Otra vez

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- Tenemos que hablar.

- ¿De qué?- pregunté frotándome el ojo derecho.

- Primero vístete anda- contestó cogiendo mi vestido del suelo y dándomelo.

Me fui al baño con toda mi ropa, me lavé la cara y me arreglé un poco el pelo. Estaba nerviosa, podía intuir que era lo que me quería decir Ana y no quería afrontar esa conversación todavía. Al salir del baño la canaria me estaba esperando en la cocina, apoyada en la encimera.

- ¿Quieres café?- me preguntó cuando me vio llegar.

- No- contesté rápidamente- Va Ana... ¿De qué quieres hablar?

- De esto Miriam- dijo señalándonos- ¿Qué estamos haciendo? Porque está claro que ya lo de follaamigas como que no cuadra, y más viendo lo que pasó anoche.

- Qué me quieres decir con eso- dije intentando ganar tiempo mientras que jugaba con mis anillos.

- Que ayer no follamos Miriam, y lo sabes. Fue... Bueno, ya sabes lo que fue- intentó explicar y noté que ella también estaba nerviosa- Me gustaría que lo intentáramos, como pareja – terminó y se acercó para agarrarme de las manos. Yo no sabía que decir, tenía un montón de pensamientos en la cabeza y ninguno me ayudaba en esta situación- Siento cosas por ti, llevo sintiéndolas mucho tiempo. Accedí a lo de amigas con derechos pero ahora es una tontería porque sé que tú sientes lo mismo que yo.

Lo que estaba diciendo era verdad, era absurdo seguir con lo de solo acostarnos cuando ambas sabíamos que estábamos viviendo en una especie de relación sin formalizar. Pero a veces pasa que el miedo te bloquea y yo era demasiado cobarde como plantar cara a ninguna situación ahora mismo. Las palabras de Efrén y Agoney se repetían una y otra vez en mi cabeza y era consciente de que iba a hacer daño a Ana de igual manera, no podía evitarlo.

- No puedo- contesté finalmente soltando el agarre de sus manos despacio. La canaria me miró descolocada, claramente no se esperaba esa respuesta- Lo siento mucho, pero no voy a tener una relación contigo.

- ¿Por qué?- preguntó decepcionada. Negué con la cabeza incapaz de añadir nada más y casi sin poder mirarle a los ojos- ¿Por qué no me dices que te pasa Miriam? Cuéntamelo por favor- casi suplicó y volvió a intentar tocarme.

- No puedo Ana- zanjé apartándola. Casi que prefería que me hubiese mirado con odio o con ira y no tan abatida o casi desesperada por entender como lo estaba haciendo.

- Esto nos está perjudicando más que haciéndonos bien y no puedo seguir así contigo. Ya me hicieron suficiente daño en la anterior relación en la que estuve y yo ahora quiero algo estable en mi vida, no puedo permitirme esto. Vete – soltó de repente mirando al suelo- Que te vayas de mi casa, ahora- repitió cuando vio que no me movía.

Volví a la habitación y cogí mis cosas con lágrimas en los ojos, Ana estaba esperando en el rellano sujetando la puerta, pasé a su lado para salir al portal, intenté hacer contacto visual por última vez pero ella apartó la mirada, cuando crucé el umbral cerró con un portazo.

Llamé a Mireya y le conté por encima lo que había pasado, no me apetecía volver al apartamento y tener que dar explicaciones a Raoul y sobre todo a Agoney de nada. Así que mi amiga me pasó a recoger y me llevó a la residencia de estudiantes donde estaban Aitana y Nerea.

Las más pequeñas nos abrieron la puerta de la habitación y nos sentamos las cuatro formando un círculo en el suelo.

- ¿Qué ha pasado?- me preguntó mi prima.

- Que la he cagado con Ana, otra vez para no variar, pero esta ha sido a lo grande. Ayer tuvimos una especie de cita y cuando volvimos al apartamento nos acostamos, pero no como otras veces, ya me entendéis. Esta mañana me ha dicho que quiere formalizar las cosas y me ha faltado tiempo para agobiarme- conté sintiéndome cada vez peor a medida que avanzaban la historia.

- Joder... -comentó Mireya, a lo que Nerea y Aitana resoplaron alucinadas.

- Pero Miri, desde cuando sientes por Ana. Porque no creo que esto sea cosa solo de una noche- preguntó la del flequillo.

- No lo sé, un tiempo. En el parque de atracciones hablando con mi hermano creo que fue cuando me di realmente cuenta de que estaba confundida, pero ahora ya ha llegado un punto en el que claramente estoy enamorada de ella- confesé haciendo que las demás se mirasen entre sí.

- Y ¿por qué no se lo has dicho?- se atrevió a preguntar Nerea, a lo que yo me encogí de hombros para luego negar con la cabeza.

- Eres gilipollas- me soltó Mireya- Perdón pero alguien tenía que decírselo, sabes que Ana lleva pillada por ti tiempo y en vez de ponerle fin sigues dándole esperanzas hasta que las dos estáis enamoradas y luego tú te largas porque te agobias demasiado cuando hay que hablar como personas maduras – enumeró mi amiga.

- A ver no es eso...- intenté explicar.

- Si es eso. Mira Miriam todos venimos con equipaje a nuestras espaldas, con montones de mierda, Ana incluida, ha salido de una relación en la que le han hecho mucho daño y tú te has permitido hacérselo también. No digo que no estés sufriendo amiga, pero no puedes hacer sufrir a los demás por tus problemas y porque tú no sepas gestionarlos- siguió Mireya seriamente.

- Miré a mi amiga de hito en hito, alucinada con la franqueza con la que me estaba hablando, nadie nunca me había dicho las cosas tan claras- Lo sé, no puedo seguir así, me estoy desgastando mentalmente - dije levantándome- Llevo años con esto y estoy cansada, tengo que poner un punto y final a la historia.

Salí del apartamento decidida a hablar con Ana, así que volví a su casa prácticamente corriendo y timbré. Esperé unos segundos pero nadie contestó así que volví a tocar la puerta, al ver que seguían sin abrir llamé a Raoul por teléfono.

- Miriam- contestó mi amigo al otro lado.

- ¿Estáis con Ana?- pregunté nerviosa.

- Si, Ago está con ella. Está un pelín cabreado Miriam, no sé cual será tu versión pero Ana no se lo merece- dijo mi amigo sinceramente.

- Ya lo sé, solo quiero arreglar las cosas con ella. ¿Dónde estáis?- intenté explicar.

- No creo que sea buena idea que vengas ahora. Escucha Miriam, mándale un mensaje a Ana y dile que queréis veros, ella será quien decida si te quiere dar otra oportunidad.

- Vale, gracias Raoul- me despedí y colgué para escribirle a la canaria.

"Ana, por favor ven a mi piso esta noche para hablar. Sé que me he portado fatal contigo y lo siento. Si no quieres darme otra oportunidad lo entenderé, pero esta vez quiero hacer las cosas bien. Te contaré todo, te lo prometo, 21:30 en mi casa."

Estuve mirando como la canaria se mantenía en línea durante bastante tiempo y me estaba poniendo algo nerviosa, pensé que seguramente estaría hablando con Agoney para saber que contestarme.

"Vale, luego cojo el coche y voy. Pero si no vas a ser totalmente sincera conmigo, olvídate de mí por favor."

Me pasé la mitad de la tarde haciendo limpieza en el piso para que todo estuviese perfecto esa noche. No solo iba a decirle a Ana que quería estar con ella y a disculparme sino que por fin me iba a sincerar, la canaria sería la primera persona ajena a mi familia con la que me abriese en canal y sabía que no me arrepentiría.

Pasaron 15 minutos de la hora y Ana no aparecía, decidí mandarle un mensaje para asegurarme de que estaba llegando. Siguió pasando el tiempo y la canaria no daba señales, estaba empezando a desesperarme. Dejé pasar unos instantes más y le llamé pero saltaba el contestador automático. ¿Qué estaba pasando? Empecé a notar cómo una angustia que se me hacía familiar se instalaba en mi pecho e iba subiendo poco a poco desde mi estómago a mi garganta.

-Esto no era real, no podía estar pasándome otra vez.

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Dentro de nada será el desenlace!!
Los tres capítulos que quedan serán intensos y resolverán todas vuestras dudas.
Gracias por los comentarios del anterior capítulo, nos encanta leeros💖
Espero que hayáis disfrutado de la calma antes de la tormenta 🍀

EL AMOR DE MI VIDA ||WARIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora