[Capítulo 5]

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-Te lo voy a preguntar una vez más...-aspiró aire fuertemente- ¿Qué hacías con ese imbécil?

-Nada Elias; ni si quiera sabía que él estaba ahí, lo juro...

-Sabes bien que no estoy para juegos Abril; sabes bien lo que puede pasar si sigues desobedeciendo...-me tomó de las mejillas con su mano y asentí al borde de las lágrimas- ¿Quieres eso? ¿Quieres que tu familia pague las consecuencias?

-No...-respondi con un nudo en la garganta-

-Buena elección...-se metió bajo las mantas luego de soltarme y me indicó que hiciera lo mismo- ¿No estas mintiéndome?

Negué con la cabeza, seque mis lágrimas e hice lo que me pidió.

Luego de segundos le di la espalda y suspire tratando de dormir; cuando estaba apunto de hacerlo sentí que la cama se movió y después una respiración en mi oído.

-No hagas las cosas difíciles Abril...-metió sus manos debajo de mi blusa- Si no fueras testaruda las cosas no serían tan malas...

Lamió mi cuello mientras subía y bajaba sus manos; cerré los ojos y suspire pesadamente, sabía lo que venía.

(...)

Desperté debido al fuerte ruido de algo caer; tallé mis ojos tratando de acostumbrarlos a la luz del día y miré a mi lado, Elias ya no estaba en la cama.

El reloj marcaba las 7:16 am, emití un bostezo y me levante de la cama. Luego de entrar al baño, cambiarme de ropa y de mi aseo matutino salí de la habitación y baje las escaleras.

Al hacerlo escuché risas provenientes de la cocina, al ir el amigo de Elias fue el primero en notar mi presencia. Su nombre era Esteban.

Codeó levemente a Elias, quien me miró y sonrió ampliamente mirando a sus dos amigos.

-Invité a mis amigos a celebrar...-me informó mientras los veía beber todo el contenido de sus bebidas alcohólicas-

-Es temprano para que estés bebiendo, ni siquiera has desayunado...-enseguida me miró, luego los miro a ellos quienes reprimían la risa-

Elias se acercó a mí casi tambaleándose, instintivamente di un par de pasos hacia atrás; me tomó del cuello acercándome a él, y después de sonreírme maliciosamente se puso detrás de mí apretando sus dedos en mis caderas.

-Es hermosa, verdad...-habló con suficiencia y miré como me miraban perversamente- Lastima que sea tan malcriada...

Eso último lo dijo contra mi oído; intenté zafarme de sus brazos pero mi fuerza era menor a la de él.

-¿Qué dices Andrés, quieres ser el primero?...-el chico enseguida me miró-

-¿De que hablas Elias?...-lo miré sobre mi hombro-

-Bebe esto...-puso una copa frente a mí y lo miré dudosa- ¡Hazlo Abril!

-No lo haré hasta que me digas de que se trata todo esto...-me miró enfurecido-

-Si así lo quieres...

En un rápido movimiento puso la copa en mis labios, e intentó forzarme a beber el líquido, gruño molesto al ver que tiré la mayoría de la bebida.

-Debido a que últimamente has estado muy renuente, decidí hacerte entender de otra manera...-lo miré asustada al momento que comenzó a reírse como un desquiciado- Toda tuya Andrés...

Dicho eso salió de la cocina junto a Esteban; dejándome sola con Andrés. Quien bebió una última vez de su copa y rápidamente se lanzó contra mí.

Comenzó a tocarme apresuradamente, me tomó de la cintura y comenzó a besarme el cuello desesperadamente.

Mis lágrimas no tardaron en salir, Andrés comenzó a forcejear conmigo, rasgaba mis ropas como un completo animal.

No no no, esto no puede estar pasando; alce mi rodilla a la altura de su entre pierna y sin pensarlo dos veces le pegué lo más fuerte que pude.

Inmediatamente me soltó, tocando la parte afectada y me maldijo mientras se retorcía del dolor.

Sin pensarlo dos veces salí corriendo; huí por las calles con el corazón acelerado.

Mi cuerpo se fue debilitando a cada paso, me detuve en seco sintiéndome completamente aturdida, puse mi mano en mi pecho tratando de recuperar la respiración.

Todo me daba vueltas; vi una sombra acercarse a mí, pero no lograba distinguirla; no podía ver nada, todo estaba borroso a mi alrededor.

Oí como me llamaban a lo lejos, era incapaz de entender algo de lo que esa persona me estaba diciendo; mi vista se fue nublando hasta que caí en la profunda oscuridad.

"Heridas Ocultas" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora