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«Un día fui más tuya que mía

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«Un día fui más tuya que mía

y tú no supiste que hacer con tanto...»


E S P I N     R E E D

Sentía tanto calor, como si me quemara todo el cuerpo. Aún no podía abrir mis ojos por la pesadez del sueño, pero algo me impedía moverme. Mi mente no tardó en maquinar todo lo que había sucedido la noche anterior y aunque me esforcé lo último que recordé fue quedarme dormida en el coche de Salter. Cuando por fin mi cuerpo respondió a las órdenes de mi cerebro, me di cuenta que alguien estaba durmiendo conmigo.

Slater, me abrazaba por la cintura. ¿Cómo lo sabía? Sus particulares tatuajes cubrían sus brazos, y los reconocería en cualquier lado. No sabía cómo es que ambos habíamos terminado así, tampoco recordaba si nos habíamos liado o no, y me maldije interiormente por haberme pasado con la bebida y las drogas.

Sin cuidado alguno me paré, Slater se removió molesto en su lugar pero siguió durmiendo. Bajé las escaleras en busca del baño, cuando por fin lo hallé hice mis necesidades y acomodé un poco mi cabello. Vi mi reflejo en el espejo, tratando de recordar algo, aunque fracasé al instante. No me acordaba mucho de lo que había pasado en la fiesta, recordaba sólo que me había drogado y también que había bebido de más, también que Davor, una vez más, me dejó mal frente a todas las personas poniendome el cuerno.

Caminé hacia el final del pasillo en donde había puerta blanca, sin pensarlo la abrí encontrándome con el estudio de fotografía de Slater. Conocía su pasión por la fotografía, pero no sabía que se dedicaba a ello profesionalmente. Interiormente me alegré por él, porque él siempre había tenido el talento para captar momentos y congelarlos en una foto.

Había varias fotos colgadas por las paredes, me sorprendió incluso ver fotos nuestras y también algunas mías. En el pasado poseía una pequeña obsesión por sacarme fotos desprevenida. Me sorprendió ver que aún las conservaba, porque yo en verdad había quemado cada recuerdo de nuestra relación. Tomé sin pensar una foto en la que salimos juntos, él escondía su rostro en mi cuello mientras yo salía riendo. La foto estaba en blanco y negro y tenía un marco plateado. Mi dedo se deslizó por el contorno de nuestras siluetas mientras mi mente se trasladaba a aquella época en la que eran una persona totalmente diferente y sobretodo feliz.

— ¿No te han enseñado a no entrometerte en lo que no te incumbe? — me sobresalte al sentir su aliento chocar contra mi cuello.

— Lo siento — me alejé, dejando la foto de donde lo había sacado y me giré dando con él que me miraba con un brillo de diversión en sus ojos, llevaba sólo unos pantalones de chandal y su torso estaba completamente desnudo. Me deleité con la vista, admirando cada uno de sus músculos y como cada tatuaje cubría todo su cuerpo.

Break My Heart. |Español|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora