¿Quién Es Ella? «Terminada» Jacob Satorius, Johnny Orlando, Magcon, Blake Gray

Capítulo 53

Me despierto desconcertada y con un dolor de cabeza indescriptible. Parpadeo varias veces para que la vista sea más clara.
Todo está oscuro, lo único que ilumina la habitación es la luz de una ventana muy alta. Ya está oscuro, puedo observar la luna llena desde donde estoy acostada, una cama bastante amplia.
Poco a poco mi memoria y razón aparecen, lo primero que se me viene a la mente es...

Estoy corriendo hacia el colegio de mi hermana, es un día oscuro y lluvioso, estoy completamente empapada.
De repente me toman por el cuello dejandome inmóvil y cortando levemente mi respiración, tapan mi nariz con un pañuelo húmedo, todo se torna negro y pierdo la razón.

— Me secuestraron — murmuro con incredulidad.

Me levanto de la cama e intento trepar hasta la ventana y cuando logro hacerlo, me doy cuenta que está tiene rejas.
Maldigo en voz baja e intento bajarme.

— Veo que despertaste — dice una voz al abrir la puerta — dormiste demasiado.

— ¿Quien eres?

— ¿Ya no me recuerdas? — enciende la luz de la habitación.

— Alex — digo en un tono apenas audible.

La habitación es amplia y para ser sincera es bonita, las paredes son color rosa y verde pastel, la cama tiene un edredón color rosa pastel y al lado hay una mesita con una lámpara encima, también hay un tocador con maquillaje y accesorios, a su lado hay un armario bastante grande, enfrente de la cama hay una televisión.
Al parecer estuvo planeando esto, porque no creo que alguien pueda conseguir esto de la noche a la mañana.

— El mismo — sonríe con superioridad.

— llevame a casa — trato de sonar demandante pero el nudo en la garganta no me deja.

— No lo haré, Muñequita — se acerca a mi y me acaricia la mejilla. Yo me aparto y agacho la mirada — no te puedes resistir a mi — se acerca nuevamente.

— No te me acerques — estiro mis manos para evitar que lo vuelva a intentar, pero estas están temblando a el igual que mis piernas.

— No me temas — se acerca nuevamente. Yo retrocedo de nuevo, pero esta vez mi espalda choca con la pared.

— No me hagas daño — suplico con lágrimas saliendo de mis ojos.

— Jamás te haría daño — dice con voz dulce.

Parece estar tan calmado ¿como puede estarlo? ¿acaso no se da cuenta que hacer esto es un delito?

— Dejame ir — suplico sin mirarlo.

— No lo haré — se aparta de mi y se dirige a la puerta — te traeré la cena.

¿Como pasó esto? ¿por que estoy aquí? ¿por que él hace esto?
Preguntas sin respuesta al parecer, preguntas que sólo él me puede responder.
No merezco esto. No lo merezco, ¿acaso no sufrí lo suficiente ya? Mi vida ya fue una mie'rda y ahora que estaba mejorando, ¿me pasa esto?.
¿No puedo ser feliz por algunos meses más? ¿Que hice para merecer esto?, Todo se tiene que arruinar tan pronto... él ni siquiera tiene razones para lastimarme, para secuestrarme y arrebatar mi escasa libertad, para apartarme de mis seres queridos.
Él no tiene derecho, nadie tiene derecho de hacerlo, no otra vez.

— Aquí está tu cena — llega Alex con una bandeja en sus manos, en esta hay un emparedado mediano y una malteada de chocolate.

— No quiero nada — posiciono brazos alrededor de mis piernas.

— Tienes que comer. — insiste y deja la bandeja en la mesa de noche — ¿quieres ver algo? — dice tomando el control de la televisión. No respondo nada — ¿Ya viste la segunda temporada de 13 reasons why?