《Hay amores que quedan tatuados en lo más profundo de nuestros corazones.》
¿Dónde hubo fuego cenizas quedan?
No, aquí después de tanto tiempo, todo sigue ardiendo.
Las mentiras quedaron atascadas a media garganta.
Y las verdades por fin quemarán...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
«Ten cuidado con quien haces recuerdos.
Esas personas pueden durar toda la vida.»
S L A T E R L A N E
Estaba esperando este momento, claro que sí, pero nunca pensé que la amiga de mi hermana fuese Espin Reed. Mí Espin, la chica que años atrás me entregó todo su amor, incluso yo también intenté dárselo, aunque claramente fracasé. Ella había sido como un torbellino en medio del caos, y aunque aquello pueda sonar catastrófico, no lo fue, porque a pesar de que Espin era revolución y desastre lo único que trajo a mi vida fue paz y serenidad.
La tenía enfrente de mí, aún más hermosa que años atrás, tan perfecta y única como solo ella lo era. Su cabello ya no era de color miel sino que ahora tenía un color trigo con mechones aún más claros, su piel lechosa ahora poseía un color dorado, tampoco vestía sus típicas faldas y zapatos de diseñador, sino que estaba más ardiente que nunca, y debía admitir que me sentía celoso de que aquél lado suyo lo tuviese oculto cuando era mi "novia" Espin siempre solía robar las miradas de todos, pero ahora ella podría tener todo lo que quisiese bajo sus pies, porque sin lugar a dudas era la reencarnación de una diosa en una humana, y joder, yo me lo había estado perdiendo todos estos años.
Vestía unos jeans ajustados y rasgados, una blusa gris debajo de una chaqueta negra de cuero y en sus pies unas botas del mismo color que su chaqueta. Su cabello lacio caía en una coleta alta, algo desordenada dejando caer algunos mechones de su flequillo un poco largo; me sorprendió no ver sus ondulaciones en su cabello, siempre le dije que me parecía más lindo su cabello natural, pero el lacio que ahora llevaba también le acentuaba bien. Sus ojos eran exactamente como los recordaba, y como no hacerlo, eran los ojos más hermosos que había visto porque poseían un color azul grisáceo que resaltaban aún más con sus largas y gruesas pestañas, aquellos faroles tenían un brillo único y especial.
— Slater Lane — la voz de mi hermana me sacó de mi ensoñación he hizo que despegase la mirada de mi ex-novia — ¿Acaso me estabas escuchando?
Negué rotundamente, volviendo a mirar aquellos hermosos ojos, que ahora estaban mirando la madera de la entrada de mi casa. Su cuerpo estaba tenso, lo notaba en sus brazos y su postura.
— Te decía que ella es Espin, mi amiga. Parece como si ambos hubieran visto un fantasma, a que seguro fue amor a primera vista — chilló de emoción, quise reír por su incredulidad, Juls era como una niña pequeña que vivía de tontas historias amorosas y finales felices.
Si ella tan solo supiese que su amiga había sido mi primer amor, mi único amor, que lo nuestro sí había sido mejor dicho atracción a primera vista, que la primera vez que la vi sentí que el tiempo y espacio se había detenido, que el simple roce de nuestros cuerpos abría un torbellino de emociones y deseos.
