CAPÍTULO IV

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IV

 

¿Qué es esto? ¿Es que acaso me estoy volviendo loco? El interior de la habitación estaba completamente vacío. Revisé con la mirada, pero no encontré nada sospechoso.

Ingresé sin esperar mucho, era consciente de que no debía dejar que sepan de mis sospechas.

Una vez en el interior, volví a recorrer con la mirada el lugar. Todo parecía en orden. Aquello no combinaba con la idea que había concebido.

Quizá ingresaron pero no movieron nada, o lo dejaron nuevamente todo en su lugar. Quizás tengo un serio problema mental y todo es efectivamente resultado de un error en mis cálculos. ¡Quizá es lo que ellos quieren hacer que piense! ¡O quizá solo soy un conspiranoico de mierda!

¿Realmente entraron? ¿Esto es verdad?, ¿todo está pasando? ¿Me vigilan en este momento? ¿Cómo huyo?, ¿pero huir de la justicia es ser un criminal, a pesar de que aún no cometo un crimen?

Aún cabe la posibilidad de que todo esto sea un invento mío, después de todo, no he podido dormir desde hace tres días como resultado de las pesadillas. ¿Sera que necesito descanso?; pero la piedra se movió. Aunque pensándolo bien, ¿es seguro tenerle tanta confianza a un sistema tan precario? Y ¿si hoy no coloqué la piedrecilla? He estado muy cansado y alterado, olvidarme de ponerla en su lugar es una probabilidad muy alta.

¡No! Es necesario que confíe más en mí y en mi capacidad que en cualquier otra cosa. Tengo que tomar una decisión de una vez por todas: ¿estoy loco o todo esto realmente está sucediendo?

Hasta donde mi capacidad llega… esta me indica que hay un porcentaje enorme de que todo sea una confusión, un malentendido; pero he de admitir que no debo ser tan optimista.

La piedra fue deslizada de su lugar, pero a la vez puede que haya olvidado ponerla ahí esta mañana. Hay un auto afuera vigilándome, pero también puede ser un error mío. Puede que esté loco, pero también puede ser que todo esto sea una puesta en escena—. Pero… Pero… Pero… Peros por aquí y por allá; revolotean mi conciencia como mariposas en celo—. Tengo que decidir, tengo que pensar bien.

Calculando… Creo que hay una probabilidad de más o menos un 4% exactamente de que ellos me estén espiando; lo que significa que hay un mayor porcentaje apoyando la opción de que todo esto es producto de mi paranoia influenciada por mis propios temores y de un sistema de seguridad no colocado adecuadamente.

Solo fue una precaria piedra, pero debo de tomar en cuenta de que esto también sea parte de su plan. La manera de debilitarme psicológicamente es mediante la inyección de la duda sobre mis propias capacidades. Es decir, quizá su plan es lograr que sospeche de mí mismo, así todo será mucho más fácil; o así lograrán obtener algo en especial, ¿pero qué sería aquello?

¿Y si es un error mío?

¡No!, no puede ser; pero si es esa su intención— la de hacerme dudar—, lo están logrando con facilidad. Además, si esto ya fue planeado por ellos, puede que el paso que dé, la opción que tome a continuación, también esté entre sus planes. ¿Es acaso eso una invitación a tomar la opción menos probable? —, aquella que representa 4%—. Pero, ¿qué me hace creer que tomar la opción menos probable es en realidad su verdadera intención?

Si me inclino por creerle a ese 4% entonces buscaría la manera de impedir ser capturado por el gobierno, o de morir en manos de quienes me persiguen; aquello sería suficiente para destapar las sospechas del Sistema: yo sería un potencial criminal. Escapar de la ley también es un crimen… Con relación a esto, ¿es acaso posible que el Sistema no sospeche de mí, y por el contrario ya esté seguro de mis actos futuros?

Por otro lado, si todo esto es parte de mi paranoia, entonces corro el peligro de comenzar a calcular mal, y llegará el momento en que comience a sospechar de esta habitación, de mis vecinos, de mis compañeros de trabajo. Nada me detendrá en hacer una locura… Es posible que mi paranoia desemboque en aquello, y es por esa razón que el Sistema me vigila. ¿Realmente seré un criminal futuro? ¿Quién soy yo?

Solo es una piedra, puede ser un error. Pero… ¡Ah! Mi cabeza no puede con todo esto. Debo decidir; ahora, ya, en este momento y ser dueño de mis acciones. ¡Vamos decide ya, hazlo…!

Bien, no tengo más opción, me decido por ese limitado 4%.

Siete segundos después de ingresar, la puerta se cerró. Me quedé en el interior del cuarto. Todo estaba en silencio. Todo estaba oscuro.

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