EL AMOR DE MI VIDA ||WARIAM||

Barquito de papel

Me desperté desorientada y con un dolor de cabeza horrible, para cuando me ubiqué vi que Ana y yo nos habíamos quedado dormidas, en la misma posición que cuando me tumbó con ella en el sofá. No sabía qué hora era pero seguramente no pasaban las seis de la mañana por la claridad de la habitación, me levanté levemente y vi a Ana durmiendo con el ceño ligeramente fruncido.

- Ana...-susurré bajito. La canaria abrió los ojos y le costó un par de segundos enfocarme y volver a la realidad, para cuando lo hizo me desenvolvió del abrazo para que me pudiera levantar.

Las dos quedamos sentadas en el sillón, yo frotándome los ojos y Ana masajeándose el cuello, estuvimos unos segundos en silencio hasta que me atreví a hablar.

- Lo que te conté ayer no se lo había dicho a nadie que no fuera de mi familia, de hecho ninguno del grupo lo sabe a excepción de Aitana, claro. Sé que fue algo duro de escuchar y no sé lo que pensarás al respecto ni tampoco sé cómo te sientes pero te prometí que iba a ser completamente sincera y bueno... Esto es lo que hay- dije del tirón mirando al suelo.

- Gracias Miriam, por decirme la verdad y por confiar en mí para contarme algo así cuando está claro que no has podido ni hablar del tema en años- me contestó Ana girándose en el sillón para mirarme.

- Quiero que tengas total libertad para preguntarme lo que quieras, es más, preferiría que lo hicieras porque sé que habrá cosas que no entiendas o prefieras aclarar- añadí honestamente. Ana titubeó unos segundos hasta que le hice un gesto de asentimiento con la cabeza para que continuara.

- No sé si te acordarás...Pero el día que nos conocimos te pregunté que por qué te habías venido a Madrid y tu obviaste mi pregunta, ¿Era por Pablo verdad?- empezó con cierto reparo.

- Si, cuatro meses después de su muerte vi que no podía aguantar más en Galicia, eran demasiados recuerdos los que me perseguían allí. Así que Aitana, que llevaba un tiempo estudiando en un instituto de Madrid me propuso la idea de venirme a la capital y acepté- respondí mirándole a los ojos para animarle a seguir y que no le diese miedo seguir preguntando.

- ¿Y las pesadillas? ¿O tu reacción cuando tú prima hizo la broma del coche?

- Sí, tengo pesadillas recurrentes desde el accidente, la mayoría de las noches no duermo tranquila. Con respecto a lo de mi prima, me pongo muy nerviosa cuando alguien es irresponsable con el coche o cuando sé que una persona va a ir conduciendo a algún sitio y no me avisa de que ha llegado bien- seguí, haciendo alusión con esto último a cuando Ana ayer no me cogía el teléfono.

- Ya...-empezó a comprender la canaria- ¿Y el colgante? Vi que estaban inscritos vuestros nombres acompañado de un "Sempre".

- Fue un regalo por mi dieciocho cumpleaños, llevábamos tres años juntos y era una promesa de futuro, aunque fuéramos muy pequeños sabíamos que sería así. Por eso el "Sempre" era como nuestra palabra, nos la repetíamos muchas veces- seguí emocionada.

- Qué bonito Miriam...- dijo Ana dándome la mano.

- ¿Sabes qué? – pregunté quitándome las lágrimas con los dedos- He compuesto algo ¿Quieres que te lo enseñe?

- Me encantaría- contestó la canaria sonriéndome. Me levanté y fui a mi habitación a por la guitarra y el cuaderno de notas. Me senté en el sofá cruzándome de piernas, abrí la libreta y la coloqué en frente mío.

- Pablo fue mi primer gran amor, siempre le querré, hasta mi último día – confesé haciendo que Ana asintiera con comprensión- Pero tú- continué mirándole a los ojos- Has sido la única persona que he permitido que entrara en mi vida después de él, no hubo nadie antes de Pablo y no quiero que haya ninguna otra persona después de ti. Te quiero Ana. Quiero estar contigo y por eso he escrito esta canción, es un regalo para Pablo y también para ti. Habla de los dos, de lo que le echo de menos, de las dudas con las que te he dejado tantas veces, y de lo importante que has sido desde que llegaste a mi vida - terminé viendo la emoción reflejada en los ojos de la Canaria y comencé a cantar.