55-Corta Carta a la nada

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    ¿Te extraño sabes?, la cercanía, tu sonrisa, esa forma tan única que te hace excepcional.

    Tu foto sigue en mi escritorio, cada que prendo la luz veo esa imagen que me hace eco en la memoria, se me hizo una costumbre habitual, no sé si me agrada y por ello la conservo, no sé si me lastima y por ende la uso como castigo por no lograr lo que él si.

    La incógnita del si me recordarás, ronda en mi cabeza cuando predispongo a suspirar en tu nombre. Al menos una vez, aunque sea poco, quisiera descubrir lo que tu subconsciente esconde, a lo mejor no deba o lo restante de mi vuelve y se rompe.

    ¿Te importaron las cosas que te escribía?, ¿conservas esas sensaciones que me dijiste sentir?, no me dejo de mentir para en este auto engaño seguir, me quiero ir, de todo esto quiero huir, no se que hago persiguiendo una sombra de aquello que jamás pudo existir.

    No te pude tener, eso lo puedo entender pero no lo quiero reconocer, lo quiero intentar, yo quiero perder, ya perdí y eso no lo quiero ver, termina de asesinarme que ya no me puedo coser, termina conmigo para dejar de creer.

    Escribí esta corta carta, sin remitente dirigida a la nada, porque no vas a leer algo que de mi provenga, necio me mantengo al no comprender que a tu vida no tengo entrada. Aún no se porqué hago esto, ya lo llegué a decir antes, a veces me detesto, a ser mendigo me presto, quemaré este escrito, a lo mejor de ese modo las cenizas se suman a mis restos.

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