren matarme y sobre todo de pensar que me vas a matar cuándo en realidad sé que te gustaría ayudarme.- Dije todo esto de sopetón sin pensar en las consecuencias de lo que había dicho, vi la ira reflejada en el rostro de Abdel. Vi como levantaba el brazo para darme una bofetada, pero la mano no llegó a estamparse contra mi cara pues mi agresor estaba levitando a cinco metros del suelo.
-¡Bruja, bájame de aqui!- Lo dijo con un tono que habría asustado a un oso, pero ahora que sabía que no podía hacerme daño no me daba ningún miedo, es más me sentía más fuerte que él. Me sentía poderosa.
- Tendré la misma piedad que tuviste tú conmigo, ninguna.
- ¿Es que no aprendiste la lección en la laguna? Sin mí no puedes salir de este maldito bosque, para una Luz como tú este bosque es una trampa mortal. Sucumbes a tentaciones a las que un Sombra no haría ni caso, aun que luego salgas de ellas inmune. Has demostrado estar dotada de los mayores poderes desde los tiempos de la primera Luz Baélica. No temas por tu vida pues en la Corte Tenebrosa tan solo te enseñarán a controlar tus poderes y como mucho intentarán convertirte a los Sombras.- Esto me dejó estupefacta pues esperaba que me despellejaran viva nada más llegar y que le dieran mis restos a los perros satánicos que tengan allí.
- ¿Me ayudarán a controlar mis poderes?- Abdel asintió con mucho énfasis.- ¿Podré volver a mi casa cuándo todo esto acabe?
- No lo creo Assil, tus padres eran unos proscritos y el Consejo intentará apoderarse de ti en cuánto acabe tu entrenamiento. Yo te prometo que te ayudaré lo máximo que pueda, pero me tienes que hacer caso en todas las indicaciones que te dé y sobre todo intenta no matarnos a los dos, pero lo primordial es que me bajes de aquí.
- Mira en primer lugar no quiero ni necesito tú ayuda, soy más poderosa que tú y sabes que no puedes hacerme daño. Lo que si que es curioso es que derrepente cuándo te cuelgo boca abajo te vuelvas amable. No sé que eran mis padre y tampoco sé lo que soy, pero si les pasa algo mataré a todos los que hagan falta para satisfacer mi dolor.- A medida que me iba desahogando Abdel iba descendiendo lentamente.- ¿Y que es eso del entrenamiento y de que se quieren apoderar de mis poderes? Si quieres que vaya contigo tienes que explicarme mejor de que trata todo esto y porqué soy tan importante para esta estúpida guerra.- Cuándo acabé con mi discurso mi maligno acompañante ya estaba en el suelo a tres metros de mí y con cara de pantera enfurecida. No tuve tiempo para protegerme pues nada más pisar tierra ya estaba encima mia.
- Apartir de ahora harás lo que te diga.- Me puso una especie de cinta negra en las muñecas y por mucho que forcejeara no era capaz de liberarme.- Por mucho que lo intentes no podrás liberarte de esas esposas, pues están hechas de los poderes más oscuros de toda Dalcria. Llevamos caminando todo el día asi que va a ser hora de descansar.
- Eso dilo por ti por que yo no pienso descansar hasta que averigue todo lo que está pasando. Mientras aún quede un poco de vida en mi cuerpo no pienso parar. Intentaré escaparme siempre que se me presente la oportunidad y no dudes que te voy a matar ti y a cualquiera que se interponga en mi camino.
Abdel
- Larossutarbul.- Dije cansado del incipiente ataque de furia de Assil. La chica cayó rendida nada más decir el hechizo. Le agarré la cabeza para que esta no se estampara contra una piedra e improvisé una almoada natural con hierbas y hojas. Le eché mi cazadora de cuero por encima. Puede que no me cayese bien pero era valiosa para los Oscuros y una arma muy peligrosa en el bando contrario. Menuda casualidad, su señor padre le había mandado a apagar a una Luz poderosa, pero no tanto como lo era en realidad y resulta que no es tan simple. Al contrario, es la que tanto tiempo llevaban buscando. Era el arma que necesitaba su padre, Nebur, señor del país de los Sombras, señor de Dalcria. La observé dormir, a su manera era atrayente, tenía la despeinada y oscura melena por la altura del hombro. Era bastante alta, más aún que la mayoría de humanas, pero lo que más me impresionaba eran sus ojos, los había visto brillar de diferentes maneras en el corto tiempo que llevaban juntos y sabía que nunca encontraría unos tan hermosos. Por mucho que le doliese, nunca reconocería que cuándo su padre la matara lloraría.
![](https://img.wattpad.com/cover/18719632-288-k186651.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Luces nocturnas
FantasyNo hay espacio para el amor en esta historia, amar significa morir y una persona amada corre peligro de muerte. No hay lugar para la alegría, pues los escasos momentos de felicidad se castigan severamente, no por culpa de alguna estúpida ley, sino p...