Nuestra gran historia de amor

No me tortures más

Ahora si  >:v lo que esperaban leer, se ponen bien calientes hdsptm 
Por cierto,pensé una canción espeeeeeeeeecial para este momento, le dan play al vídeo arriba del titulo cuando yo les diga, para inmortalizar el momento (8

Todo sucedió un verano donde el pequeño mexicano de 15 años  ya había igualado la estatura de su ahora novio.

La confianza de la familia por el joven Hamada era tan grande que aceptaron que se llevara a su hijo de vacaciones. Claro, no esta de mas mencionar que el noviazgo adolescente de dos años era solo un secreto entre ambos y... entre los primos del mexicano.

Los cuatros se encontraban en un concierto en playa del carmen, disfrutando del calor y la música en vivo sintiendo sus cuerpos libres, excepto por el nervioso japonés que no podía hacer mas que ver a su novio saltando de un lado a otro sin camisa junto con sus primos.

Después de dos años se había sorprendido de cuanto había cambiado el cuerpo del mexicano, ya no era bajito, ya no era delgado y frágil. Al contrario, tenia unos brazos fuertes en los que a veces perdía sus pensamientos. No podía evitarlo. Dos años solo siendo victima de las provocaciones del mexicano sin conseguir nada tenia al japonés frustrado. 

Por otro lado, el mexicano se sentía de peor manera. Las hormonas en su quinceañero cuerpo lo tenia mil veces peor. Veía a su novio cubriéndose del sol con una palmera, no resistió sus pensamientos al ver como se untaba el bloqueador por todas partes. Afortunado bloqueador.

Los primos no podían evitar sentir las miradas que el chino le daba a su primo Miguel. 

  — Yo creo que te toca sobre, primo.— Abel se burló sin saber que la pareja no habían pasado de los besos húmedos y ciertos roces sobre la ropa. 

  — ¿qué?— naturalmente no entendía. 

— Que probablemente te toque suerte esta noche—Afirmo Marco entre risas. El mexicano ladeo la cabeza confundido. ''Inocente...demasiado inocente'' pensaron los primos al verse uno al otro atonitos. No podían creerlo. Dos años de noviazgo y...¿nada?—no me digas que...

  — No puede ser— abrieron la boca a par sintiendo lastima por el japonés.— ¿Tienes en cuarentena al chino o que? 

  — ¿Cuarentena?— recibió un golpe de Marco en el brazo. Haciendo que este soltara un quejido.— ¡Oye!

— Pobre chino, las ha de tener azules.— Abel negó tristemente. 

  — No estoy entendido esta charla.— frunció el ceño molesto.  El par estaba apunto de explotar ante su nada inteligente primo. Pero se les prendió el foco. Tal vez deberían ayudar a que ambos subieran de nivel.

El plan ya estaba listo después de murmullos entre los traviesos primos. 

Si bien su primo no era inteligente solo iba a entender las suplicas calladas de Hiro, por la música.

Y el nipón solo le faltaba valor. 

  — Hola querido primo político.— Abel extendió un vaso hacia Hiro, ya estaba cumpliendo la parte de su plan. Animarlo con un poco de alcohol al japones que no había probado ni siquiera una gota en sus 17 años de vida.

  — No bebo...— rechazó el japones amablemente. Pero Abel no quitaba el vaso de su frente. No iba a ceder. Por lo que terminó aceptándolo. 

— Salud por ti primo.— se carcajeo al ver como el japones se bebió de una el vodka que quemaba su garganta provocando que tosiera fuertemente. 

Fue un total de tres vasos que el japones se empinó gracias a Abel. Podía sentir el calor en su piel pero no estaba ebrio.  

  — Diviértanse.— dijo Abel despidiéndose de Hiro y abriéndose paso ante la multitud de gente que bailaba en el concierto.