¿Dónde coño está?

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- ¡CUANDO APAREZCA LA MATO! - exclamó Raoul desesperado dejando bruscamente el móvil sobre la encimera.

- Antes la mato yo - contestó mi hermano.

La situación era un cuadro. Agoney y Raoul no paraban de dar vueltas por la cocina haciendo conjeturas de dónde se había podido meter la rubia, mientras que yo, sentada en la mesa no sabía ni que pensar.

- ¿Discutisteis?- preguntó el rubio de repente.

- ¿Qué?

- Que si discutisteis antes de que ella se fuera, Ana- volvió a repetir.

- No, no discutimos. Es más tuvimos una conversación algo tensa pero pensé que se había arreglado. De todas formas...- dije distraídamente- No creo que se haya ido por culpa de ninguno, simplemente Miriam está mal, como rara, y saben mejor que yo que es muy de ir a su aire.

- Ya, pero esta vez se ha pasado tres pueblos y medio- intervino Agoney.

El móvil de Raoul sonó y se abalanzó sobre él- Hola Mireya, ¿sabes algo de...? ¿Qué? ¿Está bien? ¿Dónde está? Joder, ahora mismo voy para allá- Me levanté de un salto y me acerqué junto a mi hermano para saber que estaba diciendo nuestra amiga- Sí, saca el coche Mireya y ven a buscarme mejor - acto seguido Raoul colgó.

- ¿Dónde está? - pregunté impaciente.

- Al parecer ha pasado la noche en casa de una amiga suya de la Universidad, esta chica llamó a Mireya porque se olía que Miriam no había avisado a nadie de que estaba allí, se extrañaba de que hubiera salido sola de fiesta. Mireya va a venir para ir los dos a recogerle, llegó borracha y no creo que este todavía en condiciones de conducir- iba narrando Raoul mientras que cogía la chaqueta y esperaba a que Mireya llegara.

- La madre que la parió, creía que contigo ya se le había pasado la tontería de salir y desfasarse por las noches - dijo mi hermano girándose hacia mí. No sé qué cara debí poner pero Agoney rectificó rápidamente- Me refiero con la bebida hermanita, no te preocupes.

Raoul se despidió de nosotros y desapareció por la puerta. Agoney y yo nos quedamos en silencio en el apartamento sin saber muy bien que se hacía en estos casos más que esperar.

- ¿Crees que se ha acostado con alguien más?- pregunté sin poder evitarlo.

- No lo creo. De verdad que no- contestó mi hermano cogiéndome de la cara para que le mirase.

- Es una tontería que me sienta así porque no somos pareja pero ya sabes que yo si que estoy muy pillada - seguí más bien hablándome a mi misma que a Agoney.

- Cariño, tienes todo el derecho del mundo a sentirte así. Pero conozco a Miriam desde hace mucho y no lo haría- argumentó mi hermano intentando reconfortarme.

- Bueno yo me voy, ya he perdido suficiente mañana con esto, tengo otro casting a medio día así que debería irme. Avísame cuando vengan, porfa- contesté desanimada.

- Vale Anita, luego hablamos- se despidió Agoney.

Menuda mierda de mañana estaba teniendo, entre lo de Miriam, y que mi cabeza ahora mismo era un mar de dudas e inseguridades al que no pensaba atender, había perdido el tren y encima había llegado tarde a la audición... Claro, con ese panorama muy bien no me salió la prueba, y salí de allí peor de lo que había entrado.

Cuando encendí el móvil tenía tres mensajes de Ago, dos de ellos para decirme que Miriam estaba en casa sana y salva, y otro para preguntarme que tal me había ido. Contesté a todos y decidí llamar a Aitana para decirle que Miriam se encontraba bien, ya que al no saber de ella durante tantas horas habíamos decidido avisar a los demás, por si a alguno se le ocurría donde podía estar.

Llegué al apartamento y en el salón se escuchaban varias voces hablando entre susurros, antes de ir hacia allá fui a la habitación de Miriam y miré por la puerta entornada. La gallega estaba profundamente dormida y tenía esa expresión de absoluta tranquilidad, tan natural en ella cuando descansaba que me hizo sonreír.

- ¿Qué es lo que te pasa Miri? - pregunté en un murmullo sabiendo que no me iba a contestar. Cerré su puerta y me encaminé hacia donde suponía que estaban mis amigos.

En la sala de estar vi a Raoul, Agoney y Mireya sentados en círculo hablando. Cuando entré me saludaron con la mano e hicieron hueco para que me pudiese acoplar.

- ¿Has visto a Miriam?- preguntó la rubia.

- Sí - contesté- ¿Les ha costado mucho traerle de vuelta?

- Que va, mira que era casi la una de la tarde pero le aguantaba bien la cogorza encima- bromeó Raoul para intentar relajar el ambiente.

- ¿Han hablado con ella? - seguí preguntando.

- No, no quería hablar - contestó Mireya.

- A parte de lo de la abuela... ¿Por qué Miriam es así chicos?- tenía que preguntarlo antes o después.

- Te refieres a por qué ha estado llevando una vida en la capital de ligue por noche y a emborracharse- contestó Raoul con cierta sorna- O lo de desaparecer de repente.

- Ambas- apunté.

- Bueno, a parte de lo de su abuela tengo una teoría más- dijo Mireya.

- ¿Por qué todos son teorías con Miriam? - pregunté con cierta desesperación.

- Porque es la persona más reservada que hay sobre la faz de la tierra. Bueno, el caso es que creo que hubo alguien en Galicia, alguien especial ya me entendéis, y que seguramente le pusiera los cuernos a Miriam- siguió nuestra amiga.

- ¿Y por qué piensas eso?- dije con preocupación. Mi ex novio me había engañado y sabía perfectamente lo que se sentía.

- Porque estoy segura que él fue unas de las razones por las que se mudó a Madrid. Además, que por si no te habías dado cuenta todavía, Miriam no va nunca a Galicia, es su familia quien se desplaza aquí para verse - explicó Mireya.

- Pues la verdad es que me cuadra, - continuó el rubio- con lo orgullosa que es Miriam ya pueden haber pasado tres años o treinta que no se rebaja a perdonar algo así, ni a pisar otra vez la aldea, y más con lo que vuelan las noticias en los sitios tan pequeños.

Me quedé pensativa, la verdad es que tenía sentido. Pillar a Jadel poniéndome los cuernos con una de mis mejores amigas me dio el impulso que me faltaba para venir a Madrid y ahora mismo no tenía ningún tipo de ganas de verle la cara otra vez.

Unos aplausos nos sobresaltaron y nos giramos para ver a Miriam apoyada en el marco de la puerta con una cara de mala leche que no había visto en todo este tiempo.

- Maravillosa historia, si señor- dijo girándose a Mireya- Y Raoul tremenda descripción de mí para terminar el drama que os habéis montado vosotros solitos.

- Miriam...- empecé yo con cuidado.

- ¡NO! Ya he oído suficiente. Os aguanté ayer hablando de mi abuela y dando lecciones de vida, pero esto ya no lo voy a consentir. Escuchadme bien porque solo lo voy a decir una vez. Primero, nadie y repito nadie, se mete a remover mierda de mi vida sin que yo esté presente para poder rebatir. Segundo, NADIE se pone a hablar tan a la ligera, ni a especular sobre momentos tan delicados MIOS a mis espaldas. Tercero, me voy, pero no os preocupéis, ahora os dejo el teléfono de mi amiga apuntado en la nevera- concluyó echando chispas por los ojos.

- Miriam, por favor- suplicó Mireya persiguiéndole hacia la puerta- Lo siento muchísimo, pero estamos preocupados, deja que te...

La rubia no pudo terminar porque la gallega le había cerrado la puerta en las narices y teníamos muy claro que esta vez no podíamos salir tras ella. La habíamos cagado pero bien.

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Que pasará que misterio habrá puede ser mi gran noooocheee, lalailolailolalailolalá lalalailolalailoo...

Esperemos que como siempre, os esté gustando el fic porque nos hemos puesto misteriosas como la Miri con la canción. Esperemos que esto también acabe con final feliz ¿no?

🍀🍀🍀

EL AMOR DE MI VIDA ||WARIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora