thirtieth.

544 32 3
                                    

Era un nuevo día y vaya que se aproximaba un lindo día, el sol brillaba y las nubes hacían una perfecta combinación con el cielo.

Lo primero que hice fue tomar mi celular, de primeras aparecía una notificación que decía "Cumpleaños de mi cielito" una sonrisa se apareció en mi cara.

Busque en mis contactos el numero de Milo, estaba en favoritos.

Comenzó a timbrar, sonaba y sonaba hasta que escuche la dulce y melodiosa voz de Milo.

Lo salude de la forma más cariñosa y comencé a cantarle el cumpleaños, escuche que el solo reía esa risa que tanto me encantaba, al responderme su voz sonó entrecortada, había llorado.

-Que hice para merecerte, no puedo tener mejor regalo de cumpleaños que tu compañía, te amo, te amo inmensamente.

Siguió así durante un rato, la llamada duro una hora y media, de paso le dije que le tenía una sorpresa y que pasaba por su casa a recogerlo el acepto, todo estaba volviendo a ser normal.

La tarde llego, Lauren había dejado en la mesa el regalo que le había pedido que comprara. Saque de mi armario un vestido azul que tenía nuevo, la ocasión lo valía, me termine de arreglar y tome el regalo para salir.

Tomé un taxi que me llevó a la casa de Milo, me baje y toque a su puerta. Al abrirse vi a Milo con un buso morado y un pantalón gris, se veía perfecto, me tire a él y lo abrace le di muchos besos en su cara mientras le decía lo mucho que lo amaba, el rodaba mi cintura con sus brazos.

El taxi nos estaba esperando afuera, nos subimos y comenzamos el trayecto hacía su sorpresa. Iba recostada en su hombro, nuestras manos entrelazadas y el diciéndome lo mucho que me amaba, el conductor interrumpió nuestra escena y añadió.

-Que bonito que todavía se manifieste así el amor, un "te amo" y lo mucho que siempre se van a amar siempre será lo más estable en la relación.

Ambos sonreímos y nos dimos un beso. Llegamos al lugar, saque dinero del bolso y el conductor negó recibir el pago.

-Tu y tu novio lo merecen más, se me hicieron muy agradables, que viva el amor y que viva su amor.

Le devolví una sonrisa a aquel señor, se me hizo muy amable. Tomé de la mano a Milo y entramos al lugar. Había mucha gente festejando pero había una mesa decorada con muchos globos y un peluche gigante.

Habías un letrero en grande que decía "Milo, happy birthday, te ama Lya". El llevo su mano a la boca, quedo sorprendido. Tomé su mano y nos dirigimos hacia la mesa, habían dulcesitos y muchas fotos de nosotros sobre la mesa.

El apoyo su mentón en su brazo y se quedó mirándome fijamente, esa mirada que me hacía sentir que solo eramos el y yo.

-Gracias, gracias por todo mi amor. -se acercó y me beso.

Una camarera se acercó a nosotros con el primer plato de la noche, era un postre. El de Milo venía decorado y decía "Feliz cumpleaños" acompañado de pequeños balones de baloncesto.

Antes de comerlo apareció un hombre que tomaba fotos a las parejas del lugar, nos acomodamos y nos tomamos la foto.

La noche transcurrió entre risas y charlas de toda nuestra vida, éramos felices, éramos nosotros.

Milo se levantó para ir al baño, dejó su celular en la mesa. Estaba terminando de comer mi postre cuando el teléfono de Milo comenzó a sonar. No quise contestar porque el quizás ya venía.

Milo no se aparecía y el teléfono seguía sonando, tome la decisión de contestar, se veía que era importante.

Era su amigo Ethan, comenzó a hablar y no paraba, ni siquiera se dio cuenta que hablaba conmigo, antes de terminar dijo.

-Espero que ya hayas solucionado todo lo de la visa y los papeles firmados por tu madre, los profesores están pidiendo la información para el viaje a Francia y lógicamente tu no te lo vas a perder.

Que en shock al escuchar eso, como así que viaje a Francia y yo no sabía nada.

-Ethan, hablas con Lya, quiero que me cuentes todo ya, esta vez no tienes escapatoria. -dije con furia.

-Lya, perdón, Milo quería contarte todo pero no encontraba el momento, el no quería destruirte, pero es que al grupo de baloncesto nos salio una beca para estudiar en Francia.

-No digas más. -Lo interrumpi colgando el teléfono.

Algunas lágrimas se escaparon de mis ojos, Milo me había mentido y no quería que yo supiera nada.

Vi que Milo salia del baño, tome el valor para preguntarle.

-Es verdad que te vas para Francia? -le mire.

El agachó su cabeza y era la única respuesta que necesitaba, salí del lugar dejando a Milo en la mesa, tome un taxi y me dirigí hacia la cabaña de mi padre, allá estaría sola y reflexionando todo.

Baje a la bodega, no podía creer que Milo no hubiera confiado en mi, me sentía mal, mi chico se estaría yendo en unos meses, nos separariamos.

Me senté en una de las bancas y mi mirada se dirigió hacia la imagen de Milo y mía, no pude evitar llorar más, de nuevo mi vida se caía a trozos.

help to me - megloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora