thirty-eighth.

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Cepille mis dientes y volví a bajar, cuando baje ya todo estaba servido los waffles y unos ricos jugos en leche.

Me senté al lado de Milo y comencé a comer, todo estaba delicioso.

-Está bien chicos como vamos con esa relación? -preguntó mi madre.

-Esto va es para largo -Dijo Milo mirándome.

Tomé su mano y asentí, así sería, ni la distancia iba a impedir que estuviéramos juntos.

Una llamada interrumpió las risas, era el teléfono de Milo, era Ethan.

Milo se disculpo y se levantó para poder contestar, se dirigió a la cocina para que nadie escuchara.

Aproveche el tiempo y le pregunte a Lauren por su relación entre ella y Ethan.

-Está bien, Ethan y tu que? -Decía con pequeñas risitas haciéndola dudar.

-No les había contado pero...

-Cuenta ya!! -dijimos mi madre y yo al mismo tiempo.

-Somos novios y nos iremos juntos a Francia, ya tenemos todo listo.

Comencé a hacer pucheros, quería que me llevarán con ellos para no separarme de Milo. Ella y mi madre negaron.

-Eres una chiquilla, no te irás sola, tu hermana ya es mayor de edad. -Decía mi madre.

-Eso , las puertas de nuestra casa estarán abiertas para ti hermanita. -Decía Lauren super feliz.

Yo acepte. Milo salio de la cocina desilusionado, su carita se notaba triste, la noticia que había recibido no era buena, el subió a mi habitación.

Subí tras de él, para preguntar que había pasado, el se sentó en el borde de la cama y podía escuchar como repetía.

-Por que ya, no quiero irme aún, es poco tiempo el que queda.

Entre a la habitación y me hice frente a él preguntando que había pasado, el no resistió y me abrazo contándome lo sucedido.

-Lya la graduación fue adelantada para la siguiente semana por que nuestro viaje es en una semana y media.

Sentí como mi corazón se partió en mil pedacitos, no quise llorar para mostrarme fuerte frente a Milo, no nos quedaba nada para estar juntos.

-Hay que disfrutar el tiempo que queda, ya no hay marcha atrás, disfrutemos lo que queda.

Milo asintió. Me dio un corto beso en mis labios y se dirigió al baño para poder bañarse para salir juntos.

Saque un jean y un buzo que Milo había dejado en mi casa, lo deje encima para que el lo tomará cuando saliera.

Casualmente, Milo y yo salimos al mismo tiempo, estábamos listos para salir y disfrutar cada minuto de la semana que nos quedaba.

Me despedí de mi madre y de Lauren. Salimos y James estaba con Valery ambos traían sus autos, Valery nos prestaría el de ella.

Nos saludo y nos entrego las llaves del auto, tenían prisa por que saldrían de viaje durante cuatro días.

Nos despedimos de ellos y les deseamos muchísima suerte en el viaje, ellos se alejaron y nosotros subimos al auto de Valery.

Nuestra primer parada seria en el centro comercial iríamos a comprar algunas cosas para la graduación.

Me baje y tome de la mano a Milo no quería soltarlo nunca, comenzamos a caminar por todos los pisos del lugar.

Había un McDonald's cerca y teníamos muchísima hambre de lo que habíamos caminado, le hice pucheros a Milo para que me llevará. El solo río y nos dirigimos hacia el lugar.

-Podrías darnos dos hamburguesas con papas y gaseosa, gracias. -Milo pago y nos dirigimos a las mesas.

Me hice frente a él, en un momento el estaba viendo su celular y yo me quedé viendo sus perfectos ojos, el no se daba cuenta de nada y yo solo tiraba pequeñas risitas.

El levanto su mirada del celular y lo apago, estaba confundido, no sabia por que yo reía.

-Me desperté con cara de payaso? -reía Milo.

-Mi payaso favorito. -tome sus manos.

-Lya, no me quiero...

Lo interrumpi, no quería que habláramos más de ese tema.

-Solo disfrutemos. -le di un beso.

Las hamburguesas llegaron y nuestro ojos brillaban de la emoción. Ambos tomamos lo de cada uno y comenzamos a comer.

Me causó mucha gracias que Milo se había untado sus mejillas con salsa, acerqué mi mano a él y lo limpie.

-Creo que tendré que cargar un babero, por que ando con un completo bebé -reí.

Milo también acercó su mano a mi y me limpio, alzó una ceja mientras decía.

-Entonces que sean dos baberos por que somos dos bebés -reímos.

Terminamos de comer y salimos de ahí, compramos lo que necesitábamos y salimos del centro comercial.

Ya era de noche, tomamos la carretera pero no como rumbo hacia mi casa.

-Te llevare a un lugar mágico.

Dijo Milo entrelazando mi mano mientras la acariciaba.

No sabia en que lugar estábamos, solo sabia que era en lo más alto de la ciudad, nunca había venido aquí.

Milo abrió mi puerta y me baje, había un pequeño mirador para ver hacia la ciudad y también habían carpas para acampar.

El se dirigió hacia la joven que alquilaba las carpas, cuando volvió venía con una de ellas.

-Estás lista para esta nueva aventura? -extendió su mano.

-Acepto -tome su mano y nos dirigimos a una mini montaña.

help to me - megloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora