La alarma casi le provoca un infarto a a la bella durmiente. Luego de su sobresalto se levantó dando tumbos hasta llegar al baño.
—Malditos lunes.
Se dio un baño y abrió su armario repleto de ropa oscura. Se puso su típico gorro sobre el recién secado cabello. Y sus otras ropas las eligió casi al azar.
Cogió su mochila como el que no quiere la cosa y la arrastró hasta la puerta. Al salir apagó su lámpara con forma de luna dejando la habitación a oscuras.
Deslizó los pies por el suelo hasta llegar a las escaleras y respiró profundo. A cada paso que daba su ansiedad se incrementaba más y más. Notó una gota bajándole por la sien. Se la limpió con el antebrazo y terminó de bajar los últimos escalones.
Vio a su hermana en la cocina preparándose un sándwich de Nutella. El acto le trajo recuerdos de cuando eran niñas y no podían estar separadas. "Eran buenos tiempos"-Pensó borrando el pensamiento conscientemente.
Se acercó sin mirarla y se preparó una taza de cereal ignorando a su hermana por completo. Se la comió de un tiro y salió a esperar el bus. El cielo estaba nublado y las calles se pintaban resbaladizas gracias a la previa noche lluviosa. En el ambiente había un silencio casi mágico, como de un cuento de hadas. Todo se sentía extraño para Danna.
El bus llegó salpicándola de un vapor caliente proveniente de las llantas. La puerta se abrió y Nathalia entró empujando a Danna por un lado. Danna subió evitando enojarse y se sentó en el primer asiento vacío que encontró. A veces deseaba tener una hermana de verdad.
En la siguiente parada subieron los mellizos. Theo y Aiden. Había que admitir que estaban buenos, pero Theo era más atractivo que Aiden (Según Danna). Ambos cruzaron a lo largo del pasillo con su indistinguible caminar. Danna ha tenido que aguantarse muchas veces para no empezar a babear.
Cuando se sentaron arrancó el vehículo causando que la cabeza de Danna chocara con el asiento de en frente. Una chica rubia asomó la cabeza por encima.
—¿Querías algo?—Preguntó con una sonrisa amigable.
—N-no...fue sin querer—Dijo Danna con una risilla nerviosa.
—¿No hay nadie ahí?—Dijo apuntando al asiento vacío a su lado.
—No...
La chica de cabellos dorados se cambió de asiento como si no fuera nada. Danna se quedó paralizada sin saber muy bien cómo reaccionar. Nunca nadie se sentaba con ella. Danna forzó una sonrisa y la chica se la devolvió.
—Ey, no te he visto mucho en el colegio, ¿Dónde te metes?
La rubia se le acercó e inclinó la cabeza hacia un lado.
—Mmm...casi siempre estoy leyendo.
Para Danna era imposible mantener el contacto visual con esta chica. No quería arruinar esta oportunidad para hacer una amiga nueva.
—¿De verdad? Yo amo leer, pero con todas las actividades que tengo no me da tiempo ni a hojear una revista.
—Podrías leer en el recreo, como yo—Dijo Danna con la misma sonrisa forzada.
—Prefiero estar con mis amigos. Pero cada quien con sus cosas.—Dijo encogiéndose de hombros y desviando la vista hacia un punto en el pasillo.
"Ya lo arruinaste"—Pensó Danna decepcionada de sí misma.
—¿Oye...quisieras dejar tus libros por hoy y sentarte conmigo y mis amigos?
A Danna le brillaron los ojos, pero hizo un esfuerzo en ocultarlo. Asintió con la cabeza y reprimió la sonrisa para no parecer desesperada.
—Nos vemos allí, entonces—Dijo la chica levantándose de un salto.
—¡Espera!...¿Cómo te llamas?—Preguntó Danna con nerviosismo.
—Olivia...y tú eres Danna, ¿verdad?—Dijo la chica con una última sonrisa antes de perderse en el mar de estudiantes que circulaba por el pasillo para salir.
Danna se quedó sentada esperando a que todos salieran para no molestar a nadie. Cuando salió la última persona cogió sus cosas con rapidez y corrió hasta la puerta principal. Tocaba Literatura a primera hora. Había avanzado en el trabajo pero aún le faltaba. Quería que quedara perfecto.
Llegó exhausta a la puerta de la clase, sin embargo la profesora no estaba todavía. Mientras entraba Danna se quitó el gorro y sintió la frescura de la mañana en la cabeza. Se sentó en su silla y se recostó en la mesa.
Danna no se dió cuenta cuando cayó rendida. No faltó mucho para que llegara la maestra y se acercara con cara de pocos amigos. Todos se reían por lo bajo mientras que Danna estaba en el quinto sueño. La profesora dio un manotazo en la mesa provocando que Danna se cayera de la silla.
Al recobrar la consciencia completamente se sintió totalmente humillada al ver a todo el curso burlándose de ella. Salió corriendo al baño y no salió hasta que sonó el timbre del receso. Nadie se preocupó por ir a hablar con ella.
Danna quitó el pestillo frío y empujó la puerta con suavidad. Miró por todos lados, pero por fortuna, no había nadie. Se lavó la cara con el agua helada del lavamanos y se la seco con una esquina del abrigo.
Y en ese momento le llegó a la mente la chica rubia, Olivia. Ella estaba en la otra sección, pero ambas eran del mismo grado. Se suponía que la había invitado pero solo iría a molestar. Así que decidió no traicionar a sus libros, una vez más. Respiró profundo y cuando dio la hora de entrar caminó con rapidez al curso.
Ya estaba sentada cuando todos comenzaron a llegar y a verla de reojo. Ésta fingió hacerles caso omiso y continuó leyendo. Una chica le arrebató el libro de las manos y se lo lanzó a la papelera dando como resultado una lluvia de carcajadas. Danna se sintió mareada, escuchaba todo como un eco y la vista se le nubló. No lo pensó dos veces y lanzó a puño a la mandíbula de la muchacha.
Cuando vino a reaccionar ya era muy tarde, la otra chica con expresión de furia le devolvió el puño hacia el estómago, pero con el doble de fuerza. Danna se dobló y lanzó un gemido de dolor. La chica la habría seguido golpeando de no ser porque la agarraron.
—¡Para que aprendas que conmigo no se juega, perra!
—Nadie querría jugar contigo como sea—Contestó Danna olvidando a todas las personas a su alrededor, eran solo ella y la otra chica.
Al decir eso la expresión de la otra chica fue de horror y ferocidad, pero a Danna ya no le importaba nada. No perdería su orgullo por otra idiota de quinta. No de nuevo.
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Hellooooo! Primero que nada, gracias por leerme! Solo paso para recordarles que votar no cuesta nada xd. Si no te gustó no tienes que votar, pero si te gustó de verdad te amaría si lo hicieras xx.
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La Vida De Danna
Teen Fiction¿Qué hace la chica tímida del salón cuando los dos chicos más populares de la escuela se vuelven sus HERMANASTROS? -Gracias, mamá-Dice Danna rodando los ojos. -De nada, cariño-Dice su madre estallando en carcajadas.