Shh

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- ¡Joder! - exclamé más alto de lo que pretendía mientras que tiraba el bolígrafo en la mesa.

Todos los que estaban en la biblioteca me miraron con reproche.

- Perdón - dije en bajito.

- Pero tía, ¿Qué te pasa? - Me preguntó Mimi que estaba sentada en frente mío cogiendo el boli y volviéndomelo a dar.

- Este tema me está matando, no logro que se me quede grabado en la cabeza y en diez días empezamos los finales del primer cuatri- contesté agobiada.

- Tía, con calma que todavían quedan días- me dijo la rubia. Desde luego siempre había admirado esa tranquilidad para todo aunque a veces me frustraba.

Cogí el móvil y vi que llevaba cuatro horas seguidas estudiando así que decidí que debía tomarme un descanso. Mandaría un mensaje a Ana a ver si con suerte ella también estaba harta y quería ir a comer algo.

Mientras esperaba a que me contestase, miré por el ventanal y me empané pensando en mis cosas. Cuando el móvil vibró sonreí.

- ¿Es la churri?- preguntó Mimi riendo en bajito

- Joder que pesados sois todos, que no somos pareja - contesté picada.

- Ya, ya... amigas que se acuestan y BLA BLA BLA - siguió diciendo la rubia- por favor Miriam, que lleváis dos meses que no os separáis. Aunque no te culpo eh, si yo estuviera con Ana no me separaría ni para cagar, ya te lo digo yo.

- Mimi que asco - nos reímos ganándonos varias llamadas de atención de los demás estudiantes.

- Shhh, vosotros. Que coñazo de gente tío- les recriminó mi amiga.

- Eeellaa escandalosaa - contesté con la risa floja – A ver si vas a ser tú la que siente cosas por Ana – comenté.

- A ver, que la Canaria está súper bien pero yo sinceramente...estoy a otras cosas ahora mismo- respondió mirándole el culo a una chica que pasaba por nuestro lado.

- Joder amiga, como eres.- la reproché negando con la cabeza- Oye Mimi- empecé llamando su atención-¿A ti Ana te habla de mi?

- Claro - contestó con seguridad.

- ¿Y qué te dice?

- Mira bonita, si crees que voy a traicionar a mi mejor amiga lo llevas claro. Que por mucho que te quiera, ni de coña. Tus rayadas mentales son cosa tuya, aclárate y luego me buscas- Me recriminó la rubia cruzándose de brazos.

- Pues vale, me da igual - dije levantándome- Me voy a comer con Ana, ¿Quieres venirte?

- Uff no, paso de estar de sujetavelas, ya quedaré yo con ella a parte.

Le di un beso y salí. Me alegraba que Ana y ella se hubieran hecho tan amigas, antes me daba apuro pensar que la Canaria no encontraría alguien aquí a quien confiarle sus cosas y que le hiciese sentir que pertenecía a Madrid. Igual que en su momento Raoul y Mireya me lo hicieron sentir a mí.

Había quedado con la Canaria en un Italiano en Atocha, las dos éramos lo suficientemente inteligentes como para ir a estudiar a distintas bibliotecas, eran todo ventajas, no nos distraíamos y luego quedábamos con más ganas. En estos dos meses, Ana se había hecho casi por completo a la capital, se movía perfectamente por el centro y prácticamente no dependía de nosotros para ir a ningún sitio.

- Hola guapa - saludé a Ana cuando llegó.

- Hola amor - saludó de vuelta cogiéndome cara y depositando un suave beso en mis labios.

- Madre mía estás helada- dije sobresaltada poniendo sus manos entre las mías para calentarlas.

- Es que en diez días es Diciembre - contestó mirándome y sonriendo.

- ¿Entramos? - pregunté cuando noté que sus manos estaban ya a temperatura normal.

Me encantaba pasar tiempo con Ana, teníamos conversaciones sobre cualquier cosa y nos reíamos muchísimo, el tiempo se me pasaba volando cuando estaba con ella a solas.

- Miriam ¿Quieres venirte al apartamento? - me preguntó la Canaria.

- ¿Al tuyo?

- Claro, ya sabes que Agoney y Raoul estarán en el vuestro. Quiero estar un rato a solas contigo.

- Eellaa intensaa- contesté - Vale, vamos.

Cuando llegamos al apartamento me senté en la cama de la Canaria. Miré como Ana se movía por la habitación sacando ropa cómoda para que nos cambiásemos.

- ¿Quieres ver algo? - me preguntó tendiéndome una camiseta ancha para que me la pusiera.

- Creía que habíamos venido a hacer otra cosa - dije picándola.

- Ana no me contestó inmediatamente sino que se quitó la parte de arriba delante mío y se puso la camiseta del pijama - No vamos a hacer nada Miriam - rió- si nos acostáramos, luego te enfadarías contigo misma por haberte distraído tanto, así que hoy tranquilitas. ¿Quieres ver una serie, una peli o prefieres dormir la siesta?

- Tienes razón, además estoy agotada. Pon alguna peli que estén echando por la tele anda.

Las dos nos tumbamos en la cama. Ana cogió el mando de la televisión y empezó a cambiar canales hasta encontrar algo decente. La abracé y escondí mi cara en su cuello dejando un beso allí, siempre olía estupendamente.

- ¿Dejamos esta? - preguntó en voz baja, acariciándome el pelo.

- Ahá – contesté, aunque no estaba mirando a la pantalla.

Estaba tan cansada que no tenía fuerza ni para mantener los ojos abiertos, solo quería dormir, sentí como iba cayendo en los brazos de Morfeo escuchando la respiración acompasada de Ana y el murmullo de la televisión de fondo. 

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 Hoy la posdata se la dedico a Luci, que está haciendo un trabajo genial y que está escribiendo futuros capítulos con fiebre para que tengáis todos los días uno, así que ya la estáis valorando como se merece eh, confío en vosotrxs.   

Gracias por leer y comentar🍀

EL AMOR DE MI VIDA ||WARIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora