12

1.2K 98 98
                                    

Leer la nota del final, plox.

Simón.

Simón miraba maravillado la actuación de "La pareja" más deseada.

Su boca ligeramente abierta mientras asomaba la cabeza desde detrás del escenario, escondiendo el cuerpo en las cortinas, viendolos sonreír y agradecer al público—.  Son buenos —murmuró sin cambiar de expresión.

—Demasiados —una voz habló demasiado cerca sorprendiendolo, giró y vió a Luna justo debajo de su cabeza mirando atentamente el show al igual que él.

—Ella lo hizo increíble —murmuró recordando cada nota cantada perfectamente melódica que salió de la boca de la rubia—. ¿Te imaginas como debe gemir? Un gemido de la escala de Do, Re, Mi, Ah~ —comentó hacíendo a Luna girar los ojos.

—No creo que sus gemidos sean así contigo, Simón —comentó viendo a la pareja de la rubia sonreír.

"Que grandes dientes tiene."

—¿Por qué dices eso, Luna? —preguntó mirando a la castaña.

—Porque gemiria así si le dieran despacio y con amor. Si lo haces tú no le dejarías tiempo ni para gemir, me entiendes?

Simón guardó silencio, pensando antes de sonreír de manera chueca.

—Le daría duro, si.

Mientras tanto Pedro y Nico miraban como en una esquina del escenario las cabezas de su amigo y Luna "flotaban" y conversaban.

—Que raros son —dijo Nico, y Pedro asintió viendo como la cabeza de Luna se movía entre las cortinas, quedando al mismo nivel que la del mexicano.

—Pero eso no significa que sea algo malo —concluyó el bajito antes de ver como justo de bajo de la cabeza de Simón, un poco más abajo del estómago la cortina tenía un bulto demasiado sospechoso. —Ooo... tal vez sí.

(...)

—No, yo creo que mejor sin condón —declaró del castaño.

Luna lo miró horrorizada. —No mames, Simón. La puedes embarazar.

—La sacó antes de que me corra, no es la primera vez que hago algo así, Luna.

—¿Pero y las ETS?

—Estoy limpio —sonrió orgulloso.

Luna dudó. —Si llegase a pasar que te la folles, que no creo que pase a menos que sea una violación... —aclaró—. ... estoy segura que no te aguantarías y antes de darte cuenta la llenarías.

Simón sonrió dispuesto a contestar que sería el mejor padre y esposo del mundo si eso llegase a pasar, pero una voz masculina en frente de ambos los obligó a dirigirles la mirada.

—¿Que llenarías qué? —ahí frente suyo, se encontraban Matteo y Ámbar mirandolos con curiosidad y algo en la mirada de la rubia que Simón no supo descifrar.

Simón sonrió, y Luna enrojeció.

Reacciones muy diferentes a que te encuentren hablando de un tema así.

(...)

—Hey, mira, ahora Ámbar y Matteo están hablando con ellos —Nico señaló con la cabeza a los cuatro chicos que se encontraban en una esquina mientras el presentador opacaba el espectáculo presentando a la siguiente pareja y haciendo unos chistes malos que nadie pidió.

Pedro miró hacia donde se le apuntaba, y Nico no mentía, ahí estaban los 4 chicos. Pero no eran los únicos que estaban ahí.

—Hey... ¿eso que tiene Simón ahí no es un bulto? —preguntó Nico incómodo.

Simón, el pervertido. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora