••Ian O'brein••
Miré disimuladamente como un tipo la tomaba de la muñeca, pude ver como la reprendía, parecía que discutía con ella; Dave apareció en mi campo de visión y miró a donde yo miraba.
Después de ver como se la llevaba casi a rastras a la parte mas apartada del bar lo miré, parecía nervioso.
-Esa chica es terreno peligroso...-suspiró pesadamente y lo miré confundido-
-¿Por qué dices eso?...-pregunté mientras la buscaba con la mirada-
-Ella está con Elias Jones, el hombre más influyente y peligroso del pueblo...-habló decepcionado-
-¿Y que con eso?...-levante una ceja y el bufo desordenando su cabello-
-Esa chica es intocable, Ian...
-¿Así que tienes miedo?...-me fulminó con la mirada- ¿Y qué hace ese tipo aquí?...-pregunté restándole importancia a lo anterior-
-Vino a negociar conmigo...-habló con suficiencia-
-¿Venderas el bar?...-negó con la cabeza divertido-
-Luego te explico, por ahora debo ir a ver que decidió Jones...-asentí sin decir nada y lo miré cuando se fue-
••Abril Mayer••
-Por favor Elias, necesito salir a tomar un poco de aire, no me siento bien...-insistí por tercera vez y el bufo molesto-
-Eres un grano en el culo Abril...-habló entre dientes- Si no vuelves pronto iré por ti y te va a ir mal...
Asentí sin decir nada, liberó mi cintura y me levante de sus piernas; el también se levantó, me abrió la puerta y antes de salir detrás de mí, el hombre con el que se reunió apareció y Elias entro a la oficina junto a él y se encerraron.
Agradecí en mis adentros y caminé a la salida del bar; apenas abrí la puerta el aire frío chocó contra mi cuerpo. Me abracé a mi misma y suspire mirando los autos que pasaban por ahí.
Pasaron los minutos y Elias no aparecía, ni siquiera me había mandado un texto; ya no quería entrar ahí el intenso olor a alcohol agudizaba mi dolor de cabeza y mis náuseas. Así que decidí esperar a que él saliera.
-Así que sales con el hombre más temido de éste estúpido pueblo...-esa voz me exaltó, pero decidí no responder- ¿Te comieron la lengua los ratones?
-No tengo porque responder...-dije sin siquiera mirarlo-
-¿Por qué no?...-aclaré mi garganta con los nervios de punta; temía que Elias saliera y malinterpretara las cosas-
-Ni si quiera lo conozco...-lo miré y antes de entrar nuevamente al bar volví a hablar- Ni me interesa hacerlo...
Entré al bar y camine por el mismo lugar hasta llegar a la oficina donde se encontraba Elias.
Eso fue una mentira, en realidad no tengo amigos; y claro que me gustaría tenerlos pero Elias no aprueba eso.
Me recargue en la pared y suspire de cansancio; mis pies dolían a causa de los estúpidos tacones que fui obligada a usar.
Minutos más tarde la puerta se abrió; él fue el primero en salir y me miró pero enseguida su mirada viajó detrás de mí; Elias se tensó y miré sobre mi hombro.
Ahí estaba ese tipo nuevamente, ambos se miraban fijamente, cuando volvió a mirarme me tomó bruscamente de las caderas, acercándome a su cuerpo e inesperadamente unió sus labios con los míos en un beso rudo, posesivo.
Al separarse me tomó de la muñeca y jaló mi cuerpo detrás de él, al pasar al lado de el chico Elias lo fulminó con la mirada.
Cuando salimos de aquel lugar, subimos a su auto, pero despegue la mirada de la ventana porque él aún no lo encendía; me estaba fulminando con la mirada mientras apretaba fuertemente el volante. Desvié la mirada al frente con el corazón acelerado. Él estaba enojado, sabía perfectamente lo que venía. Pero, ¿yo que hice?
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"Heridas Ocultas"
Short StoryÉl no sabia el significado de la vida perfecta. Su infancia fue destruida después de aquél fatal suceso, Ian presenció la muerte de sus padres, cuando él apenas tenía 8 años. Creció en un orfanato, viendo como los demás niños se iban, lo único que...