Capítulo XIX: Gracias

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16 de Enero de 2020

(Por la noche)

10:00 PM

Han pasado dos días más sin tener noticias sobre Neny, la hemos buscado hasta el cansancio, por debajo de cada piedra y alfombra, nuestra búsqueda no ha dado resultado, los policías comienzan a recurrir a los sabuesos, he visto a María dar declaraciones ante la prensa está demasiado estresada, quizás no esté durmiendo, los soldados tampoco han podido encontrarla, los soldados se separaron en equilibradas parejas para cubrir más espacios, Alberto y Katherine tomaron la zona desde la mitad del Centro hacia la Zona de Punta Cardón, eso incluye los mismos lugares que recorrí con Cristofer como, Ciudad Federación o Tiguadare, mientras que Armando y Dayana, tomaron la otra mitad del centro hasta Amuay, eso incluye Creolandia, La Chinita, Bella Vista, Antiguo Aeropuerto, Los Taques, entre otros.

Estoy frustrado, cansado, estresado, llevo dos días sin afeitarme, una débil barba se me comienza a notar, entre tanta búsqueda y búsqueda ni siquiera hemos podido tomar una ducha o relajarnos un poco – Ya no soporto más esto – Le digo a los muchachos – Creo que por hoy podemos paralizar nuestra búsqueda y darnos un baño, nos hace mucha falta, dormir por turnos, en parejas, 8 o 10 horas cada pareja y luego poder salir de nuevo a buscarla, deberíamos buscar de noche – Freddy se acerca, me estoy agitando mucho, tengo un fuerte dolor de cabeza – Andrés, cálmate, haremos eso para que podamos descansar, te estás estresando mucho, ve a darte una ducha primero, luego Cristofer, y vayan a dormir, cuando ustedes despierten, la ducha y la cama nos tocarán a Johan y a mí – Lo veo de una forma desorientada, como si me estuviera volviendo loco – Está bien.

Mientras me estoy dando el baño en la ducha, millones de cosas pasan por mi mente, no solo junto a Ysabel, sí pese a todo aun continúo pensándola, estoy preocupado por ella, la metí en esto y ni siquiera me he asomado en su departamento desde que todo el lío se armó, otras cosas también me atormentan mientras estoy en la ducha, ese extraño sueño que tuve me da vueltas una y otra vez, ¿Quién era ese extraño anciano?, estoy tan cansando que incluso llego a pensar, que la única salida de todo esto es tirarme desde el risco en Zarabón, otra de las cosas que pasan por mi mente es el día ayudé en la captura de Pedro Pérez, coloco mi frente apoyándose con la pared del baño mientras el agua cae en mi espalda, me siento culpable por todo, hubiese preferido que me enviaran a prisión por culpa de Pedro a estar pasando por esto, pero no puedo cambiar el pasado, ni tampoco puedo ver el futuro, solo me queda vivir la desesperación del presente, esperando que deje de sorprenderme, que las únicas sorpresas que reciba, sean los éxitos en mi carrera y más nada, pero no es tan fácil, la vida no es tan fácil como lo pintan en las películas o en las novelas, o a veces en los libros.

Salgo de la ducha, y comienzo a afeitarme mi barba, tengo la cabeza tan loca que dejé lo de afeitarme para después, hay un poco de inquietud en mí, algo que no me deja pensar con claridad, quizás sea el sueño o la fatiga, la pesadilla no ha salido de mi mente desde ese día que la tuve, constantemente me ataca como un mal recuerdo, o a veces entre mis sueños, veo pequeños fragmentos de ella nuevamente y despierto sudando frío, ¿Me estoy volviendo loco?, probablemente, el sueño y el despecho podrían volver loco a cualquiera, incluso a mí.

10:45 PM

Salgo del baño con la toalla a mi cintura, voy directamente al cuarto de Freddy para vestirme, uso la misma ropa que cargo puesto desde el día que esta locura inició, me dirijo hacia la sala donde los muchachos están viendo televisión – Cristofer, te toca – él voltea a verme, noto algo en él, está preocupado – ¿Qué ocurre? – giro la vista hacia el televisor, la camioneta del Papá de Daniel acababa de tener un accidente en la vía Jadacaquiva-Punto Fijo, por lo que pude apreciar, venían de regreso a la ciudad – E-es la camioneta del Papá de Daniel – Dije con un nudo en la garganta, Cristofer bajo la mirada – Acaba de suceder, las ambulancias y la policía tardaran un poco en llegar, al menos eso dicen las noticias – me dice Cristofer queriendo llorar, tomo rápidamente las llaves de mi moto – ¿A dónde vas? – Pregunta Cristofer – ¿A dónde crees? – Le digo – No irás solo, iré contigo – Dice Cristofer, a lo que Freddy se levanta y dice – Iremos contigo – Abro la puerta de la casa de Freddy mientras que ellos toman las llaves del auto y les digo – Espero puedan seguirme el paso, mi mejor amigo me necesita, y no pienso desacelerar – Dejo la puerta entreabierta para que los muchachos puedan salir rápidamente y enciendo la motocicleta sin ponerme el casco, mientras ellos se montan en el auto, yo acelero lo más que puedo perdiéndome de su vista.

La Melodía del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora