LOS SENTIMIENTOS FLUYEN POR TODO EL AIRE

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Las cosas no suelen salir como uno quiere como por ejemplo el amor, nadie elige de quien se enamora ni de quien fijarse y cuando eso ocurre no se puede evitar.

No solo eso sino todos esos hermosos recuerdos que compartimos nunca se irán de nuestros corazones y eso es el mayor tesoro que alguien podría tener, como en este álbum que tengo en mis manos, aquí se ven todos los momentos más divertidos, momentos mágicos y a la vez dulces que nunca se podrán olvidar.

Dos autobuses escolares llegan a una parada, donde se ve un pequeño edificio, rodeado de árboles, con dos pequeñas estatuas de animales a ambos lados, se detienen en seco, las puertas se abren y los alumnos van bajando poco a poco, Sandra estira sus brazos y se asoma al asiento de su amiga.

-Que bien, al fin hemos llegado.

-Sí, por fin -dice Ellie con mala cara.

-¿Ocurre algo? ¿No te veo con buena cara? -se mete Eliot en la conversación de las dos chicas.

-Estoy bien Eliot, solo necesito sentarme un poco -dice Ellie poniéndose la mano en la boca para no intentar devolver la comida.

Sandra ve como la cara de su amiga empieza a transformase poco a poco a cara de asco, al verla, empieza a gritar para que no vomite dentro del autobús, pero es demasiado tarde, no puede contenerlo más y lo echa todo en el suelo, todos empiezan a correr, a abrir las ventanas para ventilar un poco, dos jóvenes están observando como los del otro vehículo corren.

-Parece que los de la otra clase se divierten -se ríe Néstor.

-Eso parece.

Néstor le echa una mirada malvadamente a su amigo, haciendo que un escalofrío le recorra el cuerpo, al mismo tiempo, una chica morena está sentada en un pequeño banco con las manos en la cabeza, bastante mareada por el trayecto y Eliot se acerca hacia su amiga con una botella de agua en la mano.

-Toma, seguro que te sienta mejor, pero bebe despacio o lo echarás de nuevo.

-Así lo haré, gracias por el consejo.

Ellie abre el tapón de la botella despacio, empieza a beber trago a trago para que no se le revuelta el estómago, al verlo dos muchachos se acercan hacia ella preocupado por su estado.

Levanta la cabeza despacio, viendo a dos chicos, uno de cabello marrón corto, una sudadera de color verde, con una mochila de color roja en el hombro, con un pantalón de chándal de color blanco con puntos, a su lado un chico moreno con el pelo un poco más largo que él una chaqueta abierta de color roja, una camiseta negra con dibujos debajo de ella, una bolsa de rayas amarillas con naranja y unas mallas de color lilas.

-Hola Néstor, Arturo no os preocupéis, solo se ha mareado en el bus, nada más -le responde Eliot.

-Mientras descanse un poco se sentirá mejor -salta Sandra poniéndose con ellos.

-Nosotras la llevamos a la habitación para que descanse, no molestéis y sobre todo tú Eliot que te veo -se acerca una compañera rubia con gafas hacia ellos.

-Vale -le dice Eliot con las manos estiradas.

-Más te vale -le echa Sandra una miradita de las suyas para intimidar a su amigo.

Sandra junto a su compañera se llevan a Ellie de ahí despacio para que no se maree, al ver que ya no están en su campo de visión, Eliot se gira hacia sus dos queridos amigos que han venido a ver cómo estaba corriendo, al mirarle con esos ojos, él se va poniendo nervioso por la forma en la que le mira.

-Vaya que casualidad encontraros a los dos aquí.

-Es que vimos que estaba mal y mi querido amigo ha querido ver como se encontraba ¿Verdad, Arturo?

Amor escolar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora