Capítulo XXIII: Frente A Frente

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20 de Enero de 2019

Me siento con Neny a un lado de su cama, Katherine, Alberto y Dayana entran a la habitación – Muy bien, Andrés, ¿Cómo haremos el trabajo? – Los miro fijamente a los tres y respondo – Katherine y Dayana, ya que ustedes son mujeres una de ustedes se quedará adentro con Neny, si ustedes lo prefieren pueden turnarse, mientras que Alberto, tu estarás con cualquiera de las dos vigilando la entrada, así lo harán – Los muchachos rompen marcha y toman sus posiciones, Katherine se queda en la habitación mientras que Alberto y Dayana vigilan la puerta desde afuera, María entra en ese momento – Andrés, ¿Podemos hablar? – Está extraña – Sí, claro – Le digo.

Ella me sacó de la habitación de Neny y hablamos en el pasillo - ¿Qué sucede? – María se recuesta de espaldas a la pared y pregunta - Si fueses tú el jefe de esta operación e Ysabel la que esté verdadero peligro de muerte, ¿Cómo procederías para rescatarla? – Me pareció muy rara su pregunta - ¿Por qué pregunta eso? – Se despegó de la pared y dijo – Quiero que tú planees tu rescate, no soy buena con estás cosas de los planes – recorrió el pasillo como a un metro lejos de mí y se sentó en una silla que estaba libre, me acerqué a ella y le dije – La zona a cubrir sería obviamente el Puerto Guaranao, ocultaría una docena de botes llena de oficiales por los lados de Playita Manaure, ocultos desde la vista de Guaranao, ese sería el primer paso – Vi a María, estaba prestando mucha atención a mis palabras.

Me pondría en contacto con la policía marítima de Aruba para que se pongan en los puntos tácticos del comienzo de su área marítima y mediante vaya avanzando la operación comunicarme con ellos para que se vayan cerrando según la dirección que tome el fugitivo y así le bloqueen la salida – me puse a pensar un poco – Instalaría un GPS en el teléfono del rehén o hallaría una forma de localizar al rehén vía satelital en caso de perderlo de vista – María me interrumpió para hacerme una pregunta – ¿Por qué no simplemente colocar oficiales en el Puerto? – Sonreí como todo un presumido y dije – Porque si el fugitivo se entera, podrían ocurrir dos cosas, uno, mataría al rehén y buscaría otra forma de huir, o dos, cambiaría sus planes.

María sigue prestando atención a mis palabras – Prosigue – dice – Bueno, añadiría un helicóptero por si acaso algo le sucede al GPS en altamar, también colocaría una pequeña unidad de tres hombres en el faro de Zarabón y otra más desde la Zona Franca para vigilar el muelle las 24 horas y alertar a los de los botes para que vayan tomando ventaja, si se hace bien podrían suceder dos cosas, uno, acorralaríamos al criminal saliendo del muelle y la persecución no se haría tan larga, o dos, la persecución sería larga, pero acorralaríamos al criminal en altamar, claro al verse acorralado podría asesinar al rehén y saltar al mar, pero como sé que en este caso el rehén seré yo, no la va a tener tan fácil – dije muy seguro, María me preguntó – ¿Estás seguro de esto? – Con mucha confianza en mí le dije – Sí, no dejaré que ese idiota acabe conmigo tan fácil – Ella se ríe – Ya el paso del GPS está hecho ahora que lo pienso, en tu reloj coloqué uno mientras dormías en la disquera cuando todo comenzó – La miro y le digo – Ya lo sospechaba, era raro que siempre supieras dónde carajos estaba metido yo – Ella se continuaba riendo de mí y preguntó – ¿Qué demonios fuiste a hacer en la vía de Coro? – le esquivé la mirada y dije – Eso no es asunto de nadie – Luego se puso seria y dijo – Preparé tu plan inmediatamente – Yo asentí con la cabeza dejándole saber que estaba listo para lo que fuera, ella dio media vuelta y se marchó...

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21 de Enero de 2019

Me tocó cuidar a Neny en el turno nocturno, mientras que Cristofer no se despegaba del papá de Daniel, ellos dos se llevaban muy bien, son las 11:20 PM, Neny está profundamente dormida, mientras que yo estoy tomando café, hay algo que me inquieta, algo que no me deja dormir esa noche, está todo tan tranquilo desde que apareció Neny, se fueron la mayoría de las preocupaciones, ahora solo queda una en mi cabeza, Ysabel... Katherine está a mi lado, ella tampoco ha pegado los ojos – Oye, después de esto me vas a tener que brindar un gran banquete y prestarme tu cómoda cama para dormir – dice Katherine con mucho cansancio – cuenta con eso – le digo sarcásticamente – Está todo tan tranquilo, ¿verdad? – ella también notó lo calmada que está la noche – Te hace sentir intranquilo, porque últimamente han sucedido tantas cosas que te acostumbraste a vivir con la adrenalina en tus venas y ahora estás aquí, sentado en una cómoda silla, bebiendo una taza de café, observando a tu prima dormir, sabiendo que tu único problema, es no poder dormir – Agrega ella, quizás notó también que estoy intranquilo, o a lo mejor ella también se siente así – Es extraño – Le digo – Muy extraño – agrega ella – No solo te sientes intranquilo, también te sientes incómodo, y a la vez aliviado, pero a la vez no tan aliviado porque tienes a un psicópata atrás de ti que te quiere muerto por mandarlo a prisión – Me rio un poco de mi tragedia – ¿De que te ríes? – Pregunta ella – Me causa gracia las cosas insólitas que me suceden a diario – le digo y ella también comienza a reírse conmigo – Tienes razón, Andrés, eres la persona con los cuentos más insólitos que he escuchado – continúa riéndose.

La Melodía del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora