«Lo efímero de un momento,
siempre se vuelve eterno en la memoria.»
—Héctor C.Alcívar.
E S P I N R E E D
Juls se había disculpado conmigo el día después apareciendo en mi habitación con un lemon pie, mi postre favorito. Después de una larga charla acepté su disculpa y todo volvió a la normalidad, al menos con ella.
— Iré a correr — grité cerrando la puerta de nuestra casa sin esperar a que mi concubina me conteste, ya que como de costumbre, discutía por celular con Pol. Tenía una resaca de mierda, pero aun así decidí que salir a correr era lo mejor para dejar de lado todo lo que me estaba volviendo loca. La noche en que fuimos al bar con Dev se había salido de las manos, no solo por el consumo de alcohol, sino también por la coca que había consumido, ni siquiera sabía muy bien qué había pasado después de estar dos horas en el bar, lo que sí sabía era que había despertado desnuda en la casa de un desconocido, lo que era normal en mi vida últimamente.
Calenté mis músculos en la acera mientras mis odios se inundaban de mis canción favoritas; desde aquellas me transmitían energía hasta las que me provocaban cortarme las venas con un cuchillo de plástico. Comencé a trotar lentamente dejándome llevar por el sonido de la música, sin percatarme que una figura venía a mi lado. Slater Lane corría a mi lado con sus pantalones cortos deportivos negros, sudadera blanca y sus deportivas Nikes del mismo color. Quité uno de mis audífonos y junté mis cejas al ver que no parecía querer entablar una conversación, en cambio aumentaba el paso de su trote dándome una buena vista de prominente trasero. Aceleré mi trote sin dificultad, adelantándome unos pasos a él, me giré un segundo para verlo detrás de mí y lo fulminé con la mirada. Él sin embargo me retó con la mirada a medida que aumentaba su paso. Sabía lo que quería, me estaba retando a una carrera con su mirada, y él sabía que no me negaría, no me gustaba perder y menos contra él. Ambos corrimos al mismo paso por varios minutos, incluso me había pasado del límite de tiempo que indicaba mi reloj digital, que obviamente ignoré, no le daría el gusto a ese idiota tatuado de ganar. Podía ver que a él, al igual que a mí, nos empezaba a faltar el aire en los pulmones, también ambos teníamos nuestras sudaderas empapadas por el sudor y ninguno parecía querer perder la carrera.
Tomando una fuerte bocanada de aire me adelanté, no sin antes gritarle: — ¡Ríndete Lane, supera que una mujer te gane!
Escuché su fuerte caraja detrás de mí y pocos minutos después dejé de escuchar sus pasos. Paré en mi lugar flexionando mis rodillas y apoyando una mano en cada pierna, tratando de regularizar mi respiración. Una vez que pude respirar con normalidad me giré para ver a mi competencia que se encontraba en la misma posición que yo. Para mi suerte habíamos parado justo en un pequeño parque, y tal vez fue la adrenalina o la energía recorriendo mi cuerpo pero me impulsó a trotar hasta su lado, tomar su mano y comenzar a arrastrarlo hasta debajo de un árbol. Solté su mano ignorando su mirada confundida y me tiré en el césped cerrando mis ojos, pude sentir como Slater imitó mi acción segundos después.
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Break My Heart. |Español|
Romance《Hay amores que quedan tatuados en lo más profundo de nuestros corazones.》 ¿Dónde hubo fuego cenizas quedan? No, aquí después de tanto tiempo, todo sigue ardiendo. Las mentiras quedaron atascadas a media garganta. Y las verdades por fin quemarán...