-¿que? ¿Que es lo que me tienes que decir? -replica él, temiendo que diga que tiene otro amor-
-¡soy bisexual! -estalló la noticia nublando la mente de aquel hombre; sentía que faltaba aliento mientras una ligera corriente pasa por toda su espalda-
-¿no me dirás nada? -agrega ella con lágrimas en los ojos al tiempo que el se sentaba de nuevo mirando a la profundidad del vacío-
-el solo respira profundamente, no sabe que decir, se relame los labios, y tomando la botella de agua la aprieta de forma progresiva; silencioso, la mira y sus ojos se llenan de lágrimas, apoyando sus codos en la mesa, coloca ambas manos en su cara para disimular lo que pasa-
-¡mirame! -dice ella alzando la voz-
-¡dime algo! ¡no te quedes callado!...-el no se inmutó-
-¡Eres!... ¡Eres un idiota! -dijo llorando mientras le golpeaba a manotazos- ¡eres un completo y total idiota, no tienes derecho de quedarte callado, tienes que decirme algo!.
-lloraba amargamente, mientras algunas pocas personas que pasaban por allí le miraban con extrañeza pero disimulando su interés-
-¡di que me odias! ¡Di, que no quieres volverme a ver! ¡di que no valgo la pena, que soy una basura, que soy nadie!... ¡Di algo por el amor de Dios! Mirame y di algo.
-dejo de golpearle, y se sentó cubriendo su rostro con sus brazos acostados en la mesa mientras daba bocanadas de aire; el no hacia nada, no se movía, no hablaba, no hacia ninguna expresión-
-no es que me sienta orgullosa de serlo -dijo a baja voz sin levantar el rostro- no estoy orgullosa de esto porque se que esta mal, se que es pecado, pero ¿como hago para estar contigo y que mis deseos sean para alguien de mi mismo sexo?... antes de ti, me han gustado las chicas, pero, hubo un hombre diferente al resto, que me trataba de una forma muy especial, y ese hombre eres tu... Eres la persona mas hermosa que he conocido, y se que yo siendo como soy solo lograría lastimarte... Por eso quiero que te alejes, no te lo quería decir pero, se que tarde que temprano lo debías de saber-suspiró profundamente he hizo un silencio corto tratando de calmarse-
-el solo la miraba, sin mediar palabra-
-he pasado por muchas cosas la cual me llevaron a esto... No te mereces alguien como yo-dijo ella mientras respiraba profundamente- me enamore de ti johane, pero me da miedo que estés conmigo y si esto no llega a funcionar, que después que nos separemos me veas con una chica... Se que no resistirías el dolor que te causaría, esa es mi verdad.
-perdoname... Adiós.-dice ella levantándose del asiento con prisa a la par que limpiaba sus lágrimas untadas de rímel que corrían por sus mejillas; el se quedo allí sentado y ella salia de aquel lugar corriendo-.
Corrió, sin mirar atrás, corrió y corrió hacia ningún lado, paso un semáforo en alto, y un auto roso su cuerpo, pero eso no le detuvo, siguió corriendo. Llego sin querer a un lugar donde concurrían personas de ambiente, sonaba musica en alto volumen y luces iluminaban el lugar; sus ojos comenzaron a llorar de nuevo, y continuó hacia ninguna parte.
Estaba cansada, pero siguió su marcha, sus pies le dolían, y sentía no poder respirar. Se detuvo al fin, en un puente de mucha altura, cruzo la baranda de seguridad, y miro al vacío, sabia que era muerte segura. Su corazón empezó a detenerse después de mucho correr, empezó a ver todo borroso, sus piernas le temblaban y su piel palidecía, sintió frió, y ha alguien que cruzaba los brazos por su pecho.
-¿estas bien? -Le dijo una figura masculina frente a su rostro, sin ella notar que estaba en el suelo-
-¿que paso? Que... -decía desorientada-
-te desmayaste en un mal lugar mi hermosa, casi no llego a tiempo.
-¿johane? ¿Estas aquí? ¡Porque no me dejaste caer, yo ya no quiero vivir!
-no-respondió dulcemente- mirame, no soy perfecto, y si el Dios en el que tu crees, no te condena, ¿quien soy yo para hacerlo? Ven conmigo -dijo mientras ayudaba a levantarle- procurare enamorarte tanto, que vas a olvidar que algún día sufriste, y empezaremos de nuevo; tu y yo... Ya no habrán mas despedidas, seremos tu y yo contra el mundo.
-ella sonrió, se sintió amada-
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Mis Últimas Poesías
Poesia¡No saben cuanto me callé!, pensamientos, reclamos, también ese sentimiento que produce el que alguien te traicione. Cada carta escrita la quemaba, igual que muchos lo hacen, pero ¿de que sirvió? igual, hoy aún continúan en mi cabeza presuntuosas qu...