twenty-nineth.

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Me levante y lo primero que vi fue los ojos de Milo observándome, el estaba acariciando mis mejillas, se me hizo muy tierno todo esto de su parte.

-Buenos días, hermosa. -sus ojitos se achinaban y su pupila se dilataba cuando me miraba fijamente.

Sonreí y respondí. -No puedo ser mas feliz si al despertar te estoy viendo a ti. -le di un beso en su nariz.

Lauren toco a la puerta y abrió, venía con un desayuno para Milo y para mi.

-Interrumpo algo? -Decía mientras trataba de entrar con las dos bandejas.

Ambos reímos y yo me levante para ayudarla ya que Milo no podía pararse por si solo.

Dejamos las cosas sobre mi escritorio y Lauren se despidió de nosotros por que tenía clase, mi permiso de no asistir a clase ya se iba a vencer pronto.

Tomé un yogurth con frutas y se lo alcance a Milo, en ese momento llego a mi mente que Milo iba a cumplir diecisiete años en una semana y aún no tenía nada planeado.

Me levanté y deje a Milo solo, llame a Julie y le pedí que me ayudara a planear algo para Milo, ella me dijo que si, ya todo estaba calculado.

Cuando volví a subir Milo estaba hablando por teléfono con alguien, no quise entrar y me quede afuera tratando de escuchar lo que hablaban.

-No, no le he dicho y tampoco le voy a decir, le partiría el corazón y no, ella es muy frágil, lo haré en el momento indicado.

Abrí la puerta y Milo quedo pálido, su piel directamente torno a un color blanco, el rápidamente colgó la llamada.

-Hay algo que no sepa o quieras contarme? -lo mire fijamente.

El solo bajaba su cara y me quería evadir. Para que se sintiera seguro y pudiera confiar en mi, tome sus manos y le volví a preguntar.

El negó. -Si te cuento dejará de ser una sorpresa y no quiero que te enteres. -sonrió.

Esa sonrisa me dio algo de seguridad pero no del todo, sabía que Milo escondía algo y no quería decir.

( ... )

Milo y yo estábamos listos para ir a la penúltima terapia de la operación, el ya tenía la facilidad de moverse con muletas pero aun así yo le seguía ayudando, no quería que cayera o algo por el estilo.

Íbamos juntos caminando como estábamos acostumbrados a hacerlo, el iba en sus muletas tan feliz, siempre con una sonrisa en su cara.

-Te amo, te amo mucho. -dije entre el ruido del aire, el me volteo a mirar.

-Yo te amo mucho más. -rápidamente volteo su mirada.

Milo está última semana había estado super diferente conmigo, por un momento pensé que quería alejarse de mi, pero por otro lado me trataba como lo mejor de su vida.

Mañana es su cumpleaños y espero que todo esto mejore. Al llegar a la clínica Milo me detuvo.

-Espérame aquí, entro solo. -Decía alejándose sin dejarme responder.

Las palabras de Milo me hicieron sentir que no quería su compañía, me dolió muchísimo, ese no era Milo, no mi Milo.

Las lágrimas invadieron mis ojos, quizás estaba haciendo show por algo simple pero era Milo y nunca en la vida me había tratado así.

Paso una hora y Milo venía hacia mi. Comenzamos a caminar hacia mi casa, en el trayecto no hubo intercambio de palabras, parecíamos dos desconocidos. El silencio fue interrumpido por Milo.

-Está noche volveré a mi casa, no voy a dormir más en tu casa, ahorita mismo que lleguemos alistó mi ropa y me voy.

Tomé un suspiro para evitar llorar, comencé a caminar más rápido para llegar a casa, era una pesadilla todo lo que oía de parte de Milo.

Al llegar, entre a la cocina y Milo subió las escaleras para alistar sus cosas. Me servi un vaso de agua para calmarme un poco, cuando salí Milo tenia su bolso encima de un mueble, me estaba esperando para despedirse.

-Gracias por la atención y por todo vida, eres lo mejor que me ha pasado y lo mejor que me pudo pasar, te amo. -Dijo rodeando mi cuello con sus brazos, me beso la frente y luego me dio un lindo beso en mis labios, tomó su bolso y salio.

Al cerrar la puerta no pude evitar llorar, eso sonaba a una despedida y la verdad no entendía por que hacía esto.

Subí a mi habitación y me acosté en mi cama quería pensar que todo esto era un sueño o mejor dicho, una pesadilla.

help to me - megloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora