Pandora

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Efrén, Roi, mi prima y su novio se fueron pronto a la mañana siguiente, entre besos y abrazos prometieron que volverían pronto. El grupo entero fue a despedirles al aeropuerto porque en el parque de atracciones se formo muy buena relación entre todos.

Al llegar a casa preparé todo para darme una ducha, ayer llegué demasiado cansada como para hacer otra cosa que no fuera tumbarme en la cama y dormirme. Saqué ropa limpia de la cómoda y me metí en el cuarto de baño. Me desnudé y me quité todos los anillos que siempre llevo. Me palpé el cuello para sacarme el collar cuando me di cuenta de que no lo tenía.

- NO...- susurré mirándome al espejo.

Me puse el albornoz y salí corriendo a la habitación, miré primero en la mesilla de noche sabiendo que allí no iba a estar porque nunca me lo quitaba para dormir. Cada vez más angustiada empecé a revolver mis sábanas, al ver que no caía ningún objeto al suelo cogí la mochila que llevé al parque de atracciones y vacié todo el contenido al suelo. Me puse de rodillas y esparcí todos los objetos que cayeron, tampoco estaba.

- ¡Cómo lo pudiste perder carallo! – me reprendí llevándome las manos a la cabeza.

- ¿Miriam que haces?- me preguntó Agoney asomado a la puerta de la habitación- Estás haciendo muchísimo ruido.

- Lo he perdido Agoney- dije empezando a llorar.

- ¿El qué?- preguntó el canario arrodillándose junto a mí.

- El collar, el que siempre llevo- contesté palpándome el cuello- Tengo que encontrarlo, es muy importante – añadí angustiada volviéndome a levantar y agitando las sábanas de nuevo.

- Vale Miriam, para – intentó tranquilizarme Agoney cogiéndome de las muñecas y girándome para que le mirase- Vamos a hacer una cosa, tu bajarás al coche para mirar si ayer volviendo, se te cayó allí. Yo voy a volver a buscar por tu habitación, ¿Si?

- Asentí , volví a tener algo de esperanza en que lo encontraría-

Al cabo de quince minutos subía completamente desesperada. Vi que Agoney hablaba con alguien por teléfono, me miró inquisitivamente y negué con la cabeza.

- Vale, muchas gracias – se despidió el canario y colgó.

- ¿Quién era? – pregunté conteniéndome para no ponerme a llorar de nuevo.

- He llamado al parque de atracciones por si en objetos perdidos lo tenían, pero no han encontrado nada Miri. Lo siento mucho – contestó mi amigo.

Ahora sí que lo había perdido, no pude evitar llorar, de rabia y de pena. ¿Cómo había podido ser tan tonta?

- Noté que Agoney me rodeaba con los brazos y me acariciaba la espalda- A lo mejor se te cayó en una atracción.

- ¿Qué?- pregunté mirándole a los ojos.

- Que a lo mejor se te soltó en una atracción fuerte, como en la lanzadera o...- explicó el canario.

- Me quedé mirándole con la boca abierta- ¡ESO ES!- grité de pura felicidad- Tengo que llamar a tu hermana- dije dejándole unos cuantos besos en la mejilla y levantándome rápidamente.

- ¡Si un día me vuelvo loco ten claro que va a ser por tu culpa! – exclamó el canario antes de que me metiese en el cuarto.

Cogí el móvil corriendo y llamé a Ana.

- ¿Sí? – dijo la Canaria al otro lado con voz adormilada.

- ¡Ana! – saludé precipitadamente, necesitaba recuperarlo enseguida- ¿Tienes mi collar?

EL AMOR DE MI VIDA ||WARIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora