Danna le había dado su número a los chicos para que la agregaran en sus teléfonos. Por primera vez se sentía aceptada en la escuela.
—Entonces, ¿qué dices?, ¿irás?—Olivia la había invitado a una pijamada el próximo viernes con las otras chicas.
—Te aviso luego—Dijo soltando una risilla nerviosa—. Aún tengo que preguntarle a mamá.
Olivia se rió y negó con la cabeza.
—Está bien, no insisto más. Pero me dices hoy, ¿eh?
—Está bien—Respondió mientras hacía un esfuerzo para subir los escalones del bus.
Se sentó en el lugar de siempre y se recostó de la ventana. Se colocó los audífonos y cerró los ojos para mitigar las voces de los demás.
—Hey...¿qué escuchas?
Danna se sobresaltó. Olivia estaba a su lado mirándola con atención.
—No pensé que te sentarías aquí—Dijo incorporándose.
—¿Quieres que me vaya? Puedo hacerlo si te molesta...
Danna se llevó ambas manos a la cara y se rio de la situación por dentro.
—No...no es eso—Dijo sonriendo—Solo que me parece extraño—Dijo encogiéndose de hombros.
Olivia hizo un gesto hacia los audífonos y Danna le pasó uno. La expresión de asombro en su cara le provocó curiosidad a Danna.
—¿Qué pasa?
—Es mi banda favorita—Dijo sacando una bolsa de dulces coloridos de su mochila—¿quieres?
—No, gracias—Olivia la miró con los ojos entrecerrados y le pasó un puñado.
—Desde ahora puedes ser tímida con quien quieras, pero no conmigo. Toma.
Danna se quedó con la boca medio abierta y cogió los dulces temerosa.
—Si fuera tan fácil...
—Lo es. Todo está en tu mente y eres la única que puede cambiarlo. Yo era así también, ¿sabes? Odiaba hablar con las personas...hasta que conocí a Alan...luego Alan me presentó a Laura y a Ángela y luego ellos me ayudaron a salir de mi caparazón, solo necesitaba un empujón—Terminó la oración con una sonrisa.
—¿Por eso me hablas? ¿Porque te recuerdo a tu pasado?—Preguntó Danna sintiendo sus niveles de ansiedad subiendo.
—No, Danna. Claro que no es por eso. Eres una chica genial y me agradaste. Por eso te hablé—Dijo llevando una mano a su hombro.
—Aquí me bajo, hablamos después—Dijo mirando su casa por la ventanilla sucia. Olivia se levantó para dejarla pasar y se sentó junto a Alan cuando Danna salió.
Se metió en la casa a la vez que escuchaba un soplido del bus y el motor arrancando. Se pegó de la puerta y se deslizó hasta el suelo con desgana. Levantó la cabeza al escuchar un ruido en la cocina.
—¿Mamá?
No hubo respuesta. Danna se levantó y frunció los labios. Se acercó a la fuente del ruido de puntillas y se escondió tras la pared que separaba la sala de la cocina.
—¿Qué estás haciendo?—Una voz familiar la exhaltó.
—Yo...nada—Dijo alisándose el pantalón y forzando una sonrisa.
Su hermana menor la miró con indiferencia y se fue a su habitación sin inmutarse. Algo se hundió en el pecho de Danna, pero hizo como que no le importó.
Su celular vibró en su bolsillo y lo sacó con un poco de trabajo, había engordado. Por un segundo pensó que podría ser Kyle y sintió una punzada en el estómago.
"Tienes un nuevo mensaje de 444-555-66667."
Se decepcionó un poco al ver que no era él, pero lo abrió para saber de quién era.
El mensaje era de Olivia. Le había escrito para que guardara su número en contactos. Danna no respondió nada y la agregó.
Se sentía emocionada de que iría a una pijamada por primera vez en su vida. Sí, por primera vez. Desde pequeña Danna había sido la rechazada, así que nunca la invitaban a reuniones ni nada por el estilo.
El problema era que estaba que temblaba de los nervios. Todo esto era demasiado nuevo para ella y el solo hecho de pensar qur podría arruinarse en cualquier instante, le aterraba.
En ese momento, sintió celos de su hermana menor. Ella siempre había sido la social, la divertida, la que siempre tenía una salida con sus amigos. Toda su vida, Danna se había sentido inferior a ella en ese sentido.
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La Vida De Danna
Novela Juvenil¿Qué hace la chica tímida del salón cuando los dos chicos más populares de la escuela se vuelven sus HERMANASTROS? -Gracias, mamá-Dice Danna rodando los ojos. -De nada, cariño-Dice su madre estallando en carcajadas.