-Capítulo 20-

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Luke encendió la chimenea ya que me estaba muriendo de frío; se sentó conmigo en la alfombra y me abrazó por los hombros.

-No le hagas caso a Nicolás; sabes que siempre contarás conmigo, eres mi hermanita y lo único que deseo es verte feliz...-pasé mis brazos alrededor de su cuerpo y lo abracé-

-No se qué hacer, Luke...-hablé sinceramente mientras miraba el fuego de la chimenea- Siento que nunca voy a liberarme de esta pesadilla...

-Lo harás, Abril; sabes que no estás sola, me tienes a mí juntos sabremos que hacer para que definitivamente te alejes de ese imbécil...-acarició mi cabello- Estuve yendo a buscarte, pero los hombres de Elias me dijeron que habían salido de viaje...

-No hubo viaje alguno...-respondí inmediatamente-

-¿Pero cómo? ellos me mismos me lo aseguraron....-arrugo su nariz confundido-

-Elias me tuvo encerrada dos semanas enteras en el sótano, Luke...-hable con un hilo de voz y el me apretó a su cuerpo-

-Maldito bastardo...-lo maldijo enojado- Ahora más que nunca te ayudaré, no sé como, pero lo haré...

-Me alegra al menos tener a alguien que de verdad me apoye...-suspire- Gracias...

-No me lo agradezcas...-susurró contra mi cabello y me quede pensando-

-Luke...-le llamé y lo miré- Quiero buscar a mi madre...

Me miró sorprendido; se que sonaba descabellado pero era verdad, quería encontrarla; saber como es, como es su voz, su rostro. A pesar de todo no le guardé rencor alguno, y ahora más que nunca la necesitaba. Necesitaba eso que tanta falta me hace. El amor de madre.

Una sonrisa se asomo por el rostro de Luke.

-Lo malo es que no sé como encontrarla, no sé nada de ella Luke, ni siquiera tengo una fotografía...-agache la mirada-

-Podrías preguntarle a Nicolás cuando se le baje el coraje...-opinó y me quedé pensando-

-¿Crees que él sepa algo de ella?...-Luke se encogió de hombros-

-Tal vez, eso hay que averiguarlo...-toco mi nariz con su dedo- Pero por ahora, hay que ir a descansar, es tarde...

Asentí enseguida, y ambos subimos al segundo piso; donde me trepe a la cama y me arrope con las mantas.

-¿No te quedarás conmigo?...-besó mi frente y negó con la cabeza- ¿Dónde vas a dormir?

-En la que solía ser tu habitación...-me sonrió al ver mi cara de preocupación- No te preocupes por nada, tu solo descansa, te lo mereces...

-Te quiero, Luke...-me miró antes de salir-

-Yo también te quiero, hermanita...-me dedicó una ultima sonrisa antes de salir de la habitación-

Suspire entrelazando mis dedos sobre mi vientre; había sido un día difícil.

El único pensamiento que rondaba por mi cabeza era el momento exacto en el que Ian apareció en la camioneta.

Aún podía sentir lo suaves que eran sus labios, la forma en la que me aferré a él no queriendo que aquel momento acabara; sentí algo que jamás había sentido, sentí un cosquilleo intenso que nunca había sentido con Elias.

...¿Que me pasaba? ¿Por qué no puedo dejar de pensar en aquel beso?...

"Heridas Ocultas" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora