Con 20 años Miriam se mudó de Galicia a Madrid, asentándose en la capital con el que más tarde sería su mejor amigo Raoul y con ayuda de su prima Aitana, la cuál parece ser la única que conoce el verdadero motivo de la mudanza de la gallega.
Cuando...
- ¿Es normal que haga tanto calor siendo el último día de Septiembre?- Resoplé sentándome mientras que me hacía una coleta alta.
Estábamos todos juntos celebrando el cumpleaños de Miriam con una barbacoa en nuestra casa, fui alternando la mirada entre todos mis amigos que se encontraban en grupitos de dos preparando la comida, bañándose en la piscina o hablando tranquilamente.
En este tiempo todo había cambiado muchísimo, habíamos pasado de ser estudiantes universitarios iniciando la juventud, preocupados por las notas y por nuestro estatus social a ya adultos completamente asentados en nuestras vidas. Incluso Mimi y Ricky que solían ser los más cabezas locas tenían su trabajo estable y sus respectivas parejas desde hacía años. Parecía ayer cuando se daban sus viajes a las islas solo para coger "un poquito de coló" como decían ellos.
Deposité mi mirada al otro lado de la mesa, y sonreí instantáneamente al ver a Miriam haciéndole pedorretas y dándole pequeños mordiscos al hijo de Raoul y Agoney que en ese momento sostenía el rubio en brazos. No habíamos hablado nunca de tener hijos, estábamos bien así, pero en esos momentos me daban ganas de tener hasta diez para ver a la gallega jugando así con ellos.
Con respecto a Miriam y a mí se podría decir que habíamos triunfado tanto profesionalmente como personalmente. Yo me encontraba dirigiendo ahora mismo mi propio musical después de haber estado protagonizando muchos de ellos. Y ella... Había vuelto a dedicarse a la música desde que volvió de aquel viaje a Pontedeume, componía y escribía sus propias canciones y se podría decir que contaba con un público propio que se hacían llamar "leones" en honor al mote tan característico de Miriam. En cuanto a su faceta como actriz, había participado en alguna que otra película y serie pero nada que la atase permanentemente a ese mundo.
En el terreno personal éramos como cualquier otra pareja, los primeros años fue todo amor desmedido y una pasión descontrolada y ahora... Bueno, ahora seguíamos igual para que mentir, lo único que le añadiría es una confianza enorme en la otra, había llegado a conocer a la gallega casi en su totalidad y eso lo hacía todo aún más especial.
En ese momento, Miriam, notando que alguien la miraba giró su cabeza hacia mí y sonrió, dijo algo a Raoul y se levantó.
NARRA MIRIAM
- ¿Qué hace una chica tan guapa aquí sola?- le susurré Ana en el oído abrazándola por detrás.
- Que poco original ¿Pasarán treinta años y seguirás haciendo las mismas coñas?- dijo la canaria picándome.
- Bueno treinta dice... ¡y sesenta! A ver si te crees que te vas a librar de mí tan fácilmente- contesté siguiéndole el juego.
- ¿Ah no?- rió Ana – Anda ven- tiró de mi mano hacia ella y me sentó en sus rodillas- ¿Oye y tu no querrás uno de esos?- preguntó señalando al hijo de Raoul y Agoney.
- ¿Ahora? Calla, calla bastante tenemos con organizar una boda, ¿No te parece?- dije haciendo amago de levantarme- Aunque después...
- Me encanta que te estreses tanto, amor- comentó la canaria riendo aún más.
- Tu sí que me encantas - contesté dejando un beso suave en sus labios.
- ¡Venga pareja a poner la mesa!- exclamó Mireya cortándonos el momento.
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La comida fue genial, era verdad que cuando nos juntábamos todos parecía aquello toda una fiesta pero desde que cada uno tenía su horario de trabajo se nos hacía más difícil vernos y eso hacía que disfrutásemos más de las quedadas. Los hijos de Alfred y Amaia junto con el de Raoul y Ago correteaban por el jardín ganándose llamadas de atención por parte de sus respectivos padres mientras que los demás bromeábamos de lo bien que se estaba sin querer saber nada de niños.
Cuando la Canaria empezó a contar como le estaba yendo en el musical no pude evitar evadirme y pensar en todo lo que había pasado en este tiempo.
Me encontraba en una de las mejores épocas de mi vida y llevaba siendo así desde hacía muchos años. Desde que volví de Galicia y me despedí de Pablo, las pesadillas habían remitido con el paso del tiempo, había conseguido que cada vez que le pensara doliese menos, ahora su recuerdo era feliz. Estaba agradecida a la vida por haber podido tenerle y vivir tantas cosas bonitas a su lado. Y sí, claro que lo seguía queriendo pero ahora las cosas eran totalmente distintas.
Habría dado lo que fuera porque no se hubiera ido pero si tuviera que sacar algo bueno de todo ello sería Ana. Parecía como si él, de alguna manera, me hubiera llevado a conocer a la Canaria que sin duda, era una de las mejores cosas que me habían pasado. Nunca le estaré lo suficientemente agradecida por todo lo que hizo por mí y sigue haciendo hoy en día, estaba dispuesta a pasar el resto de mi vida con ella y estaba segura de que así sería.
Agarré la mano de la canaria por encima de la mesa y acaricié el dorso de su mano hasta llegar al anillo que brillaba en su dedo anular, haciendo que Ana se girara para mirarme- Te quiero- le susurré para que solo me oyera ella.
- Te quiero- contestó de vuelta mirándome intensamente.
- ¡A VER, LA DEL CUMPLEAÑOS! - gritó Aitana apareciendo con la tarta y haciendo que los demás empezaran a cantarme el cumpleaños feliz.
Me detuve unos instantes frente a las velas y formulé mi deseo, el mismo que todos los años, que todos a los que quería siguieran bien y a mi lado. Soplé ganándome el aplauso y los besos de todos mis amigos, les miré con cariño inmortalizando ese momento en mi cabeza y supe que era feliz así.
POSDATA
Hay personas que encuentran al amor de sus vidas muy jóvenes y pasan el resto de su vida juntos.
Hay personas que se enamoran más de una vez, con la misma intensidad pero nunca de igual manera porque todos somos diferentes.
Hay personas que nunca encuentran el amor en pareja pero están rodeados del cariño de los demás porque no solamente existe una forma de amar.
Lo más importante que hay que recordar es que todos somos el amor de nuestra propia vida por encima de cualquier otro, sed felices con vuestra forma de vivir, quered mucho y quered bien. ¿Qué más da cuantas veces te enamores? ¿Qué importa si lo llegas a hacer alguna vez?
Dejemos de juzgar y empecemos a amar, porque no hay nada más bonito que eso.
Muchísimas gracias a todxs por el apoyo constante que ha tenido la historia desde el primer día. Nos habéis hecho muy felices con vuestros comentarios. Esperemos que la hayáis disfrutado tanto como nosotras lo hemos hecho.
Para los que preguntáis, de momento no tenemos nada en mente, pero no se descarta que el día menos pensado volvamos por aquí, o por lo menos Lucía. Ha sido una suerte haber hecho esto con ella porque es un sol, y tiene un talento increíble para ponerse en la piel de los personajes y hacer sentir, le quiero mucho.
Nos da un poco de pena pero todo tiene un final, y siempre nos quedará releer la historia ¿no?
Añadiendo a todo lo que ha dicho Ángela anteriormente quiero darle las gracias personalmente a ella. Por confiarme una idea y ponerla en mis manos para que la diese forma, por prestarse gratuitamente a hacer las ilustraciones de varios capítulos y por la paciencia estos días en cada corrección y revisión dando igual cuanto tardaramos. Era la primera vez que ambas hacíamos algo así y estoy muy contenta de que haya sido con Ángela. También gracias a las personas que nos apoyaron desde el minuto uno con esta historia y a todos los que os habéis incorporado dejando siempre palabras bonitas. 💖
