En la entrada de una ya conocida mansión, se encontraba una cámara grabando de manera despreocupada la puerta esperando un aviso que le indicara el momento de empezar.
Un "ahora" se escuchó detrás de las cámaras y de un momento a otro la cámara volvió a grabar alineadamente y a la velocidad de la luz abrir la puerta, aún con la misma intensidad corrió por toda la sala hasta dar de lleno con la escalera curvada, y subirla rápidamente pasando por los pasillos y abrir de una patada la puerta....
Donde un castaño muchacho se encontraba completamente desnudo con unos boxers en sus manos.
—¿¡Ustedes?! ¿¡Qué hacen aquí?! —habló enojado, importándole poco su desnudez, acercándose hacia a la cámara hecho una furia—. ¡Yo ya hice las entrevistas! ¡Ya uno no puede parejarse tranqu-- ¡A-Ah! ¡Hey! —la cámara grabó la puerta cerrarse de lleno en la cara de Simón cuando el que la manejaba la cerró con rapidez al no ver a dicha rubia en la habitación.
Cambiaron de dirección y rápidamente se dirigieron por los pasillos hasta dar con otra puerta, esta vez tocaron.
Y ahí estaba, Ámbar les abrió la puerta.
(...)
Ámbar se sentó frente a las entrevistadoras ya conocidas, quien las miraba de manera divertida, ya que sabían todas las preguntas que se le venían a la rubia ojiazul.
Después de unos minutos, la entrevistadora de pelo más oscuro, habla.
—Ámbar, ahora que sabes como funciona, vamos a empezar con las preguntas.
Unos segundos más tarde, la primer pregunta se proyecta en la pantalla.
—Mirá, bonita, nadie va a poder robarme a Simón. Simón es mi... —piensa unos segundos antes de responder, sabía que no podía decir la verdad, pero de igual modo no le gustaba no decirla—. No, simplemente, no me lo va a quitar. Ah y... Alguien me comentó por ahí que hace unos días fue tu cumpleaños. ¡Feliz cumpleaños! Espero que lo hayas pasado hermoso.
Las entrevistadoras sonríen, ambas sabían muy bien esa respuesta, pero no la iban a decir.
Ámbar, estaba colorada, pero no se le notaba a causa del rubor. Mira a su entrevistadora y le sonríe asintiendo, autorizándola a leer la siguiente, la cual se proyecta luego de unos segundos.
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Simón, el pervertido.
Fanfiction-¿Podrías, por favor, parar un poco? -gruñó enojada Ámbar alzando las manos exasperada, mientras Simón solo se dedicaba a reír. -¿Pero qué tiene de malo que te diga que estás muy bonita hoy? -preguntó vertiendo el té en la taza frente a la chica. Á...