CAPÍTULO X

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X

 

—¿Qué debería hacer ahora? — Dijo el viejo, con voz muy baja, mientras ingresaba al interior; luego quedó sobándose las manos. Realmente estaba muy nervioso, aquello no era conveniente, no es el momento de levantar más sospechas. ¡Anciano estúpido!

Diez con treinta y dos minutos de la noche, la puerta de mi vecino se cerró.

—Necesito tu ayuda. Quiero que escanees mi cerebro—. Le confesé.

—¿Su cerebro?

—Así es, quiero que ingreses a mi memoria, debo estar seguro de algo antes de actuar. Debo planear muy bien cada una de los pasos que voy a dar a partir de este momento. Debo activar nuevas opciones.

—Pero, de qué está usted hablando.

—Solo hágalo.

—Pero… Pero no tengo un escáner de memoria; no podré hacerlo…

—¡No intente pasarse de listo, maldito vejestorio!—. Le agarre fuertemente de la camisa y fue tanto la sacudida que le saqué varios botones—. No intente ser listo conmigo, sé muy bien que tiene una maquina para trasplantar memoria; ¡puede usarla también como escáner! Vaya y hágalo, y saqué una dosis de Exa[1].

Me había alterado mucho, lo que significaba que había disparado mis latidos cardiacos… ¡Cálmate! Debo de mantener mi ritmo por lo bajo, en caso contrario lograré que el Sistema tenga sospechas sobre mí y…

¡Espera! Espera un instante, aún no está nada perdido. Mi reacción cardiaca ha abierto otra nueva opción: Es lógico pensar que entre en cólera o ira; supuestamente  acabo de prestar unas revistas a un vecino, lo que significa que frente al Sistema cabe la alternativa de que me las hayan echado a perder o quizá es una reacción mía por su tardanza… Hay miles de opciones posibles. ¡Ah!, bien, qué alivio. Aún tengo todo bajo mi control.

—Sí, sí, en seguida—. Corrió a un ropero y extrajo un portátil[2] y unos cables enrollados color gris oscuros.

—¿Qué ha hecho con el biodroide?

—Ah, aún lo tengo, pero está guardado bajo la cama de allí—. Dijo mientras se esforzaba por colocar todos los instrumentos en orden. Regresé la mirada buscando el cuerpo, pero no percibí nada en el lugar que había señalado. No le puse tanta importancia al asunto, después de todo solo era un biodroide como cualquier otro—. Bien, este es el sistema de trasplante de memoria; lo compré hace unas semanas en el mercado negro de la capital. Es de segunda mano, pero estoy seguro que funcionará muy bien. Por favor, permítame instalarlo a su conector de Red.

—¡No!, no permitiré que use mi conector. No quiero conectarme desde ahí. No puedo levantar sospechas, además no confió completamente en usted; si le permito usarlo, puede que en ese instante me queme.

—Pero, cómo es que voy a escanea su cerebro.

—Hay miles de maneras de hacer eso. Deme la dosis de Exa, eso evitará el sangrado.

—Pero, qué planea hacer.

—Ya se lo dije, no permitiré que use mi conector a Red, y además, para escanear mi cerebro no necesita hacer uso de ese hardware—. Arranché de las manos de Doc la dosis de Exa y sin esperar ningún segundo más me la inyecté. Me pinché el cuello sin el mayor remordimiento.

—Pero ¿y entonces…? ¡Eh, qué hace…!

En aquel momento, con mis dedos, atravesé mi ojo derecho; penetré hasta el interior y extraje el globo ocular lentamente. No había ningún dolor—, el Exa había realizado correctamente su función— así que todo iba de acuerdo a como lo deseaba. Después de salir de este embrollo, me implantaría un nuevo ojo y asunto arreglado. Mi respiración volvió a acelerase, estaba algo nervioso—, era de esperarse, nunca había hecho algo parecido antes—, no esperé más y me lo arranqué.

—Listo, ponga en marcha el portátil. Vamos, hágalo ahora.

—¡Qué ha hecho! Eso puede traerle graves consecuencias o secuelas.

—¡Cállese y deme lo que le pido!— Me lo entregó al instante.

—Espero que sepa lo que hace…

—Escuche: Mi memoria, al igual que la suya, no pertenece a este cuerpo. Anteriormente tenía otro que era el original, pero por las mismas razones que la suya, tuve que hacer una copia de mi conciencia y pagar a alguien para que me la instale en este nuevo cuerpo. Fue una maniobra arriesgada. La mafia y el gobierno andaban tras de mí, y estaba asustado, tuve que tomar una decisión. Una noche almacené mi “ser” en un contendor de diez mil terabytes, y durante cuatro días anduve buscando a alguien que me hiciera el trabajo. Una madrugada di con él, me hicieron el favor, aunque no merece llamarse de tal manera, pues me costó casi un millón; pero al fin lo había logrado. Cuando desperté estaba en este nuevo cuerpo, y no tuve opción… Me maté a mí mismo, es decir: eliminé a esa otra presencia con la que compartía memoria; era como un suicidio. La mafia ni el Estado sospecharían de mi plan, pero me sentí frustrado, era como un ser diferente al de antes, era un extranjero en el cuerpo que ahora poseía. Sentía que había muerto. Sentía que lo que en aquel instante era, era alguien distinto a mí. Entonces, desde aquel momento decidí buscar la manera de restablecer mi vida y cuidarla minuciosamente, quería vivir, quería evitar gastar mi existencia—. Entonces acerqué los cables del portátil hasta el agujero ensangrentado que había quedado en mi vista.

—Entiendo… Usted también es un biodroide. Lo que significa que…

El viejo lo había descubierto, igual ya no me importaba. Al ser una entidad biológica construida con nano-tecnología, mi cuerpo podía absorber—, con los adecuados programas instalados en él—, elementos de carácter biotecnológicos del exterior. Un sistema de trasplante de memoria era precisamente un objeto biotecnológico que funcionaba exclusivamente para otras entidades del mismo carácter.

Todo estaba saliendo tal y como lo planeé hace una semana, cuando ingresé aquí.

En ese instante, el agujero que tenía en vez de ojo, desplegó raíces celulares que terminaron por engancharse a aquellos cables. Parecía que se apareaban.

[1]Potente droga virtual que permite volverse insensible al dolor. Su alta capacidad de adicción y sobre-rendimiento del sistema lo vuelve peligroso, pues hay una gran probabilidad de que el usuario fallezca tras la primera dosis. Está prohibida en todo el Planeta, aunque se puede conseguir ilegalmente.

[2]Es un hardware que permite al usuario el ingreso a Red sin ser detectado y sin dejar huella virtual, mayormente es utilizado por hackers y crackers. Es bastante parecido a un modem o router.

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