-Capitulo 17-

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Mis párpados estaban pesados, me costó mucho abrir los ojos; cuando lo conseguí miré el reloj de la mesa de noche, marcaba las 10:03 am.

Me senté en la cama con rapidez pero me arrepentí al instante, ya que mi cabeza comenzó a dolerme como el infierno.

Unos golpes en la puerta me sobresaltaron, aclaré mi garganta al ver como la puerta se fue abriendo, mostrando a Ryan con una bandeja de comida entre sus manos, me sonrió tímidamente. Justo cuando entró completamente a la habitación una voz nos asusto a ambos.

-¿Quién te dio permiso de traerle comida a mi mujer?...-ambos lo miramos parado en una esquina de la habitación-

¡Ni siquiera sabia que estaba ahí!

-Nadie señor, es sólo que ella necesita alimentarse...-respondió Ryan-

-Largo de aquí, ella no lo merece...-lo dudó unos segundos y me miró-

-No, no me iré...-respondió firmemente causando la ira de Elias-

-¿Qué fue lo que dijiste, maldito hijo de puta?...-Elias se acercó rápidamente a él-

-Basta Elias...-ambos me miraron y me levanté de la cama-

Me acerqué a Ryan y me aferré a su brazo ante la furiosa mirada de mi esposo.

-¿Podrías llevarme a la cocina, por favor? Me gustaría comer allá...-éste asintió enseguida- Gracias...

Ryan dio pasos cortos junto a mí, bajamos juntos las escaleras, y me apoye en las paredes hasta llegar a la cocina, donde me senté y él puso la bandeja de comida.

Ante su mirada comencé a comer, el primer bocado me supo delicioso, mi estómago rugió feliz.

-¿Volvió a hacerlo, verdad?...-preguntó de repente-

-¿El qué?...-puso su mano en su barbilla-

-Te encerró y no te alimentó, ¿o me equivoco?...-suspire y asentí lentamente- ¿Cuánto tiempo?

-Dos semanas...-abrió los ojos sorprendido-

-No puede ser, Abril; nunca te había dejado tanto tiempo, no entiendo como lo soportaste...

-Ya no quiero hablar de eso...-hablé mirando mi comida entonces él suspiró pesadamente-

-Si tan solo hubiéramos logrado escapar aquella vez, Abril; nos hubiéramos ido juntos, lejos de toda esta mierda, nada de esto seguiría pasando...-me miró con tristeza, recordaba aquella vez que sentí la libertad cerca-

Ryan siempre había sido buena persona, fue con el único que podía hablar en los primeros meses de mi encierro, cuando Elias nos descubrió tratando de escapar, tanto él como yo pagamos las consecuencias, pero más él...

-¿Qué pasó después de que me desmayé?...-probé un bocado más y lo miré-

-Elias no se enteró del altercado...-comenzó a hablar- Lo único que supo fue que te desmayaste por su culpa...

-¿Y...que pasó con aquel hombre?...-pregunté cautelosamente-

-No le dispare, si eso es lo que te preocupa...-admito que eso me relajó un poco- ¿Por qué te preocupa ese tipo? Fue muy grosero contigo...

Si supieras. No pude evitar sonrojarme.

En ese momento escuchamos pasos firmes, ambos nos hicimos los desentendidos al momento que Elias apareció por la puerta, nos miro a ambos y entro depositando un beso en mi cabeza.

"Heridas Ocultas" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora