Quédate

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Después de que Mimi se presentara con todo el descaro del mundo a "la nueva", empezó a tirarle fichas o más bien ladrillos en la cabeza sin ningún disimulo. No me sorprendía lo más mínimo porque ya conocía a Mimi de hace tiempo y la tenía caladísima. Muchas veces no lo hacía con intención de llegar a algo más con esa persona sino que simplemente era una forma de divertirse, pero aquella vez me molestó. Lo achaqué a que Ana y yo estábamos teniendo una conversación y ella nos había interrumpido con todo el morro, aún así, había algo en mí que me decía que no se trataba de eso, entonces me aparté y fui a por otra bebida.

Al cabo de unos minutos, noté como unas manos me tapaban los ojos y pude deducir fácilmente que era Mimi.

- ¡Leona! ¿Qué haces aquí solita? Te has ido en medio de una conversación con la nueva.

- Bueno querrás decir cuando tú le estabas entrando a la "nueva" - contesté marcando bien las comillas en la última palabra

- Bueno... no me lo puedo creer ¡estás celosilla! - se rió e hizo un amago de ir a hacerme cosquillas

- No Mimi, te equivocas, a mi me da igual lo que hagas con tu vida ¿somos amigas no? Pues ya está, lo que pasa es que me parece de muy mala educación ir interrumpiendo las conversaciones de los demás- dije visiblemente molesta

- Vale, perdona, culpa mía - contestó levantando las manos en señal de paz- Pero no me mientas, la Canaria está buenísima y seguro que te has fijado

Miré a Ana que en ese momento estaba en la cocina riendo con Nerea y Agoney. Claro que me había fijado, el pelo largo y moreno, los ojos oscuros y la piel bronceada parecían estar en perfecta consonancia. Por no hablar de sus labios, los más bonitos que había visto en mucho tiempo.

- Sí, es guapa - le contesté a Mimi encogiéndome de hombros

Cuando la fiesta terminó todos se fueron a casa, bueno, todos menos Agoney que como casi todos los días dormía con Raoul. Ana también se quedó, no quería pasar la primera noche sola en el apartamento, así que le dejé mi habitación y yo me pasé al sofá cama.

NARRA ANA

Unos ruidos me despertaron, me di la vuelta y miré el reloj, eran las cinco de la mañana. Me incorporé y presté más atención, parecía que alguien estaba llorando o quejándose, no podía distinguirlo bien, encendí la luz de la mesilla de noche y salí de la habitación. Al llegar al salón pude "ver" a Miriam moviéndose y hablando agitadamente entre sueños, no podía oír con claridad lo que decía. No sabía qué hacer, me preocupaba despertarla y que se asustase pero en cuanto subió el volumen de sus lamentos me acerqué rápidamente a ella.

 No sabía qué hacer, me preocupaba despertarla y que se asustase pero en cuanto subió el volumen de sus lamentos me acerqué rápidamente a ella

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- Miriam - dije suavemente, pero no se despertaba - Miriam despierta - repetí un poco más alto tocándole el brazo.

La rubia se despertó de golpe incorporándose rápidamente. Tenía los ojos como platos y respiraba muy rápido. Empecé a frotarle la espalda para intentar que se tranquilizase. Al cabo de unos dos minutos en silencio me miró y por primera vez me fijé en la intensidad de su mirada que aún estando en la penumbra se podía distinguir perfectamente.

- ¿Estás mejor? - pregunté en un susurro intentando no romper la atmósfera que se había creado.

- Sí... - me contestó en un murmullo

Seguimos mirándonos y como había dejado la luz de mi habitación encendida, resplandecía suavemente en la pared opuesta del salón. Mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad y podía distinguir las facciones de la gallega, antes duras y marcadas, ahora más suavizadas por el momento tan intenso que había pasado. Podía apreciar cierta desprotección en su rostro, el mismo que por el día derrochaba seguridad.

- Bueno, entonces creo que debería volver a mi habitación - dije finalmente rompiendo el momento.

Cuando me di la vuelta noté como Miriam me agarraba la mano haciendo que me girase.

- ¿Puedes quedarte hasta que me vuelva a dormir? Por favor - preguntó suplicandome.

Me arrodillé en el suelo y ella se volvió a tumbar en sofá de cara a mí, le di la mano y con la otra que me quedaba libre le acaricié el pelo.

No sé cuanto tiempo pasé en esa posición pero no me importó, solo volví a la habitación cuando me aseguré de que estaba profundamente dormida.

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Queríamos desear mucha mucha suerte a todxs los que estáis con exámenes finales y a todxs lxs que vais a tener o estáis teniendo la selectividad en estas fechas. Mucha calma y confiad en vosotrxs que es lo más importante🍀

¡GRACIAS POR LEER!

Pd: El dibujo es especialmente para este capítulo, lo ha hecho ~Angy~ (@angela_||| en tw) mi compañera de fic que tiene un talentazo, probablemente haya más, ¡¡esperamos que os gusten!!

EL AMOR DE MI VIDA ||WARIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora