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El joven odio el arte me miraba con una mueca de incertidumbre, pues había dejado mi libreta abierta justo en el lugar donde había dibujado al hombre,  tal vez el quería saber qué pasaba en mi cabeza pero la realidad es que no pasaba absolutamente nada,  todo lo que sucedía pasaba frente a sus narices pero el no tiene esa capacidad de verlos,  y por lo tanto no tiene la capacidad de verme a mi,  a mi verdadero yo.

Todos tenemos ese cuerpo que decimos ser "yo" pero es que no podemos decir que soy yo un cuerpo al que no se le atribuye tu forma de pensar,  es tu cuerpo y es tu físico,  pero lo que te hace ser tú no es nada de eso,  es tu pensamiento tus palabras,  tu sorprendente personalidad, Eso es lo que te hace tú.

No creo que nadie en este mundo pueda ver a tú "yo" interno por que muchas veces No pueden ni ver el suyo propio.

Entro y me miro pidiendo una explicación a aquel cuadro que tenía él entre sus manos, también preguntaría el "por qué".

–¿Qué es esto?– preguntó señalando el cuadro, no me esperaba esa pregunta,  o tal vez sí,  sólo un poco.

–Un dibujo– dije obviando la respuesta.

–Eso lo veo, a lo que me refiero es ¿Quién es?–preguntó con paciencia, era como todos, creía que podía saber de todo sí hablaba con calma,  mantener la calma algo que no muchos hacen en este lugar.

Y ¿cómo mantendrían la calma encerrados en un lugar como este, donde lo único bueno de aquí es que puedes ir al baño solo,  si te comportas bien en la semana?,  lo menos que podían hacer es hablar con paciencia, y eso por miedo de que los que estemos aquí nos volvamos locos y los ataquemos, O bien a que nos tengan que cedar y no saber encontrar una cura a lo que tenemos.

Pero ¿estamos enfermos? Eso es lo que todos nos dicen,  pero no será que estan mas enfermos ellos?  Nos golpean y no les trae consecuencias,  Nos controlan por medio de la violencia si es necesario,  somos seres humanos y Nos tratan como conejillos de indias,  eso somos en un hospital somos sus experimentos, pueden hacer lo que quieran con nosotros y como nosotros somos los emfermos no podemos opinar.

Ellos son los que están emfermos acabando con su propia especie,  al decie que estamos emfermos,  y ¿cuando lo extraño no es enfermedad?, los que son homosexuales están enfermos los que son transexuales también lo están, los que tienen malformaciones,  también están enfermos.

Y si Ellos son los que no son normales,  solo son la mayoria los que están enfermos como Ellos,  el ser tan cerrados de mente debería también ser una enfermedad.

Pero no, somos la minoria entonces es lo que llaman estar enfermos, entonces ser rico también debería ser una enfermedad si vamos así Pero no los ricos tienen  el poder y por lo tanto Ellos deciden si decir que es enfermedad o no.

Solo me gustaria que dejaran de etiquetar lo que está bien y no afecta a nadie como una enfermedad.

–Un señor y no sé quién es– dije de mala gana, tanto pensar que él también pensaba en que estaba enferma  me hacía hervir la sangre.

–Oh pues dejame decirte que dibujas muy bien–dijo eso sí me dijo sorprendida pues parecía ayer que no conocía de arte.

Tal vez le gustó por lo estético, por que no tenía sangre, no le tome demasiada importancia.

–gracias– dije timidamente.

¿Por qué me pasaba esto,  por qué de nuevo?  Ya habían pasado años desde la última vez.

–De nada, ¿te importaría salir un poco a platicar? – preguntó.

Me quedé confusa, petrificada, ¿no me tenía miedo?, ayer estaba traumado por mi arte y hoy quería platicar conmigo,  tal vez deberiamos cambiar de papeles el debería estar encerrado  por que seguro según ésta sociedad eso que el estaba haciendo no era normal.

Asentí sin saber que más hacer salimos y fuimos a un jardín que estaba detras del hospital, no se iba a arriesgar tanto lo sabía el simple hecho de estar conmigo fuera del hospital seguro le asustaba.

Caminamos en silencio solo mirando al rededor,  sin pensarlo dos veces me sente en la fuente que estaba en el centro del parque, agarre un poco de agua,  para sentirla,  el agua, yo amaba el agua siempre me había hecho sentir viva,  el se sentó a mi lado.

–¿Te gusta este lugar? Preguntó mirandome, yo asentí era obvio que estar afuera de ese lugar era muy bello,  pero yo podía salir siempre que quisiera podría escaparme siempre, pero el hecho de encontrar un lugar a donde ir eso era lo complicado,  pero este lugar, este lugar era mágico yo había venido muchas veces pero el estar aquí y no verlo se me hacía tan extraño.

Mire al cielo,  colores inspiración eso era lo que veía mi gran pasión, me imaginé ver algún día este cielo que todos decían azul de un violeta, por que no podía decirse que era un violeta, un anranjado, un verde, incluso un negro, lo tenían designado con un específico color y es que El cielo no es sólo azul tiene una extensa gama de colores,  al verlo siento que mi mente es como eso, eso que todas las personas ansían ver es lo que tienen sobre sus cabezas pero nadie mira a su alrededor se mantienen en un mundo donde sólo estan ellos, yo me la paso viendo a todas las personas en específico a Los niños pequeños son unas almas inocentes aunque a veces esas mentes inocentes son tan inteligentes y muchos no se dan cuenta.

Se me acercó una linda niña y me miraba con curiosidad y ahí recorde traía la bata del lugar asqueroso al que me llevaron.

–Hola– dijo amable y sonriendo.

–Hola pequeña–dije en forma de respuesta.

–Me gusta tu cabello,  es como el color de la noche,  me gusta mucho la noche es el momento más feliz de mi día–comentó,  en ese momento me agradó esa nena era diferente a todas las demás.

Ámame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora